Las negociaciones con Europa tienen de base el TLC con EE.UU
Las negociaciones con Europa tienen de base el TLC con EE.UU
Los tratados firmados por Colombia y Perú son una influencia en las conversaciones. Los europeos presionan para obtener iguales o mejores ventajas.
Redacción Guayaquil, 4-5-08
La Unión Europea (UE) no va a querer menos de lo que Estados Unidos logró con Colombia y Perú. Por lo menos esa es la percepción que dejó la última ronda de negociaciones entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la UE.
Iván Besich, del sector privado de Perú, dice que las conversaciones con los europeos son más fluidas que con EE.UU.
En el caso peruano, los europeos saben que el Tratado de Libre Comercio (TLC) logró que el 80% del universo de productos del Perú fuera negociado en la canasta A, de desgravación inmediata.
La certeza de que Perú está muy abierto al libre comercio hace prever que no será un problema llegar a un acuerdo. Una posición similar existe sobre Colombia, que también terminó la negociación del TLC con EE.UU. y que ahora espera la aprobación por parte del Congreso de eses país.
Sobre Ecuador, en cambio, existen dudas, pues no tienen claro hacia dónde apunta la política económica ni el grado de apertura comercial de Ecuador. “No sabemos la posición de Ecuador al rechazar el TLC con Estados Unidos”, dijo el jefe negociador del área comercial de la Unión Europea, Rupert Schlegelmilch.
Dentro de las negociaciones entre los bloques de la CAN y la UE existen temas que ya se trataron con EE.UU., como acceso a mercados, propiedad intelectual, servicios, compras públicas, etc.
De ahí que Besich cree que en el acuerdo con la UE se quiere superar los logros obtenidos en el TLC.
El empresario recuerda que en esa negociación se acordaron derechos sobre los conocimientos ancestrales y la biodiversidad.
Explica que los pobladores saben para qué sirven y cómo se utilizan las plantas medicinales, pero no pueden patentarlas, aunque sí son reconocidas en el acuerdo. “Con esa experiencia se está pidiendo eso y tratando de mejorarlo”, enfatizó.
En Colombia también se conoce que el TLC es el piso para la negociación entre el bloque europeo y el andino. “Europa ha dicho que quiere ir más allá de lo que dice la OMC. Y no sería lógico que firme un acuerdo menor a lo que ya recibe Estados Unidos de Perú y Colombia”, dice Mario Valencia, de la Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio.
Señala que en esa negociación Colombia no logró nada más allá de las Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea). Estas registran 6 500 productos libres de arancel, aunque apenas se exportan 100.
En cambio, los EE.UU., en caso de que el Congreso ratifique el acuerdo, tendrá acceso a productos sensibles como el maíz, donde se estableció un contingente para la importación de 2 millones de tn/año. Colombia produce un millón de toneladas al año.
Patricio Carrasco, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), dice que las sensibilidades o riesgos de los productos son distintas entre los mercados estadounidense y europeo. Pero que en términos de modalidades, métodos y análisis de negociación, se parte de la misma base.
En el Tratado de Libre Comercio los productos más sensibles para Ecuador eran las carnes rojas, porcinas y el arroz. “Pero el escenario cambia con la UE, pues la plataforma de costos y fletes es diferentes. Y existen otras oportunidades que reducen las sensibilidades”.
El pedido de los automores
Los miembros de las asociaciones automotrices de Ecuador, Colombia y Perú, presentaron su propuesta para las negociaciones entre la Comunidad Andina (CAN) y la Unión Europea (UE).
El pedido, dijo Clemente Ponce (Ecuador), es lograr una desgravación inmediata y total del capítulo de los vehículos. La CAN presentó una primera propuesta de reducción a 10 años. En Colombia y en Ecuador se paga un 35% de impuesto al ingreso de automotores.
En contraparte, según Oliverio García (Colombia), la Unión Europea planteó una desgravación de sus productos a siete años. Pero en esta tercera ronda no se mencionó avances en esa materia. El año pasado, en la región se vendieron 400 000 vehículos y el potencial es de un millón.
