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El fracaso del pacto entre EE.UU. y Corea pone en riesgo otros TLC

El fracaso del pacto entre EE.UU. y Corea pone en riesgo otros TLC

11-11-2010

Por Bob Davis y Elizabeth Williamson

SEÚL— Los presidentes de Estados Unidos y Corea del Sur no lograron superar las disputas sobre autos, ganado y la política interna y frenaron el mayor acuerdo de libre comercio emprendido por Washington en más de una década.

La incapacidad para resolver temas particulares que han estado pendientes durante años asesta un duro golpe a Barack Obama, quien ha puesto a las exportaciones en el centro de su estrategia para generar empleos.

Las negociaciones continuarán, pero las probabilidades de un acuerdo parecen escasas al tomar en cuenta la oposición de Ford Motor Co., los sindicatos y legisladores demócratas.

Además, las últimas encuestas en EE.UU. muestran un debilitamiento del respaldo a los acuerdos de libre comercio en medio de un desempleo alto y una recuperación anémica de la economía.

Los expertos señalan que sin la presión de la Casa Blanca, el pacto de libre comercio con Corea del Sur corre el riesgo de quedar en el limbo, al igual que los acuerdos con Colombia y Panamá y la Ronda de Doha. Obama tampoco ha tratado de resolver una disputa comercial con México debido a la presión de los legisladores demócratas y los sindicatos.
[Sktrade]

El colapso de las conversaciones sobre el acuerdo de libre comercio con Corea del Sur constituye un nuevo revés para Obama en la reunión del Grupo de los 20 que tiene lugar en Seúl que se suma a las críticas generalizadas del resto de los miembros del G-20 a la decisión de la Reserva Federal de inyectar miles de millones de dólares a la economía estadounidense, lo que debilitaría el dólar.

"Esto refuerza la opinión de muchos empresarios y líderes globales clave de que EE.UU. no siente un compromiso con el mundo y prefiere, en cambio, adoptar políticas mercantilistas", dice Matthew Slaughter, ex asesor del presidente George W. Bush y actual profesor de la Escuela de Negocios Tuck de la Universidad de Dartmouth. "Le acabamos de decir al mundo que no pudimos lograrlo".

Los funcionarios de ambos países dijeron que las discusiones sobre las restricciones de Corea del Sur a la importación de autos y carne estadounidense se volvieron demasiado complejas. "No estamos en un punto en el que sintamos que obtuvimos el acceso al mercado que necesitamos y que nuestras automotrices merecen", dijo en una entrevista Ron Kirk, el representante comercial de EE.UU.

Los negociadores de ambos países se vieron obstaculizados por las difíciles condiciones políticas internas, que limitan su margen de maniobra. Obama aludió a las dificultades políticas tras el colapso de las conversaciones. "Si aceleramos algo para lo cual no podemos reunir apoyo popular, va a ser un problema", dijo el presidente, que criticó el convenio con Corea del Sur cuando era candidato. "Pensamos que podemos presentar los argumentos a favor, pero queremos asegurarnos de que sean irrefutables", agregó.

El presidente coreano, Lee Myung-Bak, también enfrenta presiones para no alterar un acuerdo que fue considerado como una victoria sobre los negociadores de EE.UU. cuando se firmó.

Luego de que Lee y Obama anunciaran la demora, un portavoz del principal partido opositor llamó al presidente coreano a dejar que el acuerdo colapse.

Obama estableció en junio el plazo para que coincidiera con la cumbre del G-20 y, de esta forma, obligar a los negociadores a cerrar acuerdos en las dos áreas que habían sido designadas para las discusiones: eliminar los obstáculos a la importación de los autos y la carne vacuna desde EE.UU.

Numerosas multinacionales estadounidenses son partidarias del acuerdo con Corea del Sur. La UE y otros países han sellado cerca de 160 pactos en Asia, incluyendo uno que aún no ha sido aprobado entre la Unión Europea y Corea del Sur, mientras que EE.UU. apenas ha completado dos. Eso podría dejar a las empresas estadounidenses en inferioridad de condiciones frente a sus rivales de otros países a la hora de expandir sus operaciones en Asia.

Las negociaciones automotrices fracasaron debido a una norma coreana que obliga a los fabricantes extranjeros a hacer ligeras alteraciones para ingresar al mercado. Esto puede aumentar considerablemente los costos cuando los envíos son bajos.

Ford encabezó la oposición de las automotrices estadounidenses al acuerdo. La empresa realizó consultas con el sindicato United Auto Workers. "Los acuerdos de libre comercio deben ser sobre el libre comercio y estamos muy complacidos con el compromiso del presidente Obama y el embajador Kirk con ese principio fundamental", dijo en un comunicado el presidente ejecutivo de Ford, Alan Mulally.

Las automotrices de Detroit recibieron un espaldarazo el jueves de dos legisladores, el demócrata Sander Levin y el republicano Dave Camp, quienes difundieron un comunicado conjunto en el que señalaron que la única manera de que se apruebe el acuerdo es que resuelva "el comercio peligrosamente desigual en los vehículos automovilísticos".


 source: The Wall Street Journal