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México: el desabasto de maíz, signo de que se "adelantaron los efectos del TLCAN"

Las medidas para contener el precio de la
tortilla podrían resultar insuficientes, señala
el rector de la Universidad Autónoma Chapingo, Sergio Barrales

La crisis nacional con el presunto desabasto de
maíz para la producción de tortillas es una
realidad que ya vive México y es un tema que
especialistas lo venían señalando desde que se
habló de signar el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN), cuyos efectos no
preveíamos que se iban a adelantar, evaluó el
rector de la Universidad Autónoma Chapingo
(UACh), Sergio Barrales Domínguez, quien detalló
que con esta situación estamos viviendo "el
primer impacto de cuando uno decide entrarle al mercado libre".

A unos meses de la apertura total del acuerdo
comercial con Estados Unidos y Canadá, dijo que
en el país "se van a intensificar más los
problemas de abasto interno (de maíz y otros
productos), porque el impacto ya está" presente a escala nacional.

"No dejemos pasar la oportunidad de este llamado
de atención. Esto en realidad es lo que varios
preveíamos, pero no sabíamos que se iba a
adelantar. Este es el primer impacto de cuando
uno decide entrarle al mercado libre, y hay
momentos donde nuestra dependencia es tal que
cualquier ausencia de productos provoca una situación de crisis", puntualizó.

El especialista agrónomo destacó en entrevista
que las medidas anunciadas por el presidente
Felipe Calderón Hinojosa son paliativos y que
éste tiene la obligación de corregir la falta de
producción nacional de nuestros propios alimentos
para que el país abandone la dependencia internacional.

"Si no corregimos el rumbo, este país va a tener
problemas serios de abastecimiento de comida y
eso nos va a causar una inestabilidad social muy
seria, indiscutiblemente", sentenció el
representante de la casa de estudios, al recordar
que la Revolución Mexicana, entre otros factores,
se originó ante la escasez de alimentos.

Cuando hay hambre, dijo, "el problema es serio y
lo vivimos el siglo pasado en el momento en que
grupos de mexicanos decidieron modificar sus
condiciones de vida y la salida no fueron las urnas, sino la violencia".

La situación actual del maíz en México, apuntó,
"es que lamentablemente ya se están manifestando
los efectos reales de la dependencia
internacional que tenemos para poder abastecer el
consumo de diferentes granos básicos", y aún
falta por ver qué problemas serios se generarán
cuando las naciones proveedoras decidan ya no vendernos sus productos.

Con base en la información a la que tiene acceso,
el rector destacó que "se pone en duda" la falta
de maíz en el país, porque la cosecha de este
ciclo fue relativamente buena para diferentes
áreas agrícolas, "pero lamentablemente los
intermediarios lo están acaparando para
aprovechar los incrementos en el precio del grano".

Los datos preliminares que se conocen de la
producción nacional de maíz refieren 13 millones
de toneladas de la cosecha de este ciclo
agrícola; sin embargo, desde hace años se
presenta un déficit de entre 6 y 8 millones de
toneladas en toda la producción nacional.

"En este momento, nosotros hablaríamos de por lo
menos 5 millones de toneladas que tendríamos que
estar buscando" para todos lo usos, cifra que no
coincide con las 750 mil que informó el gobierno
federal para cubrir el desabasto de maíz en tanto
se regulariza el mercado ante la situación de especulación que vive.

Al evaluar las medidas emergentes aplicadas por
Felipe Calderón, dijo desconfiar de éstas y que
incluso se logre conseguir esta cantidad de maíz:
"le están apostando a Estados Unidos, pero ellos
no quieren vender el grano porque lo están
destinando a la producción de etanol. Su
prioridad es sacar su problema de abastecimiento
de energéticos. Y si fuese su maíz, éste sería de
muy mala calidad; lo que ellos no quieren.

"Nos mandarían ­agregó­ variedades de granos que
no les son útiles en la producción de etanol y
que para consumo humano tampoco podrían ser muy
favorable, pero como en México no cuidamos la
calidad, pues al rato nos comemos lo que nos vendan."

Para resolver el problema de desabasto "este país
no tiene salida. Tiene que decretar que el
programa de abastecimiento de granos básicos debe
ser una política de Estado, en la que deben
intervenir todos los sectores sociales", puesto
que "prácticamente de todos los alimentos que
consumimos, en una buena parte ya dependemos del exterior", enfatizó.


 source: La Jornada