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Colombia: violencia contra sindicalistas vs TLC

19-2-09

Colombia: violencia contra sindicalistas vs TLC

Hernando Salazar, BBC Mundo, Bogotá

19/02/2009 - 19:12 (GMT) El asesinato de dirigentes laborales en Colombia es "la piedra del zapato" en el TLC firmado con EE.UU.

La violencia contra los sindicalistas colombianos es la "piedra en el zapato" para la aprobación en el Congreso de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio (TLC) suscrito entre Washington y Bogotá a finales de 2006.

Antes de darle el visto bueno al tratado y de que éste entre en vigor, las bancadas del Partido Demócrata exigen que las autoridades colombianas garanticen efectivamente la protección de los sindicalistas en este país andino.

Esa exigencia ha desatado un pulso entre los sindicalistas colombianos -apoyados por sus colegas estadounidenses- y el gobierno del presidente Álvaro Uribe.

Uribe asegura que bajo su mandato los crímenes contra los sindicalistas bajaron de 250 a menos de 50 al año y que las autoridades les dan protección a 1.748 dirigentes que han recibido amenazas.

Pese a que el número de crímenes y amenazas ha disminuido en estos seis años y medio de gobierno de Uribe, la violencia contra los sindicalistas continúa, pero las autoridades alegan que no todos los crímenes de sindicalistas han sido por su pertenencia a una asociación de trabajadores.

"Exterminio"

Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores de Colombia, le dijo a BBC Mundo que, por encima de la polémica sobre las cifras, "el problema de fondo es que nadie tiene por qué ser asesinado por el hecho de ser sindicalista".

Según la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT), en las últimas dos décadas unos 3.000 sindicalistas han sido asesinados en este país, golpeado por un conflicto armado desde comienzos de los años 60.

"Hay una política de exterminio contra los sindicalistas", no duda en declarar a BBC Mundo Tarsicio Mora, presidente de la CUT, cuando se le pregunta por la violencia contra el sector.

Y la abogada Lina Malagón, de la Comisión Colombiana de Juristas y asesora de la CUT, añade que es "muy grave la estigmatización que ha tenido el movimiento sindical" en este país.

En declaraciones a BBC Mundo, Malagón dijo que "dentro de la sociedad colombiana se ha arraigado la idea de que los sindicalistas acaban con las empresas".
Movimiento débil

Los prejuicios contra los sindicalistas no son algo exclusivo de Colombia, pero, la experta indicó que, contrario a lo que sucede en el mundo desarrollado y en los países nórdicos, el movimiento sindical colombiano es débil.

Y eso lo atribuye a cuatro razones: A la exclusión política; a la estructura del Estado "que mantiene lejos al movimiento sindical"; a que el diálogo social y la negociación colectiva "son residuales en Colombia" y a la violencia "sistemática, selectiva y estructurada".

Mora considera que la violencia contra sus colegas ha logrado diezmar las bases de las centrales obreras. "Nosotros antes éramos 1 millón y medio de afiliados y hoy somos 450.000".

La CUT y las demás centrales obreras colombianas se oponen al TLC con Estados Unidos, porque lo consideran "un tratado de adhesión" y los sindicalistas de Estados Unidos se han solidarizado con sus colegas.

Cartas a Uribe

Esta semana se conoció una carta al presidente Uribe, enviada por John J. Sewwney, presidente de la American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO), luego de que el mandatario denunció la existencia de "un bloque intelectual" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC.

Aunque Uribe no dio detalles sobre quiénes integrarían ese "bloque", el dirigente sindical estadounidense cree que esas declaraciones deslegitiman y ponen en peligro a sus colegas colombianos.

"Deseo expresar mi grave preocupación con respecto a comentarios públicos por usted expresados acerca de los defensores de derechos humanos en Colombia", señaló Sewwney.

La carta del dirigente pone en evidencia los sentimientos de un importante sector de sindicalistas de Estados Unidos, cuya voz es tenida en cuenta en el Congreso de su país.

Pero ésta no es la única carta que ha llegado al escritorio de Uribe desde el país del norte. A finales de marzo de 2008, el hoy presidente de Estados Unidos, Barack Obama, le envió una misiva con otros senadores demócratas pidiéndole más protección para los sindicalistas.

"Nosotros reconocemos todo lo que falta, pero yo creo que si el Senador (Barack) Obama conociera todo lo que se ha hecho, tendría que reconocer las mejoras", respondió Uribe.

Más allá del intercambio epistolar, aún no se sabe si en medio de la crisis económica que afronta ese país habrá tiempo e interés para votar el TLC con Colombia y cómo terminará el pulso por las amenazas a los sindicalistas de este país.


 source: Terra