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Colombia : Renegociemos el TLC con los Estados Unidos

Por Daniel Betancur | 12-3-23

Colombia : Renegociemos el TLC con los Estados Unidos

Desde que se firmó este tratado la ruina y la poca competitividad ha perseguido a nuestras empresas.

Los Tratados de Libre Comercio (TLC) según Procolombia, el organismo colombiano para incentivar las exportaciones, el turismo, las inversiones y la marca país en el extranjero son “un acuerdo comercial regional o bilateral, que consiste en facilitar el comercio a través del establecimiento de condiciones más favorables para el intercambio de bienes y servicios, su principal característica es la eliminación o disminución en las tasas arancelarias”. Precisamente Colombia tiene unos 17 acuerdos que involucran a alrededor de 65 países y un aproximado de 1.500 millones de personas vinculadas globalmente a los acuerdos. Este tipo de tratados busca crear zonas económicas entre países para ampliar el mercado de bienes y servicios, la inversión, la cooperación económica, la eliminación de las barreras arancelarias y profundizar las relaciones diplomáticas entre las naciones.

Unos de los principales socios comerciales de Colombia son los Estados Unidos de Norteamérica, país con el que suscribió un Tratado de Libre Comercio hace más de una década, acuerdo que está vigente y constituye el mayor número de negocios y la mayor cantidad de relaciones de intercambio de tipo comercial y económico que tiene Colombia con una nación del escenario internacional. Las exportaciones y las importaciones constituyen la base de la relación entre las dos naciones. Dadas las diferencias entre Colombia y Estados Unidos como las expresadas en el PIB (Producto Interno Bruto) del uno en comparación con el otro, la población total o el tamaño de los dos países según su superficie, se entendería en primer lugar, que las relaciones entre los dos actores del acuerdo comercial son profundamente asimétricas y este sería el punto de partida de cualquier análisis que se pudiera hacer de este acuerdo específicamente. Las relaciones asimétricas entre un país y el otro son evidentes y no pueden pasar desapercibidas. Mientras Colombia basa su modelo de producción en la explotación del sector primario de la economía como son los derivados de la tierra y algunos commodities como el petróleo y muy levemente explota los sectores secundarios y terciarios ; Estados Unidos basa su producción en la creación de valor a través del desarrollo de la tecnología y la invención de productos con valor agregado (MAZZUCATO, 2019).

El acuerdo comercial firmado entre Colombia y Estados Unidos ha traído la ruina de la industria nacional, a la diversificación de la economía colombiana y a la explotación de los sectores de la economía que crean valor como lo son los sectores secundarios y terciarios, que son propiamente los que permiten que se transformen las materias primas en mercancías con valor y no extrayéndolo en el mercado global. Pero, es precisamente lo que no se ha permitido con el acuerdo comercial entre países tan diametralmente opuestos y a lo que han apostado, a lo largo de la historia, los Estados Unidos, hacía el desvanecimiento del sistema productivo del país socio. Mientras que el país del norte no permite que se desarrolle el aparato productivo de los países del sur creando relaciones desiguales de intercambio dentro de los acuerdos comerciales, al mismo tiempo le permite a las principales sociedades industriales y sobre todo a él mismo preservar el sector estatal del cual depende la economía para socializar los costos y los riesgos (CHOMSKY, 2004).

El modus operandi de los Estados Unidos hacía aquellos países con los que llega a acuerdos comerciales es desincentivar en ellos el desarrollo de la producción nacional y destruir sus aparatos productivos ; mientras que ellos en el plano interno protegen su industria, protegen sus productores con subsidios e incentivan el desarrollo de nuevas tecnologías para la creación de valor. Sus tratados se basan en impedir el desarrollo de las economías de los socios con los que llega a acuerdos. Estados Unidos no es entonces un buen socio comercial para un país como Colombia debido a que condiciona sus acuerdos para que resulte beneficiada su propia economía en detrimento de la economía emergente como la colombiana.

La renegociación del TLC entre Colombia y Estados Unidos es necesaria, especialmente para convenir nuevas reglas comerciales para el intercambio de bienes y servicios que beneficien en igualdad de condiciones a las dos naciones. Es conveniente la renegociación para evidenciar la forma como se ha desincentivando el desarrollo de la producción nacional colombiana. Sectores como la agricultura y la industria se han visto afectados en Colombia por las importaciones desde Estados Unidos que son, mayormente, subsidiadas en su producción y por ende llegan a Colombia con precios que destruyen la producción nacional con los que el productor colombiano no puede competir.

Renegociar el TLC con Estados Unidos es un imperativo moral de cualquier gobernante colombiano que tenga unos mínimos de sentido común. Finalmente, los acuerdos comerciales entre países se deberían dar en condiciones de igualdad, justicia y moralidad ; no puede ser que un tratado sea impuesto bajo el pretexto de la amenaza de recortar las ayudas económicas de un país sobre otro. Los acuerdos comerciales entre dos naciones soberanas propenderán a beneficiar mutuamente sus economías nacionales.

Daniel Betancur

Politólogo

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA


 source: Las 2 Orillas