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Ecuador depende de Perú y Colombia para la Atpdea

Ecuador depende de Perú y Colombia para la Atpdea

15-11-07

Colombia necesitará 12 meses hasta concretar su TLC con EE.UU., mientras Perú requiere de ocho meses para implementarlo. La coyuntura política también influye.

Redacciones Quito, Guayaquil, Ambato y Manta

El tiempo es el mayor contratiempo que tiene Ecuador para conseguir la extensión de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas (Atpdea).

El plazo acabará el 29 de febrero próximo. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textileros, cree que Ecuador no estará solo para cabildear por la prórroga de preferencias.

Hasta fin de año habrá recesos en el Congreso estadounidense, como el Día de Acción de Gracias y las festividades de Navidad.

Además, Colombia necesitará de la Atpdea por 12 meses más mientras arregla su Tratado de Libre Comercio (TLC), según las propias autoridades de ese país. Y aunque Perú ya tiene listo el suyo, necesitará de unos ocho meses para implementarlo.

Bernardo Traversari, de la Cámara de Comercio Ecuatoriano - Americana, dice que la rivalidad entre demócratas y republicanos por las aprobaciones de los TLC de Colombia, Panamá, Perú y Corea del Sur cobran una particular importancia. Los republicanos utilizarán las preferencias como un elemento de negociación para presionar a los demócratas.

Si es así, “esto permite aumentar las probabilidades de conseguir el apoyo de la bancada republicana a una nueva extensión, cuyo período pudiera acoplarse al tiempo que requieran Colombia y Perú para implementar sus tratados”.

Pero también hay que tomar en cuenta el proceso electoral que se iniciará en EE.UU. a principios del 2008. “Durante las campañas, los políticos prefieren evitar los temas comerciales por ser impopulares y controversiales. Esto hace que el tema no necesariamente se constituya en una prioridad para el Congreso y el Senado”.

Por su parte, los empresarios y la Embajada de Ecuador en Washington hacen sus gestiones.

Luis Gallegos, embajador en Washington, confía en que se logrará una ampliación por más de dos años. Considera que “sería un error geopolítico de EE.UU. no hacerlo”. Añadió que mientras algunas autoridades ven a la Atpdea como un lío comercial, para el país es un problema de seguridad. “Ecuador presenta resultados positivos en la lucha antinarcóticos”.

Según él, las autoridades estadounidenses comprenden que esta lucha es de interés estratégico y ante ello la Embajada ha recalcado que la mejor forma de combatirlo es extender la medida. De ella dependen 350 000 ecuatorianos y la lucha contra el narcotráfico que afecta a 25 millones de estadounidenses. Añadió que la pugna ideológica y política entre demócratas y republicanos, caldeado por un ambiente de campaña, incidirá en las decisiones del Congreso: los demócratas están más inclinados a extender las preferencias que los republicanos que defenderán los TLC como un legado de la Presidencia de Bush.

Mientras tanto, las exportaciones que se benefician de las preferencias empiezan a tener cambios. Unos productos como el brócoli y las piñas se mantienen y hasta aumentan su demanda, pero otros disminuyen sus ventas como el atún en conserva y mangos.

La búsqueda de nuevos mercados y estrategias para afrontar los aranceles son las alternativas que barajan los exportadores. Aunque reconocen que las ventas empiezan a reducirse y estancarse. También se paralizan los proyectos de inversión y la ampliación de sus negocios.

Roberto Aguirre, presidente de la Cámara de Pesquería y atunero, sostiene que perderán competitividad. “Pese a eso el mercado crece a un promedio del 15 % y tenemos otros mercados que aumentan su demanda como Latinoamérica y Europa”.

Hasta agosto las ventas de atún en conservas o preparados fueron de USD 53,6 millones mientras que en el mismo período del 2006 llegó a USD 64,7 millones.
La exportación de mango también muestra una reducción aunque la cosecha fuerte no empieza.

Por otro lado, el atún que ingresa a EE.UU. con cero arancel es en funda, mientras que el de lata tiene un arancel del 35%. Los procesados van a Europa en un 60%.


 Fuente: El Comercio