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Negociar en bloque y eliminar TLC, estrategia de desarrollo

Negociar en bloque y eliminar TLC, estrategia de desarrollo

Por Pedro Rioseco, 20-12-11

Articular negociación entre bloques como la estrategia comercial que propone el presidente Rafael Correa, y rechazar tratados de libre comercio (TLC), es para el académico Fánder Falconí el camino para el desarrollo de América Latina.

En entrevista con Prensa Latina, el titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) apoyó las intenciones de Ecuador de ingresar al Mercado Común del Sur (Mercosur) por ser convenientes para el desarrollo del país.

Esto, afirmó, no solo fortalecería a Ecuador como un bloque, en términos latinoamericanos, sino incluso, en la potencialidad de abrir un espacio de negociación comercial con la Unión Europea daría mucho más fuerza a las posiciones ecuatorianas.

Como sabemos, comentó, Europa afronta una de las crisis económicas más agudas desde la gran recesión de la década del 30, y hay países que prácticamente están al borde de la quiebra, como Grecia, Irlanda del Norte, Portugal, Italia, o España.

Estos países europeos han sufridos los embates de una crisis económica básicamente por la acumulación de deudas, antiguas y nuevas, que ponen en riesgo la posibilidad de una salida inmediata a esa situación, afirmó el también excanciller ecuatoriano.

En ese contexto, agregó, Europa tiene una estrategia bastante clara, y en general el mundo capitalista, de trasladar los efectos de la crisis a los países con crecimiento emergente, como es el caso de los países latinoamericanos.

América Latina, por el contrario, este año ha tenido un crecimiento económico relevante, subrayó Falconí al citar que se esperan tasas de crecimiento cercanas al cinco por ciento en general en la región, y sobresale en ese sentido la previsión ecuatoriana cercana al 6,5.

Me parece que éste sería el peor momento para negociar TLC en la usanza convencional con Europa, advirtió el miembro del Buró Político del gobernante Movimiento Alianza PAIS.

Los tratados convencionales generan un conjunto de riesgos para las economías que pretenden lograr saltos importantes en materia de desarrollo, y la lógica, dijo, sería buscar otro tipo de negociaciones comerciales que involucren una más abarcadora.

Citó temas complicados en las negociaciones como el tratamiento a la inversión pública, limitar los mecanismos de compras públicas como generadores de empleos productivos y articuladores de una estrategia de desarrollo interna, de acumulación de capital.

Generan también los TLC, acotó, riesgos a la propiedad intelectual y a la agricultura campesina, tomando en cuenta que la Unión Europea (UE) tiene subsidios agrícolas que se estiman cercanos a los 55 mil millones de euros, por año por lo cual es difícil competir con ellos.

Recordó Falconí que la Comunidad Andina (CAN) empezó con Europa la negociación de un acuerdo de asociación, que involucraba algunos aspectos de diálogo político, de cooperación y de comercio.

Luego, puntualizó, se fue desvirtuando esa intención hasta quedar en un acuerdo multipartes unilateral, en la cual la negociación se focaliza en los aspectos de comercio, inversión y servicios, pero sin acoplar los aspectos esenciales de esa primera idea.

En la práctica, resaltó al referirse a las negociaciones con la UE, aspectos tan esenciales para los latinoamericanos como son el tratamiento a los problemas migratorios, se les deja de lado deliberadamente.

Creo que hay que borrar de la historia los TLC, recalcó tras negar que esté en contra del comercio o de los mercados, sino recordar la frase de que los mercados son un mal, amo pero pueden ser un buen sirviente.

A los mercados, enfatizó, hay que saberlos utilizar en términos del desarrollo propio de un país, de la acumulación propia y de la generación de oportunidades.

En ese sentido, destacó, que la posibilidad de tener espacios mucho más articulados en América Latina para abrir negociaciones políticas, comerciales, financieras y de toda índole, con países desarrollados es sin duda una gran idea.

Un elemento muy importante es que eso pasa por el fortalecimiento de la integración latinoamericana, de espacios como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), puntualizó.

Y también, recalcó, de la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sin el tutelaje tradicional de Estados Unidos, y por lograr una mejor inserción en espacios como Mercosur para abrir de mejor manera las negociaciones comerciales.

Es muy distinto negociar para un país, precisó, con realidades propias y sin un peso específico en el mundo porque no posee grandes reservas de recursos naturales, una enorme población o un alto Producto Interno Bruto per cápita, que negociar como un bloque.

De esa manera, concluyó, como bloque se pueden defender de mejor manera los intereses latinoamericanos y también los ecuatorianos.


 source: Prensa Latina