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Costa Rica: CEPAL lo dice, no creceremos con el TLC

5-9-07

Costa Rica: CEPAL lo dice, no creceremos con el TLC

Modesto crecimiento en los primeros cinco años. ¿Y después...?

Johnny Mora A.

Terminaron los tiempos de retórica, se imponen los estudios serios y reposados. Más allá de quienes desearan que el TLC fuera la panacea que nos saque del subdesarrollo, la realidad establece sus límites y coloca las cosas en su justo plano, nos guste o no nos guste. ¿Creceremos con el TLC? El estudio “Liberalización comercial en el marco del DR-CAFTA: efectos en el crecimiento, la pobreza y la desigualdad en Costa Rica” de la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas, mejor conocida como CEPAL, resulta imprescindible para dar respuesta a esa pregunta.

Según CEPAL sí creceremos, sólo que modestamente y en los primeros cinco años de aplicación del TLC. El documento, muy valorado inicialmente en las tiendas del SI, así lo concluye.

El estudio sostiene que el cambio traído por el TLC “...se traduciría en repercusiones favorables, pero muy modestas, en la tasa de crecimiento económico, posiblemente cercanas a 0,4 puntos porcentuales anuales...”

Nada nuevo bajo el Sol. Ya la Contraloría General de la República en su Informe a la Comisión de Internacionales de la Asamblea Legislativa, que debió dictaminar sobre el TLC, advertía: “El FMI ha dado a conocer en días recientes una estimación de 1.5% de impacto en el PIB regional para los próximos diez años (publicación en La Nación del 20/1/2006, ver Kose et alt. 2005, p. 19). Otras estimaciones son de 0.76% para Costa Rica (Hinojosa y Ojeda), y 3.3% para la región (Brown et alt.), 1.8% según Andrianamanjara y Tsigas (2003), citados por Brown et alter. Son impactos modestos, razonados por la ya avanzada liberalización e integración del país en la economía mundial, particularmente con los países suscritores.”

Claro, los diputados y diputadas que dictaminaron favorablemente ese proyecto, jamás leyeron ni se pronunciaron sobre este informe de la Contraloría.

¿Gallina de los huevos de oro? Pero sigamos con la CEPAL. Podría decirse que, así y todo, estaríamos ante un 0,4% de crecimiento anual, que no deberíamos desdeñar. La pregunta que sigue sería: ¿ese crecimiento seguiría a futuro? Pues no, desgraciadamente. La gallina de los huevos de oro no da para tanto. Con el TLC, según la CEPAL, creceríamos los primeros cinco años “...cuando el producto del sector agrícola no se vería amenazado por las mayores importaciones.” Es decir, mientras haya todavía aranceles que protejan a nuestro agro de la importación masiva de productos subsidiados de EEUU. Evidentemente, por los resultados de CEPAL, el nivel de las exportaciones no revertiría esa tendencia.

Pero, para más claridad, el estudio señala que “...pasado el período inicial de cinco años, a menos que se tomen medidas para aumentar la productividad y la inversión para fomentar la competitividad, la tasa anual de crecimiento económico volvería a su pauta histórica.”

Es decir, seguiríamos como empezamos, pero esta vez con una camisa de fuerza en el ambiente y la legislación laboral, sin los mejores negocios del ICE y el INS, la CCSS pagando medicinas más caras y sus presupuestos en creciente bancarrota, pobreza en el agro, y habiendo echado por la borda otras importantes conquistas del pueblo costarricense.

Mal negocio. Dicho en términos comerciales: ¡Qué mal negocio este TLC! No sólo pone a disposición del apetito voraz de las transnacionales las joyas de la abuela, sino que, a cambio, vuelve cantos de sirena las promesas de expansión comercial y la virtual invasión con mercancías costarricenses del mercado norteamericano que nos anuncian con bombos y platillos.

Pero pongamos atención a un aspecto de las conclusiones de la CEPAL, que los partidos del G-38 hace tiempo dejaron de mencionar. Es imperativo aumentar la productividad y la inversión para fomentar la competitividad, y para ello, creemos, se requiere escuchar a los sectores sociales y productivos que han demandado insistentemente una agenda nacional de desarrollo. El TLC no es esa agenda, menos aún con sus magros resultados. Lo juicioso sería dedicar tiempo a aquellos proyectos que verdaderamente favorezcan al productor y consumidor nacionales.


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