Colombia: Cae el superávit comercial con EEUU, qué será cuando rija el TLC
APM, 15-3-07
El superávit comercial que Bogotá tiene con la potencia mundial pasó de 3.940 millones de dólares a julio de 2006 a 2.374 millones de la misma moneda en enero del corriente. Las cifras fueron difundidas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos. Pero mientras las colocaciones externas colombianas crecen a un 15 por ciento anual, las importaciones se expanden a un 25 por ciento cada doce meses. Las exportaciones, además, se expandieron básicamente por un aumento de los precios -esencialmente el petróleo y carbón- y no por cantidades; de hecho, el volumen de las ventas de productos no tradicionales cayó aún en pleno auge económico global.
En Colombia se culpa a este débil desempeño a la revaluación de la moneda. Se pone como ejemplo que la variación hacia abajo de las ventas colombianas se manifiesta en forma notable en la indumentaria y el calzado, dos sectores que se encuentran en manos nacionales y que generan muchos empleos.
Aunque, como suele suceder en estos casos, algunos especialistas consideran que este hecho es positivo, porque lo que la economía colombiana está incorporando son maquinarias, que en el futuro van a mejorar las productividad nacional y mejorar la producción, tanto destinada al mercado interno como hacia el exterior.
Pero debe tenerse en cuenta que Colombia cuenta con las ventajas que les otorga el programa de la Casa Blanca para países andinos en lucha contra el narcotráfico (APTDEA); aún en estas condiciones, las exportaciones caen. Además, cuando el déficit comercial desaparece, si de alguna otra forma no se lo compensa, las importaciones se pagan aumentando la deuda externa.
Este es el pensamiento de un ex ministro de Comercio colombiano, Carlos Ronderos, quien sostiene que es un aspecto normal en la medida en que crece la actividad económica del país. "Su mayor superávit comercial lo tuvo Colombia en el 99, que fue el año de mayor crisis y caída del Producto Bruto Interno (PIB)", dice Ronderos, y agrega que el problema del déficit es cuando afecta las reservas internacionales y eso no estaría pasando.
El retraso exportador de la economía colombiana es estructural: las ventas externas por habitante son menos de la cuarta parte de las de Chile, Costa Rica o México. Colombia está en el penúltimo lugar en globalización entre las principales economías de la región.
Este escenario no es el más halagüeño de cara a la entrada en vigencia del TLC, que necesita todavía de la ratificación del Congreso de Estados Unidos. Por lo tanto, hoy se vuelve difícil establecer con certeza qué va a pasar. Pero en Economía es fundamental analizar las tendencias, y en el caso colombiano, estas indican que el déficit comercial va a llegar y quedarse.
