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Mexicanos continúan protestas por revisión del TLCAN

22 de Mayo de 2008

Mexicanos continúan protestas por revisión del TLCAN

Lídice Valenzuela, Colaboradora de Rebelde

Cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá, TLCAN por sus siglas en inglés) los expertos coincidieron en que los mexicanos, en especial los que vivían de la tierra, llevarían la peor parte. La continuidad de los días le dio la razón.

En México, centenares de agricultores están quebrados o sus niveles de vida lindan la pobreza debido a la imposibilidad de competir con los productos subsidiados de sus grandes socios industrializados de una alianza que comenzó coja de una pata. La economía del antiguo país de los aztecas no puede compararse con la norteamericana ni la canadiense, entre otros elementos, por la desigualdad de la distribución de la renta existente en ese Estado latinoamericano.

Uno de los estallidos sociales ocurrió hace pocos meses cuando el precio de la tortilla, alimento básico de la canasta básica mexicana, hecha a base de maíz, subió su precio en un 30 por ciento, debido a que el grano utilizado era foráneo, más caro, con entrada sin aranceles y subsidiada su producción por el gobierno de Washington

Ahora, tras meses de manifestaciones, las organizaciones campesinas, sindicatos nacionales, apoyados por estudiantes y la mayoría de la población, iniciaron este miércoles nuevas jornadas de protesta en varios estados para que el gobierno del presidente Felipe Calderón se vea obligado a la revisión del TLCAN con sus socios, un hecho que algunos politólogos dicen que es imposible dada las sustanciales ventajas obtenidas por los otros dos firmantes.

Los agricultores también pretenden que el Ejecutivo mexicano apoye al sector rural, uno de los más afectados por los negativos resultados que el TLCAN ha traído al país.

Desde hace semanas, las instituciones que se niegan a aceptar los resultados de esta iniciativa comercial, con los agravantes que puede traer para la política interna, se integraron en tres grandes organizaciones, el Movimiento Nacional por la Soberanía Alimentaria, las Libertades Democráticas y los Derechos de los Trabajadores, todas con el mismo objetivo.

Una de las mayores preocupaciones expresadas por los líderes de estas entidades es la posibilidad de que México caiga en una crisis alimentaria a corto plazo, entre otras cuestiones, por el alza de los precios de productos básicos, tal como se vislumbra a nivel planetario, pues aunque posee suficiente tierra para cubrir sus necesidades vitales, el TLCAN se convierte, de hecho, en un enemigo de las fuerzas productivas locales.

Uno de los líderes de la Central Campesina Cardenista, Max Correa, vocero de las instituciones que protestan contra el TLCAN en sus actuales términos, afirmó que el gobierno de Calderón desestima la posibilidad de una carencia de alimentos.

Aseguró que la próxima cosecha carecerá de los resultados esperados, pues se ha sembrado menos y los insumos fueron muy escasos.

También preciso que estas manifestaciones ante las delegaciones de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) es la etapa de preparación para un paro nacional del sector rural el próximo mes de septiembre.

Correa alertó que el déficit en la producción de alimentos en México se traduce en más de 17 millones de toneladas de granos básicos, con la consiguiente secuela de desempleo, pobreza y la necesidad de emigrar hacia otros países, en especial Estados Unidos, cuya política hacia los trabajadores mexicanos es harto conocida.

El dirigente auguró una desestabilización social en los próximos meses, la cual, precisó, puede evitarse si el gobierno central se encarga de discutir el TLCAN, crea reservas estratégicas de alimentos por estados y colabora con precios justos para los fertilizantes que adquieren los agricultores de menos recursos.

Hasta ahora, a pesar de las advertencias de estas organizaciones, el Ejecutivo mexicano no ha dado a conocer medida alguna que sirva, al menos, de paliativo para la difícil situación creada en el medio agrario con el TLCAN y otros factores externos que impiden la adquisición de alimentos.


 source: Radio Rebelde