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Colombia: Balance agridulce de los TLC

Colombia: Balance agridulce de los TLC

Por Andrés Espinosa Fenwarth | 31-7-18

No sorprende que las prioridades del nuevo gobierno sean abstenerse de negociar más tratados comerciales y aprovechar mejor los que tenemos.

Después de ocho años de ejercicio continuo del poder en materia comercial, sobresale el franco incumplimiento de la meta original de 30.000 millones de dólares en exportaciones no minero-energéticas. A pesar del viento a favor, representado por 16 TLC en vigor, las exportaciones agrícolas e industriales solo llegaron a 16.900 millones de dólares a finales del 2017, equivalentes al 56 por ciento del reto inicial propuesto por la presente administración.

La fragilidad exportadora del país se refleja en déficits comerciales en, prácticamente, todos los acuerdos vigentes, que al examinarlos de manera agregada al cierre del año pasado, ascienden a 3.267 millones de dólares. A nivel sectorial, el profundo ocaso exportador y el voraz apetito importador industrial resultan épicos, habida cuenta de que el saldo comercial es negativo en 14.197 millones de dólares, resultado del modelo estatal en boga que ha impulsado, errada y oficialmente, las importaciones desde diciembre del 2010. Por supuesto, el sector minero energético registra un superávit comercial de 9.840 millones de dólares. El agro también saca la cara con un puñado de exportaciones (café, flores, banano, azúcar y palma de aceite), que explican el superávit de 2.074 millones de dólares.

Por mercados, México presenta el déficit más prominente y persistente de todos, estimado en 1.788 millones de dólares al cierre del 2017. El comercio bilateral entre Colombia y la Unión Europea arroja un saldo adverso de 1.138 millones de dólares. Mercosur registra un déficit de 1.108 millones de dólares. La Alianza del Pacífico evidencia un resultado desfavorable de 942 millones de dólares. Análogo fenómeno se observa en el TLC con Estados Unidos, deficitario en 877 millones de dólares. Corea del Sur muestra un saldo negativo de 289 millones de dólares. Canadá exhibe un desbalance de 209 millones de dólares. EFTA tiene un balance negativo de 27 millones de dólares.

La Contraloría General de la República identificó las razones de este angustioso descalabro mercantil: ausencia de un plan estratégico de fomento de exportaciones y aprovechamiento de los TLC; inexistencia de cohesión y coordinación institucional, sectorial y territorial para el uso efectivo de las oportunidades comerciales; carencia de metodología para la evaluación del cuestionable desempeño del Ministerio de Comercio y de ProColombia en la promoción de las exportaciones no minero-energéticas.

La Contraloría también verificó la inexistencia de instrumentos de vigilancia y seguimiento de los compromisos adquiridos en los TLC; desperdicio de las preferencias arancelarias convenidas; insuficiencia de acciones eficaces para eliminar las barreras no arancelarias externas y domésticas que traban las exportaciones; fallas de coordinación entre los ministerios de Comercio, Agricultura y la Dian, respecto del seguimiento y verificación de aranceles pagados, volúmenes acordados de los contingentes agropecuarios, grado y calidad de las materias primas importadas, especialmente de maíz amarillo, en gravoso detrimento de la producción nacional.

No sorprende, entonces, que las prioridades del nuevo gobierno sean abstenerse de negociar más tratados comerciales y aprovechar mejor los que tenemos.


 Fuente: Portafolio