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Colombia : De bases y tratados

Colombia : De bases y tratados

José Fernando Isaza*, El Espectador, Bogotá, noviembre 19 de 2009

Tiene razón el gobierno cuando dice que muchas de las normas que rigen el tratado por el cual Colombia les entrega el uso de siete bases a las fuerzas militares estadounidenses son similares a las establecidas en otros acuerdos.

Las provisiones para exonerar de impuestos, tasas y contribuciones a los militares, familiares y contratistas, y las de inmunidad judicial. En las anteriores se dieron privilegios comerciales como la cláusula de la nación más favorecida.

Para ajustar a lenguaje “políticamente correcto” se modificó el documento de los Estados Unidos de América (EUA), que describía la importancia de la Base de Palenquero como un sitio ideal al ubicarse en una región amenazada por el narcotráfico, el terrorismo y donde existen gobiernos antiestadounidenses. Se suprimió la última frase, aunque la motivación sigue vigente. Esto nos convierte en el “submatón” de América Latina legitimando acciones contra países hermanos por el hecho de tener políticas que no sean del agrado de los Estados Unidos.

En 1848 se ratificó el tratado Mallarino-Bidlock de Paz, Amistad y Comercio para la defensa de la ley y el orden. Ratifica la soberanía de la Nueva Granada sobre el Istmo de Panamá y autoriza el desembarco de fuerzas militares de los Estados Unidos, si son solicitadas por las autoridades locales. Se otorgan los privilegios impositivos a los Estados Unidos y este país se compromete a estudiar la construcción de un canal interoceánico reafirmando que la soberanía estaría en cabeza de la Nueva Granada.

En 1870 se firmó entre los Estados Unidos de Colombia (EUC) y los EUA un nuevo tratado que reemplaza el de 1848. Se autoriza la presencia de 500 militares de los EUA, se conceden las mismas exenciones fiscales y aduaneras a favor de las fuerzas norteamericanas y sus familiares. Como no se hablaba de terrorismo ni de narcotráfico, el objetivo es la “defensa de la civilización” y por supuesto la construcción del canal. El tratado de una nueva garantía a los Estados Unidos de Colombia conservará su soberanía política y jurisdicción sobre el canal y territorio adyacente. Los EUA se hacen aliados de los EUC para ayudarle a rechazar cualquier ataque y reiteran que garantizarán positiva y eficazmente los derechos de soberanía, reconocidos en 1848. Todos sabemos el final de la historia, durante la vigencia de ese tratado. Estados Unidos propició y estimuló la desmembración de Colombia y convirtió el tratado en papel mojado.

Colombia en su historia republicana ha tenido confrontaciones limitadas con sus vecinos, con Perú y Ecuador una vez más fuimos “a las armas”, pero todo se ha solucionado sin pérdida de territorio por efecto de confrontación armada. Sólo por acción de Estados Unidos de América hemos modificado nuestras fronteras en detrimento de la integridad del país.

Con la firma del nuevo tratado no se puede evitar pensar en las teorías de convertir la administración y el uso de la Amazonia como patrimonio de la humanidad, es decir, en favor de la potencia dominante, y no como región que soberanamente administra 7 de los 8 países que comparten la cuenca.

El resultado de los tratados de 1848, 1870 y el de 2009 hacen recordar el final de la poesía de Rafael Pombo “El gato guardián”…

“E hízola el gato con tal suceso,

que ambos marcharon : ratón y queso.

Gobiernos dignos y timoratos,

donde haya queso no mandéis gatos”.

* Rector Universidad Jorge Tadeo Lozano


 source: RECALCA