Situación y perspectivas de la Alianza Social Continental (ASC)

Situación y perspectivas de la Alianza Social Continental (ASC)

Por Enrique Daza, Laura Rangel y Héctor Moncayo*, 12-1-13

La ASC surgida a finales de los noventa como producto de la lucha contra la propuesta del Área de Libre Comercio de las Américas, tuvo la virtud de representar una coalición pluralista, antineoliberal y antiimperialista, con participación de diversos sectores sociales (indígenas, sindicatos, estudiantes, mujeres etc.) y corrientes progresistas nucleadas en diversas organizaciones no gubernamentales, redes temáticas y sectoriales etc. También tuvo como eje la movilización y construyó una propuesta de alternativas sintetizada en el documento Alternativas para las Américas.

Desde que en 2005 el ALCA fracasó por la acción combinada de los movimientos sociales y los nuevos gobiernos de izquierda, la ASC inició una reflexión sobre su sentido de existencia y para ello identificó y desarrolló acciones frente a temáticas de impacto continental: Un primer esfuerzo fue la articulación en grupos de trabajo (agricultura, minería, salud, migraciones, integración, mujeres, TLC). Entre 2006 y 2008, su actividad se concentro en contra de los TLC regionales con los cuales EEUU quería reemplazar el ALCA y contra los que se negociaban y se suscribieron con la Unión Europea. De esta forma difundiendo los ejemplos negativos del TLCAN y del TLC Chile EEUU, se movilizó la resistencia contra el TLC Andino, el TLC con Centroamérica, los EPAS, y posteriormente los TLC con la Unión Europea. La lucha contra todos los tratados de libre comercio basada en la movilización y con amplios análisis, fue un sello distintivo de la ASC y le permitió unirse con las más variadas tendencias del movimiento social. Han sido innumerables las actividades realizadas por la ASC en contra de estos tratados, los documentos escritos por sus miembros y los foros, movilizaciones y publicaciones que prolongaron la experiencia positiva de la lucha contra el ALCA.

En medio de este proceso surgieron las Cumbres de los Pueblos, que se han realizado en forma paralela a las negociaciones del ALCA primero y después a las cumbres Unión Europea América Latina a las Cumbres Iberoamericanas, a las cumbres de MERCOSUR y a las cumbres de presidentes de América del Sur. Tales cumbres han sido momento de construir un lenguaje común, traspasar las barreras de los intereses puramente sectoriales y propugnar por la unidad de los movimientos sociales. Nunca se pretendió que ellas en si mismas, como lo han demostrado los acontecimientos, permitirían construir una unidad de los movimientos sociales. La ASC dio un paso adelante al ser parte de la Red Birregional Enlazando Alternativas cuyo desarrollo paralelo a las cumbres UE-ALC y de manera simultánea a la realización del Tribunal Permanente de los Pueblos sobre las violaciones a los derechos humanos de la ETN en América. El trabajo alrededor de las ETN también fue considerado en su momento como en hilo conductor sobre el cual se podría edificar una acción continental, partiendo de las luchas locales y nacionales, en las que participan diversos movimientos sociales.

Con el advenimiento de nuevos gobiernos de izquierda la situación de la ASC se tornó más compleja, en la medida en que ellos lideraron propuestas de integración regional continental y latinoamericana, tomando distancia del ALCA inicialmente y posteriormente de los TLC y lógicamente de las políticas de Estados Unidos y la Unión Europea. En la llegada y desempeño de estos gobiernos ha tenido un papel importante toda una variada gama de movimientos sociales, que vieron con optimismo la posibilidad de rectificación de las políticas neoliberales, la recuperación del papel del Estado en la economía y la atención a necesidades de los sectores más empobrecidos y de la clase obrera. En forma intermitente y variada varios de estos gobiernos promovieron un papel más activo de los movimientos sociales y comenzaron una agenda de reformas y de integración que ha llevado a la creación de la UNASUR, la Celac, el ALBA y la reorientación del MERCOSUR.

La ASC mantuvo relaciones cordiales y de diálogo con estos gobiernos, propugnando por que las demandas de los movimientos sociales fueran satisfechas, apoyando las acciones positivas de los mismos, pero planteando que los movimientos no deberían supeditarse a la acción de los gobiernos que por su misma historia y condiciones especificas están plagados de contradicciones internas y en buena medida adoptan políticas que son percibidas como insuficientes para una transformación más profunda y en otros, simplemente preservan muchos de los intereses de las clases oligárquicas, y ello está determinado por conveniencias locales o internacionales, por la correlación de fuerzas en los países y por que el viejo modelo se había enraizado mucho más profundamente de lo que se pensaba inicialmente y la lucha resulto más compleja. Bajo ninguna circunstancia la ASC se hizo eco ni vio con buenos ojos los intentos desestabilizadores de las fuerzas de derecha ni la agresión ni sabotaje del imperialismo a estos gobiernos.

