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Huele a TLC extensión de legislatura peruana

Lima, 15 jun 2006 (PL) — En una clara lucha contra el tiempo el Congreso peruano extendió hoy la actual legislatura hasta el próximo 7 de julio con el propósito de ratificar a toda costa el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.

Dado que los legisladores debían concluir este jueves sus labores, el titular del Parlamento Marcial Ayaipoma explicó que la ampliación se tomó a fin de tratar temas pendientes de la agenda legislativa y la posible ratificación del acuerdo con Washington.

Sin embargo, precisó que el Consejo Directivo podría ampliar la última legislatura de este período gubernamental hasta el 15 de julio si hiciera falta. 12 días después asumirán los 120 nuevos congresistas.

"Tenemos la iniciativa sobre las compensaciones a los afectados por el TLC que remitió recientemente el ejecutivo, las leyes vinculadas a la reforma del Estado, entre otros", mencionó.

En torno a la ratificación del Tratado -el plato fuerte de la extensión- señaló que las comisiones de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior debaten el tema, y se espera que emitan un dictamen conjunto para que sea visto en una sesión plenaria.

El gobierno de Alejandro Toledo demoró más de dos meses la entrega al legislativo del texto del TLC, firmado el 12 de abril en el país norteño, lo que conllevó extender las sesiones para tratar de darle luz verde con el menor debate posible.

Hasta ahora el asunto ha suscitado una clara polarización en el país, pues mientras las asociaciones de exportadores lo desean, el sector agrícola y movimientos sociales lo rechazan por considerarlo lesivo a los intereses nacionales.

Para el presidente Alejandro Toledo la puesta en marcha del acuerdo garantizará el crecimiento de las exportaciones y la generación de empleos.

Sin embargo, el economista peruano Humberto Campodónico aseguró recientemente que su gobierno exagera los posibles beneficios del TLC con el propósito de forzar su ratificación por el legislativo.

Tanto el sector empresarial como el ejecutivo sobredimensionan las posibilidades que el país perdería de no ratificar el acuerdo, considerado perjudicial por varios sectores sociales por la manera apresurada en que fue negociado por el gabinete de Toledo.

Por ello, añadió, el gobierno está en una franca campaña de satanización de las Organizaciones No Gubernamentales que se oponen a su rúbrica, a las que acusan -incluso- de tener financiamiento del exterior.

Aunque el tratado consolida los beneficios arancelarios que el país tiene en el marco de la Ley de Promoción Comercial Andina y de Erradicación de las Drogas (ATPDEA), vigente hasta fines de año, diversos sectores aseguran que es perjudicial en el terreno agrario.

La negociación del TLC entre Perú y Estados Unidos culminó bilateralmente el 7 de diciembre de 2005, luego de 13 rondas de negociación que se iniciaron en mayo del año anterior junto a Ecuador y Colombia.

El pasado 6 de enero el presidente norteamericano, George W. Bush, notificó al Congreso de su país la intención de su gobierno de suscribir el Tratado con Perú.

Hasta ahora, aunque con poca participación, las movilizaciones contra el TLC han jugado un papel de concientización en los peruanos, pues en Lima es frecuente encontrar carteles en los que se identifica al acuerdo con el hambre.

Igualmente organizaciones sociales anunciaron la continuación de protestas en ciudades como Cusco y Ayacucho, en el sur, lo que promete aumentar la hostilidad contra el mecanismo comercial.


 source: Prensa Latina