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La voz de la tierra se alza en Ecuador

Según indican los últimos censos, al menos el 15 por ciento de la población ecuatoriana es indígena. Aunque no se pongan de acuerdo enteramente en sus causas, tanto el gobierno como los representantes indígenas reconocen que la situación en la que viven sus comunidades es preocupante.

En los años ‘90 el movimiento indígena cobró una vitalidad y fuerza sin precedentes, conquistando muchos de los derechos que ahora gozan los indígenas. Sin embargo, estos logros en la arena política no se trasladaron al plano económico.

La brecha estructural que tienen los pueblos indígenas y afro ecuatorianos respecto de las necesidades básicas se hace cada vez más amplia. Desde el regreso a la democracia en 1979, no se hicieron avances en estos temas. El 60 por ciento de la población es pobre en el país, eso trasladado a la población indígena sube al 80 por ciento.

Uno de los grandes problemas con los que se enfrenta la población indígena ecuatoriana es el de los recursos naturales, sobre todo en la Amazonia. Según la Constitución ecuatoriana, los recursos naturales que están en el subsuelo son de propiedad del Estado y los que están sobre el suelo son de los pueblos que están sobre esas tierras.

En Ecuador, gran parte de los territorios que tienen recursos estratégicos -sobre todo petróleo y minería- están en áreas indígenas y esas áreas fueron delimitadas y entregadas a sus pueblos originarios en una lucha que dura desde los años ‘90.

Actualmente el gobierno plantea que ese recurso debe ser distribuido hacia todo el país. En tanto, las comunidades que están en esa zona sostienen que ellos tienen que ser no solamente consultados, sino también participantes de los beneficios que eso significa.

Actualmente existe una fuerte pugna entre la posición firme de los pueblos indígenas que no quieren la explotación de los recursos naturales bajo ningún punto de vista y una posición también beligerante de parte del Estado y las transnacionales que están interesadas en obtener más dividendos.

Otro problema que deben enfrentar estas comunidades refieren a las pocas opciones de desarrollo productivo con las que cuentan. Esto está vinculado al problema de la tenencia de la tierra en las sierras. El Estado ecuatoriano no ha invertido en grandes proyectos productivos que beneficien a estas poblaciones.

Un último punto en la problemática realidad indígena, es la necesidad de que el país avance en el tema del reconocimiento constitucional que se hizo en 1998 de los derechos colectivos de los pueblos indígenas y afroecuatorianos (derecho a la lengua, a la tierra, a la educación bilingüe,) puesto que ya pasaron seis años y no se aplican.

Ante este cuadro de situación surge la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), que se constituyó en 1986, como producto de un proceso organizativo impulsado desde las comunidades de todas las nacionalidades indígenas del Ecuador. La Confederación actúa como máximo representante de la voz y el pensamiento de los pueblos indígenas.

"No es accidental que la mayoría de los últimos recursos naturales estén en territorios indígenas. Después de destruir su medioambiente, los blancos vienen a tomar los últimos territorios que nos quedan, los que hemos protegido", dijo Luis Macas, ex-presidente CONAIE. “Los pueblos indígenas nos consideramos parte del medio ambiente. Nuestra cultura nos permite vivir en armonía con la naturaleza, pero hoy nuestros territorios y pueblos están en peligro”, alertó.

“Las empresas nacionales y extranjeras buscan sólo el beneficio económico y aplican tecnologías tipo chatarra que están contaminando y destruyendo cientos de formas de vida únicas en el planeta. La explotación petrolera ya causó la extinción de las nacionalidades Tetete y Zaparo, manteniéndose el peligro para los demás pueblos indígenas” señaló.

“La tierra es la base material para la reproducción de nuestro pueblo, nuestra cultura. Un pueblo sin tierra, decimos, es un pueblo sin vida. De la sierra recibimos alimentación, medicinas, materiales para ceremonias, ropas, herramientas, y artesanías. Por causa de la presión demográfica, la expansión de la agro industria exportadora en la sierra y colonización en la amazonia, cada año las comunidades indígenas están quedando con menos territorio en donde producir”, dijo Luis Macas.

El objetivo central de la CONAIE es la lucha para garantizar territorio para los pueblos indígenas en Ecuador. Esto significa contar con equipos jurídicos propios y con mecanismos diversos para legalizar los territorios y el acceso a la madre tierra.

Por otra parte, la riqueza de la diversidad cultural ecuatoriana está desapareciendo por causa de la presión social de aculturación. Ante esta realidad, en 1989 la CONAIE firmó un acuerdo con el Ministro de Educación, estableciendo un programa nacional de educación bilingüe intercultural.

A pesar de esta lucha por sus derechos y las conquistas logradas, los pueblos y nacionalidades indígenas de Ecuador denunciaron el 27 de abril, ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las acciones de discriminación y racismo cometidas por fuerzas policiales durante las manifestaciones que desarrollaron varias etnias contra el Tratado de Libre Comercio que ese país negocia con Estados Unidos.

Luis Sarango, integrante de una de las etnias que ocupa tierras en el norte de Ecuador, declaró a la cadena TeleSUR que fue detenido en tres oportunidades durante la caminata organizada por la Federación de Organizaciones Indígenas y Negras del Ecuador (Fenocin) por reclamar la falta de transparencia del gobierno de Alfredo Palacio en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos. “Los policías y militares me maltrataron y discriminaron”, denunció.

Sarango dijo que “en Cuenca, específicamente en el sector el Descanso, obligaron a los indígenas que venían de Loja de Quito, a bajarse de los autobuses para evitar que llegaran a la zona donde se concentraban las otras etnias”.

El caso de Sarango se encuentra en la denuncia que la Fenocin entregó a la ONU, en cual la organización reveló la presunta violencia y declaraciones públicas agresivas de las autoridades gubernamentales y de la fuerza pública en la caminata pacífica contra el TLC.

La CONAIE, exigió a la ONU el análisis detallado de los casos de violaciones a los derechos humanos en el paro indígena y campesino que dejó unas 300 personas detenidas y decenas de heridos por la represión policial y militar.

El dirigente indígena Luis Sarango, indicó que tradicionalmente se ha desconocido la cultura e identidad indígena, lo que ha limitado el acceso a sus planes de desarrollo a nivel cultural, social, económico y científico.

Las denuncias serán analizadas por los funcionarios de la ONU para evitar que las agresiones y otros tipos de acciones que violen los derechos de los indígenas se repitan.

Para estos pueblos -a pesar de los avances y de los procesos de democratización- la estructura socioeconómica del Estado no ha cambiado y mantiene vigente una visión colonial. Mientras esta estructura estadual siga reproduciendo las relaciones de dominación y de exclusión, la situación en las comunidades indígenas en Ecuador continuará su marcha.

brosales@prensamercosur.com.ar


 source: Agencia Periodística del Mercosur