¡Cuidado con los TLC!
¡Cuidado con los TLC!
Por Carmelo Ruiz Marrero, 5-10-2010
En varias ocasiones he oído a destacados soberanistas e independentistas argumentar que “con la soberanía podremos negociar nuestros propios tratados de libre comercio, o TLC”. ¡Cuidado con ese razonamiento! Por toda América Latina las fuerzas de la sociedad civil y los sectores progresistas comprometidos con la ecología y la justicia están en pie de lucha contra esos tratados. Y precisamente su oposición se basa en que éstos ponen en jaque la soberanía de sus países. Los TLC que los países históricamente desventajados del Sur global están firmando con superpotencias económicas como Estados Unidos y la Unión Europea tienen devastadores efectos sociales, ambientales, económicos y políticos, como ha sido harto documentado desde 1993, cuando México cometió el error de afiliarse al nefasto Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
Estos tratados, negociados tras puertas cerradas y a espaldas de los sectores populares y partes afectadas, obligan a los países firmantes a vender sus recursos estratégicos, como agua, biodiversidad y riquezas minerales, al mejor postor, el cual casi sin excepción resulta ser una corporación transnacional extranjera. También los obliga a poner en venta sus servicios públicos, como electricidad, acueductos, telecomunicaciones, salud y educación. El resultado es la desnacionalización y extranjerización de la economía. Bajo los términos de los TLC, los diferendos entre naciones firmantes se resuelven mediante mecanismos de resolución de disputas antidemocráticos y carentes de transparencia.
Lo que es peor, los TLC comprometen a gobiernos futuros, lo cual significa que si fuerzas progresistas llegan al poder, casi cualquier cosa que pretendan hacer para adelantar la justicia social y promover el desarrollo económico soberano sería ilegal bajo los términos del TLC.
Claro, no todos los tratados comerciales son iguales. En América Latina existen arreglos como la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), el Tratado de Comercio de los Pueblos, UNASUR y Mercosur. Pero esos tratados hay que abordarlos y discutirlos desde una perspectiva crítica, pues si bien representan una visión progresista y antiimperialista, también es cierto que impulsan un desarrollismo a ultranza, una depredación voraz de los ecosistemas y recursos naturales, algo que no podemos permitir en estos tiempos de colapsos ecológicos y cambio climático. Pero ya ese es tema para otro día.
Radio Universidad de Puerto Rico, 5 de octubre 2010
REFERENCIAS:
http://carmeloruiz.blogspot.com/search/label/TLC
