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De un TLC de gallinas viejas, muslos sin hueso, vacas locas y residuos peligrosos

Según el ministerio, se respetaron “en su integridad los acuerdos alcanzados en febrero pasado” y por el comunicado oficial, sin verse la letra menuda, se deduce que el convenio se refiere a que bajo la denominación de “cuartos traseros de pollo” quedan incorporadas todas las variedades de este tipo de “deshecho”. Asimismo, que la intrascendente cuota de azúcar (de 50.000 toneladas cuando se aspiraba a 500.000) será administrada desde Colombia, con lo cual el margen, de 10 a 14 centavos de dólar por libra, será para el oligopolio dominante.

El comunicado deja puntos sin aclarar. En primer lugar, si fue un problema de traducción, como inicialmente se informó, o si fue una ronda adicional de negociación que se dio soslayadamente. ¿Quedó protegida la avicultura después del “acuerdo total”? Es la pregunta a responder. Cuando se mira el paquete negociado para este sector no es claro que éste, cuyas cuentas macroeconómicas apenas dan un margen de solvencia de menos del 20% para el grupo más tecnificado, pueda resistir la andanada de productos estadounidenses en forma de “deshechos”, desde gallinas viejas, despojos (vísceras) y hasta cuatros traseros en todas sus modalidades, de pechugas y de alas, que llegarán de inmediato sin arancel, y de pollo entero que descontará de un arancel del 20% en diez años de manera gradual hasta llegar a cero. Un descalabro muy probable para una rama que no tiene posibilidad exportadora, y que sería trágico, sabiendo que por cada tonelada perdida en el mercado se eliminan tres empleos.

En el comunicado de manera tan o más difusa se habla de la restricción de importar desde Estados Unidos carne bovina que provenga de reses mayores de 30 meses, “Dicho país asumió el compromiso de... pronunciarse en los próximos días”. La Organización Mundial de Sanidad Animal, en su Código Sanitario para Animales Terrestres, en el capítulo 2.3.13, sobre Encefalitis Espongiforme, o enfermedad de “vacas locas”, establece que no deberán exigirse requisitos para comercio o exportación de “ carnes deshuesadas de músculos del esqueleto de bovinos menores de 30 meses...”, de lo cual se deduce que para mayores de 30 meses, los países harán cumplir una serie de normas para controlar la expansión del mal, que es más probable según el tipo de riesgo, a saber: insignificante, controlado o indeterminado. Este último caso es el de Estados Unidos, país donde se han presentado focos propios. En diciembre de 2003 en una vaca de una granja del estado de Washington, en la localidad de Mabton en el noroeste del país. Más de 20 naciones prohibieron las importaciones de carne desde Estados Unidos, entre ellas China y Corea, lo cual le redujo ingresos de 3.200 millones de dólares y bajas en las acciones de Mc. Donald’s. El hecho fue confirmado por laboratorios de Inglaterra.

Para estos casos, la organización internacional prescribe que los países receptores deberán exigir la presentación de un certificado veterinario internacional en el que conste que los bovinos y las carnes frescas no fueron alimentados con géneros provenientes de rumiantes y no están contaminados tejidos, que fueron sacrificados en procedimientos de separación de la carne del cráneo, entre otras, pero además advierte que para la preparación de alimentos destinados al consumo humano o piensos para animales, de fertilizantes, cosméticos , farmacéuticos y biológicos, o de material médico no deberán ser objeto de comercio internacional partes de bovinos usados para esos fines industriales.¿ Existe garantía que Estados Unidos, país de riesgo indeterminado cumple con dicha normatividad?

El tema no es menor ni es sólo de FEDEGAN y su presidente, quien, de darse el estropicio, llama al boicot contra el TLC Es asunto de salud pública, igual que el ingreso de residuos peligrosos, otra importación posibilitada en el marco del TLC, gracias a la última obra de gobierno de la saliente ministra de Ambiente, quien derogó la prohibición existente al respecto desde 1994. Un filón para las firmas que con ánimo de lucro transportan y entierran estas “bombas”. Después de todo esto, ¿podrá alguien dudar que firmar este TLC no es un acto de traición a la patria?


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