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Breves del TLC andino

URIBE: a deteriorar rapidito la salud con el TLC

Pusilánime frente a Bush en el rancho Crawford y prepotente ante el pueblo colombiano en la asamblea de Analdex, Uribe Vélez firmará el TLC llevándose por delante los más sentidos intereses nacionales. Las negociaciones de este tratado se han hecho a espaldas del país y lo que se ha pactado hasta el momento, aunque solo se conoce parcialmente, es inmensamente dañino. A la población se le ha mentido de manera descarada, como lo denunció Alberto Bravo Borda presidente de la agremiación de los laboratorios farmacéuticos nacionales: el ministro de Comercio Exterior, Jorge Humberto Botero, ha dicho que una buena negociación en el TLC evitará poner en riesgo el acceso de la población a los servicios de salud. Pero los hechos desnudan al mendaz personaje. La cláusula de “Anulación y menoscabo” (que les permite a las multinacionales farmacéuticas reclamar multimillonarias indemnizaciones si no se logran sus expectativas de ganancias) fue calificada por Botero de inconveniente, improcedente y violatoria de la soberanía nacional, ataque en que lo acompañó Hernando José Gómez en octubre de 2002. Ahora el Ministro es un defensor de dicha cláusula con el argumento peregrino de buscar un supuesto equilibrio en la negociación.

María Claudia García, representante de las multinacionales farmacéuticas pretende hacer creer a los colombianos que las pretensiones estadounidenses en el TLC no afectarán el precio de los medicamentos, ni producirán la desaparición de los genéricos. Para eso se basa en un estudio de Fedesarrollo el sobre el cual su propia directora, Marcela Meléndez, aclarará que “nadie puede apoyarse en el estudio para afirmar que las negociaciones del TLC no tendrán ningún impacto en los precios de los medicamentos y el acceso a los servicios de salud”. Por su parte, Rudolf Hommes, al tratar de descalificar la valerosa renuncia de los tres funcionarios del Ministerio de la Protección Social, se lamenta porque ellos “no poseen una visión de conjunto, ni están sopesando los costos del área de propiedad intelectual, en los que supuestamente se incurriría, contra amplios beneficios que se derivan de logros en otras áreas”. Es decir, que para Hommes no importa si la comida ya no la producen nuestros campesinos o la inmensa mayoría de los colombianos se quedan sin salud, si algunos exportadores pueden vender sus mercancías en Estados Unidos.

(octubre 3 de 2005)

TLC, Saqueo de nuestros recursos naturales

En las negociaciones del TLC Estados Unidos está proponiendo la posibilidad de patentar seres vivos especialmente animales y plantas modificados genéticamente, aspecto que no quedó incluido en el Cafta ni en el tratado con Chile. Los estadounidenses consideran que los organismos transgénicos reúnen las condiciones de patentabilidad: son productos novedosos, tienen categoría de invento y son susceptibles de aplicaciones industriales. Colombia ha suplicado al gobierno norteamericano que se comprometa en la lucha contra la biopiratería para proteger nuestros recursos biológicos, pero hasta ahora no ha habido una respuesta satisfactoria y la propuesta ni siquiera ha sido tenida en cuenta.

Sabido es que el país posee una de las mayores biodiversidades del mundo, pero también es cierto que nuestras especies silvestres están siendo sometidas a una gran depredación por parte de las multinacionales farmacéuticas como lo denunció recientemente el profesor Milton Thiago de Mello de la Universidad de Brasilia. De la secreción de la piel de una pequeña rana que habita desde México hasta Argentina, pero cuyo hábitat principal está entre Colombia y Brasil, se han obtenido medicamentos ya patentados para el tratamiento de la hipertensión, anestésicos y tranquilizantes sin que las comunidades indígenas, que conocen desde hace muchos años las propiedades anestésicas del veneno del anfibio, hayan tenido alguna retribución. Laboratorios de todo el mundo tienen científicos en nuestras selvas explorando plantas, animales, hongos en la búsqueda de principios activos para el tratamiento de diversos males, así como buscando células sanguíneas de los indígenas de esos ambientes que son resistentes a la malaria o a la fiebre amarilla. Laboratorios de Estados Unidos, Suiza, Francia y Japón ya han patentado algunas especies y sus productos, sacados de nuestros ricos ecosistemas.

El TLC busca garantizarle a Estados Unidos el acceso total a nuestros recursos energéticos, acuíferos y biogenéticos permitiéndole a las multinacionales apropiarse de inmensas riquezas y cercenando de paso la posibilidad para nuestros países de un desarrollo científico propio.

(Octubre 3 de 2005)

Hasta el biodiesel será extranjero con el TLC

Mientras el gobierno de Álvaro Uribe Vélez proclama con la arrogancia que lo caracteriza que firmará lo más rápido posible el TLC así le lluevan rayos y centellas, anuncia que las alzas mensuales de la gasolina (que ya alcanza más del 60% en lo que va corrido de su presidencia) continuarán por lo menos hasta el año 2007 y no hasta 2006 como lo había prometido. Mientras tanto continúa con su intención de privatizar la refinería de Cartagena para entregarla al capital extranjero, lo más probable al estadounidense. Que este gobierno va en contravía de los intereses nacionales, lo prueba el hecho denunciado por el senador Hugo Serrano, pues mientras este está impulsando en el Congreso un proyecto para usar biodisel que incorpore aceite de palma de los cultivos nacionales, los ministros de Transporte y de Medio Ambiente acaban de autorizar la importación de biodisel norteamericano elaborado con aceite de soya.

(Octubre 3 de 2005)


 source: RECALCA