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Referendum en la UNA ratifica oposicion al TLC de comunidad universitaria

Los universitarios de la UNA han hecho manifiesta su oposición al TLC de diferentes maneras.
La comunidad universitaria de la Universidad Nacional (UNA) despejó las dudas sobre su posición con respecto al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y República Dominicana. La oposición se hizo manifiesta de dos maneras. Primero, en un plebiscito convocado por la Rectoría, donde el 73,1% de los universitarios votó en contra del Tratado (solo un 14,6% lo hizo a favor, mientras un 11,4% se abstuvo). Posteriormente, el Consejo Universitario acordó: "Manifestar a la Asamblea Legislativa nuestra oposición a la aprobación del texto actual del Tratado de Libre Comercio Estados Unidos-Centroamérica-República Dominicana".

El Consejo Universitario, además de rechazar el texto, le señala a la sociedad costarricense la necesidad de abocarse a resolver sus problemas estructurales, independientemente del TLC. El fundamento que da sustento al acuerdo del Consejo Universitario se divulgó en la publicación oficial UNA Gaceta, número 9, del 31 de mayo de 2006. En dicho documento, elaborado por varios especialistas universitarios, se analizan los aspectos jurídicos, el TLC y la educación costarricense, el TLC desde una perspectiva económica, el tratamiento de la biodiversidad en el TLC, el TLC y su impacto sobre el recurso hídrico y se presenta un balance general.

Sobre el acuerdo, Olman Segura, rector de la UNA y presidente del Consejo Universitario, destacó su amplitud y los planteamientos de fondo, los cuales pueden generar una discusión ideológica. Sin embargo, agregó, "el documento plantea que la comunidad universitaria de la UNA, en una forma muy razonable, muy estudiada y muy pausada, plantea que existen dudas razonables con respecto al texto del Tratado".

Fue enfático al declarar que Costa Rica debe tener tratados comerciales para entrar al proceso de internacionalización por ser un país que necesita y siempre ha necesitado del comercio internacional. Por tanto, añadió, no es un rechazo al Tratado sino al texto, pues contiene dudas sobre su naturaleza jurídica, el tema laboral, la legislación ambiental, la biodiversidad, la propiedad intelectual y la creación verdadera de comercio y de fuentes de empleo.

Seis de varias razones

Aunque el Consejo Universitario reconoce como inevitable el proceso de globalización y ve en los tratados de libre comercio uno de los instrumentos principales para esa integración, advierte que los mecanismos de intercambio comercial a que esos tratados den lugar "deben caracterizarse por ser equitativos e incluyentes de los intereses de todas las partes". No pueden, agrega el acuerdo, decretarse sobre la base de la asimetría entre nacionales, o sin una consideración y adecuación a las necesidades nacionales.

Se consideró también que el Tratado debe enmarcarse dentro de una agenda permanente del país, que procure soluciones sostenibles a los principales problemas nacionales y no como una agenda complementaria, ligada sobre todo a la competitividad empresarial.

Para el Consejo Universitario, la actual versión del texto no ofrece garantías suficientes sobre los beneficios que obtendrá el país, por lo tanto no se le considera como un instrumento de potenciación y desarrollo para la sociedad costarricense. Lejos de crear "un camino con futuro en el que todos los costarricenses nos sintamos comprometidos e invitados a participar", el convenio más bien crea incertidumbre entre la gente.

Se tomaron en cuenta también "dudas razonables" sobre la posible limitación al desarrollo legal y jurisprudencial del país, de derechos y normas constitucionales, en especial en materia laboral y ambiental. Esto por cuento mientras en los Estados Unidos el tratado se aprobó como una Ley de Implementación (Implementation Act), con una jerarquía de fuente del derecho menor a la Constitución, las leyes federales y estatales, en Costa Rica se está planteando un Tratado de rango superior a nuestras leyes, obligándonos así -y solo a nosotros- a hacer modificaciones a nuestra legislación interna. No existe, por tanto, las condiciones de reciprocidad, como lo demanda el derecho internacional.

La Universidad Nacional ha organizado en los últimos meses varias actividades como conferencias, mesas redondas, foros y publicaciones en las que se ha analizado el texto del Tratado con el propósito de generar un mayor conocimiento sobre las implicaciones de éste. Los análisis sirvieron de insumo al Consejo a la hora de avalar el rechazo al texto.

Finalmente, se consideró el aporte que un grupo interdisciplinario de distinguidos académicos de la UNA, integrados por el Consejo Universitario, realizó sobre diversos aspectos del TLC y sus implicaciones para el país en los campos jurídico, económico, ambiental, educativo y de reforma del Estado.

Un proceso cuidadoso

Por indicación de la Rectoría, el Tribunal de Elecciones de la UNA (TEUNA) realizó el plebiscito sobre el TLC, en el que podían participar todos los funcionarios académicos y administrativos, interinos y en propiedad, así como los representantes estudiantiles. Para la consulta, el Tribunal imprimió 3000 boletas y redactó un procedimiento para celebrar las Asambleas de votación.

Cada unidad realizaba su propia asamblea y en casi todos los casos algún delegado del TEUNA participó como orientador del proceso o brindó capacitación a quienes se encargaron de registrar los datos de la consulta. Tras las asambleas, cada unidad enviaba al tribunal en sobre sellado, los resultados junto con el padrón de firmas. Todos los datos se verificaron, posteriormente, durante las sesiones del Tribunal. Las boletas que que se utilizaron se numeraron y se enviaron al IDESPO, que prepara un análisis sobre esta consulta.

Se realizaron 61 asambleas plebiscitarias en las diferentes escuelas, decanatos, posgrados, institutos y unidades administrativas. Del total de los 2858 personas que podían votar (2615 funcionarios académicos y administrativos y 243 representantes estudiantiles) votaron 1498 personas; o sea, el 52,4% del total. Votaron a favor del TLC el 14,6%; en contra, el 73,1% y se abstuvo el 11,4%. El resto fueron votos nulos y en blanco.

Fuente: TEUNA.

¡NO AL TLC! ¡NO AFLOJEMOS!
¡Otro mundo es posible! ¡Otra Costa Rica es posible!


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