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Acuerdo de libre comercio UE-Chile : ¿oportunidad u obstáculo ?

Por Sophia Boddenberg | 3-11-20

Acuerdo de libre comercio UE-Chile : ¿oportunidad u obstáculo ?

Chile negocia la modernización de su tratado de libre comercio con la UE. En ambos lados, las voces críticas son cada vez más fuertes. Al mismo tiempo, Chile debe proveerse de una nueva Constitución.

"El libre comercio es el mejor instrumento para promover el desarrollo sostenible, la creación de empleo y la innovación", dijo León de la Torre, embajador de la Unión Europea (UE) en Chile, en una mesa redonda a finales de septiembre sobre la modernización del Acuerdo de Asociación, que existe desde 2003 entre Chile y la UE.

"El comercio se ha más que duplicado. La UE es el tercer socio comercial más importante de Chile y ha contribuido a la diversificación de la economía chilena", precisó el embajador. "La modernización del Acuerdo de Asociación enviará una fuerte señal para fortalecer la confianza mutua y traer más inversión europea a Chile", aseguró.

Según un informe del Ministerio de Economía de Chile, cuando el acuerdo entró en vigor en 2003, más del 53 por ciento de las exportaciones de Chile a la UE consistían en productos mineros y solo el diez por ciento en productos agrícolas, forestales y pesqueros. Pero, en 2019, estos últimos representaron más del 18 por ciento de las exportaciones a la UE.

Cátodos de cobre, carbonato de litio, celulosa, paltas o aguacates, arándanos, vino, nueces y salmón son hoy algunos ejemplos de productos chilenos que se exportan a la UE libres de impuestos. La UE, por su parte, suministra principalmente vehículos, aviones, medicamentos y productos químicos a Chile.

Desde 2017 se está negociando una modernización de los componentes comerciales del acuerdo existente, con el objetivo, entre otras cosas, de desmantelar aún más las barreras comerciales, adaptar las normas ambientales y proteger a los inversores. "Para nosotros es una prioridad mejorar las condiciones de acceso de los productos chilenos al mercado europeo", dice el jefe negociador chileno, Felipe Lopeandía.

Extracción de materias primas en lugar de industrialización

Chile es el principal proveedor de litio de la UE, cuya industria automotriz lo emplea para producir baterías para autos eléctricos. El acuerdo de asociación existente ya prevé un arancel cero para el comercio de productos de litio. Las propuestas de la UE para el nuevo acuerdo incluyen un capítulo sobre energía y materias primas, que debería facilitar aún más el acceso de la UE a las materias primas chilenas.

Lopeandía ve esto de manera crítica. "La UE quiere acceso preferencial a ciertas materias primas. Tal obligación podría convertirse en una especie de camisa de fuerza para Chile", dice. El acuerdo podría evitar que Chile desarrolle su propia industria de baterías de litio en lugar de simplemente extraer la materia prima.

El proceso de extracción y evaporación intensiva en agua para la obtención de carbonato de litio en el desierto de Atacama chileno también ha generado conflictos con los indígenas atacameños, que no pueden sobrevivir sin agua.

"En Chile, seguimos siendo una república bananera en el sentido de que exportamos materias primas e importamos productos procesados, ​​en lugar de desarrollar nuestra propia industria", dice Jorge Muñoz Coca, uno de los líderes de la comunidad indígena de Soncor, en el desierto de Atacama.

Los acuerdos de libre comercio como el que se está negociando entre Chile y la UE profundizarían aún más la dependencia de Chile de las materias primas y aumentarían así los problemas asociados con su extracción.

"El concepto del triángulo de litio crea la imagen de un gran paisaje desértico, rico en materias primas y en el que no hay vida. Pero hemos vivido aquí durante siglos", dice. "Las empresas mineras llevan muchos años violando nuestros derechos humanos. Contaminan el medio ambiente, nos quitan el agua que necesitamos para la agricultura y así destruyen nuestra cultura".

"Las empresas destruyen la biodiversidad"

Los mapuche, el pueblo indígena más grande de Chile, se ven afectados por las plantaciones forestales que han llevado a la destrucción del bosque natural en su territorio. Las fábricas de celulosa también vierten sus aguas químicas residuales a los ríos y al mar.

Juana Calfunao es lonko, autoridad de la comunidad mapuche de Juan Paillalef, en Cunco, en la región de la Araucanía. Hace campaña contra empresas que están destruyendo el medio ambiente en territorio mapuche. Ha estado en prisión varias veces y ha denunciado las violaciones de derechos humanos contra el pueblo mapuche ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.


 source: DW