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Asean, avanza en 2009, pero el camino es largo aún

Asean, avanza en 2009, pero el camino es largo aún

Jueves, 03 de diciembre de 2009

Por Susana Ugarte (*)

Que la meta de convertir a la ASEAN en un conglomerado comunitario es bien osada, nadie lo duda y pese a ello todos reconocen que el variopinto bloque del Sureste Asiático dio pasos importantes por ese camino, aunque la distancia hacia esa cima resulta grande aún.

Con la entrada en vigor de su Carta, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) contó en 2009 con las reglas necesarias para continuar ese proyecto, similar al modelo europeo desde el punto de vista estructural.

Ese documento, firmado en noviembre de 2007 y en él que se exponen los reglamentos sobre la condición de miembro, quedó ratificado por los estados de la región un año después e imprimió valor legal al propósito de convertirla en una comunidad para 2015.

Distintos momentos como la consolidación de la cooperación con China, Japón y Surcorea en el grupo conocido como ASEAN +3, en el cual selló acuerdos clave en materia económica y otros que diversificaron el intercambio con esos socios abrieron el horizonte de los 10 países vinculados dentro de la entidad integracionista.

Ya para fines de 2009 un fondo de 120 mil millones de dólares debe quedar activado para apoyar a los países sin que deban recurrir al Fondo Monetario Internacional con problemas de liquidez, según el consenso alcanzado en su última cita cumbre, celebrada en Hua Hin, Tailandia.

La pujante China ofreció multimillonario respaldo al desarrollo de infraestructuras en el área y créditos en varias direcciones, mientras prevé crear la mayor área del libre comercio del mundo con esta región.

Japón y Australia propusieron fórmulas propias sobre un ente comunitario de mayor dimensión, Tokio de largo alcance y Canberra más centrada en Asia-Pacífico con la ASEAN como núcleo, aunque las dos contemplan a Estados Unidos inquieto ante una Asia consolidada en torno a Beijing, según juzgan analistas regionales.

El encuentro de Hua Hin, foro anual que abarca también a la ASEAN +6, con la suma de la India, Australia y Nueva Zelanda dejó un claro saldo positivo.

Varias notas distintivas lo marcaron. Japón hizo presión con mayor caudal financiero no sólo con miras a mermar la influencia china, sino en un intento de aventajar a Australia, que ya firmó un tratado de libre comercio (tlc) con la zona.

Tokio y Surcorea tienen igualmente trazado ese último objetivo.

La India enfatizó su presencia y selló también un esperado tlc con la ASEAN, entre otras decisiones enfiladas a dejar sentado que para cualquier movida entre asiáticos debe contarse con ella, tercera potencia del Continente.

Al clausurar esa reunión, el primer ministro tailandés, Abhisit Vejajjiva, destacó que el mandato de su país, que asumirá Vietnam durante 2010, deja una ASEAN revitalizada y más integrada.

En lo adelante se trata de concretar pasos, dijo Abhisit para llamar a los líderes de la entidad a seguir jugando un papel constructivo basado en los compromisos con los socios del bloque para mantener su centralidad en la evolución de la arquitectura regional.

No obstante, el camino hacia una comunidad de la ASEAN es aún bien largo, las diferencias y desequilibrios entre sus miembros no resultan pocas.

Regímenes distintos, diversidad cultural, social y religiosa, países tan industrializados como Singapur, otros pobres como Laos y algunos con intereses encontrados como Tailandia y Camboya (en la frontera común) o Malasia e Indonesia (en mares adyacentes), conforman un mosaico de múltiples colores a armonizar con la mira en el 2015.

La ASEAN está integrada por Brunei, Singapur, Malasia, Filipinas, Indonesia, Cambodia, Laos, Tailandia y Vietnam.

Con una población mayor de 580 millones de habitantes, un Producto Interior Bruto (PIB) combinado de 1,5 billones de dólares (millón de millones), este bloque aspira también a transformarse en un mercado único que con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca, quedó reincorporado al ruedo de intereses de Estados Unidos, tras años ignorado por George W. Bush.

(*) La autora es corresponsal de Prensa Latina en Vietnam.


 source: Prensa Latina