México: Impacto del TLC en el mundo rural
México: Impacto del TLC en el mundo rural
20-3-08
Los agricultores mexicanos están preocupados. En enero entró en vigor la última etapa del Tratado de libre comercio norteamericano que permite de ahora en más la libre importación de productos tan importantes para la alimentación básica como el maíz, los frijoles, la caña de azúcar y la leche en polvo. Un tratado que las autoridades mexicanas juzgan globalmente positivo para el país, pero que inquieta a los campesinos, como lo demostró el éxito de la marcha de protesta que organizaron el 31 de enero de ciudad de México.
Los seis millones de pequeños campesinos mexicanos atribuyen al TLC sus dificultades para competir con los productos importados. Ejemplo, el estado de Morelos, gran productor de arroz, de maíz y de caña de azúcar, que ofrece un aspecto de gran prosperidad. Pero la realidad es más compleja.
Vistos los jornales muy bajos que reciben los cañeros, resulta sorprendente que el azúcar mexicana sea más cara que la importada de EEUU. Para hacer frente a una competencia que juzgan desleal, los cañeros mexicanos quieren que el gobierno obligue a las compañías que fabrican bebidas gaseosas, como Coca Cola, a utilizar azúcar de caña para ayudarlos a competir con la fructosa importada de EEUU. Viejo cañero, Genovevo Yáñez considera que sin respaldo gubernamental, la batalla está perdida para el azúcar mexicana.
A decir verdad, esta apertura de fronteras pone sobre todo de relieve las carencias de la agricultura mexicana, que paga la excesiva parcelización de las tierras, fenómeno que condena a la miseria a los pequeños productores que las explotan. El maíz es otro ejemplo significativo. Sobre un total de dos millones de productores, sólo 4.000 venden su producción en el mercado nacional o internacional. La inmensa mayoría coloca su producción en el mercado local. La ausencia de inversiones llevó a esta producción de autoconsumo a estancarse, con un crecimiento de apenas 2% por año, obligando a México a importar crecientes cantidades, hasta 10 M de toneladas en 2007.
Diputado del oficialista Partido Acción nacional (PAN) Guillermo Temborel, presidente de la comisión de agricultura en la cámara de diputados, estima sin embargo que la idea de renegociar el TLC es absurda, ya que México saca un gran provecho de este acuerdo.
Fernando Rollo, economista del Banco Mundial, opina sin embargo que el gobierno mexicano no debe focalizarse en los resultados globales de la agricultura mexicana en el mercado norteamericano, y que debe tomar rápidamente algunas medidas.
En efecto, cabe preguntarse qué hará el gobierno con estos millones de pequeños agricultores. Y sobre todo qué porvenir podrá ofrecer a sus hijos.
Catorce años atrás, cuando firmó el TLC, el gobierno mexicano prometió que este acuerdo permitiría la creación de numerosos puestos de trabajo y riquezas capaces de proyectar a México hacia el primer mundo. Pero la verdad es que en todos estos años, los sucesivos gobiernos asistieron sin reaccionar a la degradación del mundo rural. No hubo en particular ninguna política agrícola capaz de hacer que los productores mexicanos se volvieran competitivos. El 85% de los agricultores mexicanos poseen apenas dos hectáreas de tierra en promedio, contra 49 hectáreas en Estados Unidos. Consecuencia, la agricultura mexicana ha perdido en los últimos años millones de brazos, muchos de los cuales emigraron hacia Estados Unidos. Cruz López Aguilar, presidente de la poderosa Confederación nacional de campesinos, denunció esta falta de previsión durante la gran marcha del 31 de enero pasado.
El alza de los cursos mundiales de los cereales, del 7 al 9% cada año, no ha enriquecido a la agricultura mexicana. Al contrario, su principal efecto fue incrementar el coste de la vida para los mexicanos más humildes, y en particular el de la tortilla de maíz, base de la alimentación de unos 50 millones de mexicanos. Max Correa es presidente de la ONG "no estamos solos".
Una renegociación muy improbable. Si bien la unidad demostrada por el mundo agrícola ante esta apertura de fronteras de la TLC es significativa, queda por ver si tendrá la capacidad de pesar sobre su destino.
Entrevistas y conducción desde el estado de Morelos: Patrice Gouy.
