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EE.UU.: El nuevo orden

EE.UU.: El nuevo orden

Por Andrés Espinosa Fenwarth, 26-11-2008

Las encuestas realizadas durante la campaña presidencial en Estados Unidos confirman un cambio fundamental de opinión entre los norteamericanos, demócratas y republicanos, quienes por amplia mayoría reclaman enmiendas a los regímenes actuales que sustentan la globalización y el comercio mundial.

En efecto, dos terceras partes de los estadounidenses consideran que los acuerdos de libre comercio han tenido un efecto negativo en sus familias y en el empleo.

De acuerdo con un informe sobre las elecciones del pasado 4 de noviembre en Estados Unidos de Public Citizen (ONG norteamericana fundada en 1971), las encuestas muestran en una proporción de dos a uno que para los republicanos el comercio externo ha sido malo para la economía, debido a que las importaciones reducen la demanda por productos hechos en Estados Unidos, golpean los empleos y permiten productos considerados inseguros.

Esta percepción nacional se tradujo en modificaciones de fondo en el panorama político de la primera potencia del planeta, en el que por primera vez el comercio exterior pasa a la primera fila de las preocupaciones nacionales, casi al mismo nivel de la agenda doméstica e Irak, que en elecciones anteriores dominaban el espectro político norteamericano.

En las elecciones del año 2000 y el 2004, el tema comercial no fue parte de la campaña presidencial. En evidente contaste con lo anterior, en la campaña presidencial del 2008, tanto en las primarias como en la carrera presidencial del segundo semestre, los temas comerciales ganaron considerable importancia, visibilidad e interés nacional.

Los compromisos del presidente electo, Barack Obama, reflejan lo anterior, dado que incluyen una reforma sin precedentes respecto de los acuerdos de libre comercio, que deben incorporar la protección al medio ambiente y alimentos seguros, y no pueden "incluir mayores derechos para los inversionistas extranjeros que para los norteamericanos; requerir la privatización de servicios públicos; o impedirle a los gobiernos de los países en desarrollo la adopción de políticas de licencias obligatorias para mejorar el acceso a las medicinas para salvar vidas".

Esta transformación política se traduce en un creciente apoyo al ’comercio justo’ en detrimento del ’libre comercio’, concepto que anteriormente tenía una connotación de carácter político e incluso estratégico para los demócratas, pero que ahora hace parte integral de una política pro-trabajador, pro-consumidor y pro-medio ambiente, las ondeantes banderas del Nuevo Orden del presidente electo.

El Congreso norteamericano también irradia este fenómeno. De acuerdo con Public Citizen, el pueblo norteamericano eligió 41 nuevos miembros del Congreso, incluidos 18 republicanos, que están a favor de la renegociación de Nafta (TLC con México y Canadá) y la transformación de la OMC. Este resultado es adicional a los 48 congresistas elegidos en 2006 que están a favor del ’comercio justo’.

Estas elecciones, como afirma Lee Sandler, abogado fundador de Sandler, Travis & Rosenberg, favorecen a aquellos que en el pasado sostenían que los acuerdos comerciales no han ido suficientemente lejos, con lo cual los proponentes del ’comercio justo’ ganan portentosa voz en Washington.


 source: Portafolio