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El triángulo comercial marítimo: Panamá, China y EE.UU.

El triángulo comercial marítimo: Panamá, China y EE.UU.

Marco A. Gandásegui, hijo, 30-8-07

China ha arrinconado a Estados Unidos en su propio juego. El juego se llama finanzas capitalistas, productividad y competitividad.

La economía de EEUU depende, en gran parte, de la compra de bonos del tesoro norteamericano que realiza China. Esta relación especial le permite a EEUU continuar con su nivel de consumo y gastos militares. En total, se calcula que China posee actualmente US$ 900 mil millones en títulos del tesoro norteamericano.

El déficit comercial entre China y EEUU cada año se inclina más y más a favor de China. El año pasado alcanzó US$ 232 mil millones.

EEUU tiene tres alternativas, cada una es más difícil que la otra.

Por un lado, reducir sus gastos militares y dedicarlos a cubrir su déficit comercial. Puede, además, reducir los niveles de consumo de la población para reducir la deuda. Significaría reducir los niveles de vida de los trabajadores y los niveles de ganancia de los empresarios.

Por último puede arrastrar al mundo a una guerra contra China. Significaría poner en peligro a la humanidad.

China sólo tiene una alternativa. Esperar que EEUU, una vez agotada por su política equivocada, le entregue dócilmente la dirección política (y cultural) del mundo. Todo indica que los chinos están dispuestos a esperar hasta fines del siglo XXI o, incluso, hasta el siglo XXII.

¿Qué debe hacer Panamá? También tenemos tres alternativas.

En primer lugar, taparse los ojos, los oídos y la boca, como en la leyenda de los tres monos. Muy poco recomendable.

En segundo lugar, esperar el mejor momento para proclamarse aliado de China. Nuestra historia es muy rica y tenemos experiencia: Rompimos con España en 1821 cuando ya estaba derrotada y nos unimos al proyecto colombiano de Bolívar. En 1903 nos separamos de Bogotá y suscribimos un pacto (aún vigente) con EEUU. ¿Qué nos depara el siglo XXI?

En tercer lugar, unirnos en torno a un proyecto nacional (como pretendieron varios estadistas panameños en el siglo XIX y en el siglo XX) y planear con mucho cuidado los pasos que tenemos que dar para garantizar que salgamos ganando de este enfrentamiento a escala mundial.

Un porcentaje pequeño, pero significativo, del comercio marítimo sino-norteamericano pasa por el Canal de Panamá en dirección a sus respectivas costas orientales. En la actualidad, el 60 por ciento de todos los tránsitos por el Canal de Panamá se dirigen a las costas orientales de EEUU o de China. ¿Cuál va a ser la relación comercial entre estos dos gigantes en unos 20 o 50 años?

Los panameños, con el gobierno de turno o sin el gobierno de turno, tenemos que someter este problema a un estudio serio y profundo. Sobre la base de lo que nuestros estudios arrojen hay que preparar un plan de desarrollo nacional. Si no somos capaces de hacerlo a corto plazo seremos el istmo de la China que nos usará para dominar el mundo Atlántico.

El sueño de Bolívar aún está vigente. Si queremos podemos llegar a ser el moderno Corintias del mundo. Sin plan, que sirva de guía, seguiremos siendo el angosto punto exótico en los movimientos comerciales y militares de poderosos y lejanos imperios.

 Marco A. Gandásegui, hijo es profesor de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA.


 source: ALAI