Después del ALCA, muchos pensaron que el gran aglutinante sería la búsqueda de una “integración desde los pueblos”, eso efectivamente correspondía al nuevo clima integracionista en la región y a los avances en los procesos alternativos, sin embargo sin que haya desaparecido este como un tema de los movimientos sociales, especialmente en los países donde hay gobiernos de izquierda, en muchas partes no tuvo el poder movilizador, dado que las organizaciones sociales priorizaban la resistencia contra el modelo, los TLC y las multinacionales. Este proceso dejó de todas maneras un valioso bagaje de reflexiones sobre la integración desde los pueblos en el cual tuvo importancia el aporte de las organizaciones indígenas y algunos gobiernos sobre el “buen vivir”.

Posteriormente la ASC redefinió sus ejes de trabajo, estableciendo que serían la militarización y criminalización de la protesta, los TLC y TBI, la integración y finalmente un gran tema que se denominó defensa de la Madre Tierra, que incluye la lucha contra la gran minería trasnacional, el cambio climático, y la seguridad alimentaria.

En militarización, con otras redes y organizaciones se lanzó la campaña contra las bases militares extranjeras, la militarización y la criminalización de la protesta social que jugó un papel importante en las protestas contra la instalación de nuevas bases militares estadounidenses en Colombia y otros países, contra el golpe de Honduras y contra las medidas represivas de diferentes gobiernos sobre los movimientos sociales. Este es un tema que siempre convoca y unifica a los movimientos populares
En lo referente a los TLC y los TBI se libraron importantes luchas y surgieron y se difundieron importantes análisis que contribuyeron a que hoy en día la inmensa mayoría de la dirigencia social del continente entiende y ataca tales tratados y ya forma parte del acervo político de los movimientos. Tendría que hacerse un seguimiento el cual en parte se hizo con el TLCAN y los TLC de México y Chile.

Los TBI y en general el tema de las inversiones ha jugado un papel creciente en la movilización social, en la medida en que son un mecanismo favorito para facilitar la labor depredadora de las multinacionales y en esta dirección las campañas contra el CIADI y contra la impunidad de las trasnacionales han sido y pueden convertirse en un mayor factor movilizador.

Los procesos de integración alternativos han tenido un desarrollo complejo por que si bien registran notorios avances, también tienen importantes obstáculos. El ALBA depende en gran medida del liderazgo y los recursos venezolanos, no tiene suficiente desarrollo institucional y la participación de los movimientos sociales en ese proceso que comenzó en forma promisoria, sigue siendo en gran medida un tema pendiente. MERCOSUR ha tenido importantes avances, pero las asimetrías regionales, la enorme predominancia de Brasil y las vacilaciones en asumir un liderazgo más decidido, dificultan su profundización, aunque el reciente ingreso de Venezuela al mismo promete ser una oportunidad para que se proyecte más. Unasur es un logro de los gobiernos de izquierda, pero en su seno hay una profunda división con los países que promueven la Alianza del Pacífico y que paralizan la profundización de los acuerdos autónomos, lo mismo podría señalarse de la CELAC. Los movimientos sociales han estado al margen de estos procesos especialmente en el último periodo, aunque seguramente formará parte de su agenda, precisamente para develar estas contradicciones y apoyar los pasos progresistas que se les de. Todos tienen sus fortalezas y debilidades y hay todo un inmenso terreno en el cual los movimientos sociales pueden hacer importantes aportes.

El gran tema de defensa de la Madre Tierra tiene varias facetas.
Inicialmente la posición del gobierno de Bolivia con la convocatoria a la Cumbre de Cochabamba fue un gran estimulo para que el tema se incorporara a las luchas del movimiento social en todo el mundo, esto influyó positivamente en las grandes movilizaciones en Copenhague y Cancún, sin embargo el fracaso en las negociaciones de las COP y la confluencia de las múltiples crisis del neoliberalismo, así como la perdida de dinamismo del gobierno boliviano en el liderazgo de esta luchas ha determinado un debilitamiento en la movilización al respecto. La convicción sobre que se requiere un cambio de modelo y que la responsabilidad mayor la tienen los países desarrollados, llevará a un replanteamiento sobre el peso relativo que este tema tiene en la agenda de los movimientos sociales.

Sin embargo el tema que tiene una creciente importancia es el de la minería. En todo el mundo abundan las movilizaciones de los más variados movimientos, incluyendo los ambientalistas, los indígenas y las poblaciones afectadas. Los territorios son el escenario de nuevas e importantes movilizaciones. La creación de una coordinación de movimientos sociales contra la gran minería ha avanzado lentamente pero es una necesidad impostergable, no es un tema solamente de los afectados en forma directa, sino tiene que ver también con las inversiones de las multinacionales, con la consecuencia o no de los gobiernos de izquierda en la superación del modelo, con el cambio climático, con el modelo de desarrollo y con muchos otros temas.

