Colombia : El TLC asunto político y comercial
Colombia : El TLC asunto político y comercial
Experto habla sobre las consecuencias del mismo para el país y EE.UU.
Por Hector Rodriguez Villa/EDLP, 13-10-2008
El Diario NY
Manhatan/EDLP - El TLC entre Colombia y Estados Unidos, se ha convertido en un problema político para los dos gobiernos y el tratado que contiene 23 capítulos y 1,500 folios es mucho más que un simple acuerdo comercial.
Esta afirmación la hace el experto en el TLC, Raúl Arroyave Arango, director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) y quien se encuentra en Nueva York dictando conferencias sobre el trascendental tema.
“En realidad, no hay aspecto de la vida nacional que no quede regulado por este tratado. Una especie de alianza entre la mula y el jinete, pues es a perpetuidad, está por encima de la constitución nacional, reduce el territorio colombiano en 692,000 km2, colma de gabelas tributarias a las multinacionales, arruina la agricultura y el aparato productivo nacional, especializa a Colombia en la producción de materias primas en bruto y en productos de agricultura exótica, la transforma en un paraíso fiscal para los especuladores financieros.
También impone a favor de las multinacionales todas las normas de propiedad intelectual y la propiedad de marcas patentes y tecnologías, permite la biopiratería y la patentación de seres vivos, establece el trato nacional para todas las empresas extranjeras en Colombia, abre el mercado para la provisión de provisiones públicas a las multinacionales, declara la libre entrada y salida de capitales, establece la oprobiosa cláusula de la llamada expropiación indirecta y traspasa a las multinacionales la propiedad de las empresas más rentables de capital nacional”, dice al hacer un resumen del tratado que los demócratas en el Congreso de Estados Unidos se han negado a aprobar y es rechazado por el candidato presidencial Barack Obama.
Arroyave Arango, dice también que el TLC niega el ingreso de los productos nacionales colombianos a Estados Unidos, hace irreversibles las regresivas medidas de la Apertura Económica y crea un paraíso laboral, sobre la base de la opresión de la mano de obra asalariada, obstruye hasta el infinito los derechos de asociación sindical y entroniza el asesinato de sindicalistas como práctica cotidiana.
Para el experto, en la medida que todo el país pierde con el TLC, ganan unos cuantos exportadores colombianos que presionan su aprobación para preservar las gabelas del ATPDEA , un acuerdo que existe desde 1991 y que significa cada año para estos exportadores únicamente 160 millones de dólares.
Dice que “ganan también las multinacionales gringas, que encontrarán la forma de revertir la tendencia decreciente de su cuota de ganancia y realiza su plusvalía a costa del envilecimiento del trabajo y de aprovechar las inusitadas ventajas laborales, fiscales y tributarias que les significan las 35 zonas francas que han sido establecidas por el régimen de Uribe Vélez para incrementar lo que él llama ‘la confianza inversionista’”.
Para Arroyave “el TLC es un atentado contra la CAN y toda la integración andina, el mercado natural de Colombia pues las imposiciones del TLC forzaron a que Colombia modifique unilateralmente las disposiciones del arancel externo común que tiene pactado con los países de la CAN, lo cual tiene herida de muerte toda la integración subregional”.
