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Para otros el maíz es una mercancía, aquí es fuente de conocimiento

Por Laura Poy Solano | 28 de abril 2023

Para otros el maíz es una mercancía, aquí es fuente de conocimiento

México enfrenta un dilema ante la presión de las naciones vecinas para vendernos maíz transgénico en el marco del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues para esos países el grano es una mercancía, mientras “para el nuestro, centro de origen y diversificación genética del maíz, es patrimonio cultural y tesoro de la biodiversidad genética”, afirmaron especialistas reunidos en las jornadas académicas Maíz transgénico y soberanía nacional, convocadas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Reunidos en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, Jorge Sánchez Cordero, experto en derecho internacional; Eckar Boege, profesor emérito del INAH y especialista en diversidad biocultural; Cristina Barros, escritora y divulgadora integrante de la campaña Sin Maíz No hay País, y Víctor Manuel Toledo, biólogo y ex secretario de Medio Ambiente, coincidieron en que “nos enfrentamos a dos visiones totalmente contrapuestas, estamos ante un antagonismo de dos proyectos de civilización”.

Sánchez Cordero explicó que con la firma del T-MEC, los procesos de producción de alimentos “se soslaya, pues el tratado se rige por el derecho internacional, por lo que no aplica el derecho precautorio, y lo que importa es el análisis del producto terminado, y si puede o no causar daño a la salud con evidencias científicas, excluyendo cualquier argumentación desde las ciencias sociales y la riqueza cultural”.

A lo que se suma que el tratado suscrito con Estados Unidos y Canadá “no contiene ninguna salvaguarda para el maíz”, por lo que para sus socios “se trata de una mercancía y para México es fuente de conocimiento y tradiciones”.

Al respecto, el investigador Eckar Boege, detalló que se enfrenta un dilema contrario a México, con el que se busca imponer un modelo de bioeconomía que “nos quiere implantar desde el norte global”, así como de la “captura” de conocimientos tradicionales, como ocurrió con las semillas de maíz, que luego serían modificadas genéticamente.


 Fuente: La Jornada