También ha cobrado creciente importancia el tema del agro. La agroexportación, el debilitamiento de la economía campesina, los vaivenes a la suba de los precios de los alimentos, la perdida de soberanía alimentaria, la extranjerización y concentración de la propiedad de la tierra, han hecho que este se convierta en un tema central en acción de los movimientos sociales.

No se puede ignorar el papel que ha jugado el movimiento sindical. Primero la CUT de Brasil, después la CSA, han tenido un papel definitivo, no solamente insistiendo en que los derechos de la clase obrera debe ser parte de la agenda de la Alianza, sino involucrándose en todos los debates y dando su enfoque, mas allá de que sobrepasen los intereses gremiales. Igual podría decirse del movimiento indígena, especialmente a través de la CAOI que ha influido tanto en el pensamiento sobre la construcción de una nueva sociedad como el la capacidad de movilización. Las organizaciones de mujeres y las mujeres de la ASC han impreso su sello en el sentido de que luchas y reivindicaciones deben formar y forman parte indispensable de la lucha social. El Comité de mujeres de la ASC velo por que no se soslayara esta problemática.

La ASC ha jugado un papel importante en la articulación de los movimientos sociales alrededor de estos temas, lo que ha facilitado el enlace en escenarios internacionales enlazando la acción con movimientos de otros continentes. La luchas contra el G20, la OMC, las ETN, el cambio climático y en general el tema de la crisis sistémica han representado una oportunidad para acrecentar los vínculos de los movimientos continentales con los de otras regiones.

Estructura y funcionamiento

En el pasado la ASC contó con el apoyo económico de organizaciones internacionales, especialmente a su estructura institucional. La crisis y el cambio de prioridades de las agencias hicieron que este apoyo se perdiera, permaneciendo solo apoyos nacionales o puntuales. Los cambios en la estructura directiva de numerosos movimientos sociales han hecho que no todo el mundo tenga el mismo grado de compromiso con el proyecto. Los capítulos nacionales y regionales han tenido vaivenes: en algunas partes han desaparecido, aunque muchas de sus organizaciones la mantienen como referente y en otra parte se ha logrado mantener núcleos de organizaciones o inclusive personas que representan un acumulado histórico de los movimientos sociales. Los movimientos y el gobierno cubano jugaron un papel clave en los primeros encuentros continentales de lucha contra el ALCA que ofrecían oportunidades de coordinación. Ahora por distintas dificultades Cuba ha perdido protagonismo.

La menor disponibilidad de recursos han dificultado los mecanismos de coordinación y decisión: el Grupo de Coordinación Internacional (representantes por redes, sectores o movimientos y regiones) y del Consejo Hemisférico o la Asamblea de la ASC.

Algunos grupos de trabajo han logrado mantener un nivel de acción dependiendo de la capacidad de gestionar los recursos como los de agricultura e integración. El Comité de Mujeres, por su parte, se ha visto dinamizado con el impulso desde algunas organizaciones nacionales que han renovado su mecanismo de comunicación y han logrado realizar algunas actividades como en Cartagena para la Cumbre de los Pueblos y en México, con la expectativa de reposicionar los valiosos aportes del movimiento de mujeres en la perspectiva continental.

En el pasado inmediato la estructura organizativa correspondía a la existencia de recursos que correspondían a contar con recursos para la misma. En la actualidad esto no es posible. La secretaria que fue encargada a Recalca en mayo de 2008ha cumplido su ciclo y es necesario acondicionar la estructura a las nuevas circunstancias. La Secretaría ha logrado mantener la página Web, la edición periódica de un boletín informativo y, la coordinación con los capítulos más activos, la participación eventos internacionales, la participación en la Red Birregional Enlazando Alternativas y ante todo mantener la ASC como el escenario en que es posible la articulación de los movimientos sociales, respetando su diversidad y mas allá de la agenda concreta y especifica de cada uno de ellos.

La historia del continente ha demostrado la importancia de contar con este espacio de encuentro y trabajo conjunto para reaccionar frente a los retos y la agenda del movimiento social continental. Por ello, presentamos algunas propuestas para continuar el trabajo: Que la secretaria la asuma un país (Uruguay, Perú, Brasil – la CUT?, CSA?) Que la asuma una región (América del Norte) Que se escoja un determinado numero de personas de diversos países que ejerzan una secretaria colectiva. Hay que preservar los enfoques básicos, revisar la existencia, funcionamiento y responsabilidades de grupos los de trabajo. Y mantener canales de comunicación y coordinación.

Consideramos que la construcción de una gran Alianza Social Continental sigue siendo necesaria, es un proceso que nunca termina y que inevitablemente tendrá altibajos y épocas duras y difíciles. Pero oír la voz de los movimientos, muchos movimientos se encasillan solo en sus temas sectoriales o locales, construir las resistencias y las alternativas se necesita hoy más que nunca, cuando la derecha se apuntala, los gobiernos de izquierda tienen diverso tipo de dificultades y las luchas contra el modelo no solamente no se acaban, sino que se multiplican.

* Secretaria de la ASC.

source : Bolpress

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