bilaterals.org logo
bilaterals.org logo
   

Posibilidades de ratificación de TLC durante el presente año son prácticamente nulas

El Tiempo, Colombia

Enero 29 de 2006

Posibilidades de ratificación de TLC durante el presente año son prácticamente nulas

Así lo reconocen asesores del Congreso de Estados Unidos, ’lobbistas’ y empresarios.

Actualmente, el Trado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia aún está en negociaciones.

De hecho, el mejor cálculo a estas alturas -por lo menos desde la perspectiva del gobierno- es tratar de cerrar las negociaciones y firmar el Tratado en febrero para luego buscar su ratificación durante el primer semestre del 2007.

La apuesta es que con el TLC firmado sería más fácil pedir al Congreso de E.U. una extensión de las preferencias arancelarias del ATPADEA, que otorga beneficios a muchos productos textiles y que expira el 31 de diciembre de este año.

“Con un TLC cerrado y en mora de ser ratificado por el legislativo, sería más factible que el Congreso autorizara una extensión del ATPADEA mientras ellos debaten y aprueban el TLC”, dice un asesor del gobierno muy cercano a las negociaciones.

Las razones para que este sea el escenario en consideración abundan. Primero por que, matemáticamente, los días que le restan a este año legislativo en E.U. ya no alcanzarían para presentar el TLC. Suponiendo que las negociaciones cierran esta semana y que los presidentes Álvaro Uribe Vélez y George W. Bush lo firman de inmediato, comenzarían a correr los tres meses previstos para la traducción y revisión legal del texto, es decir hasta finales de mayo.

De allí en adelante y nuevamente suponiendo que Bush lo presenta al legislativo sin demora otros tres meses que son los que se puede tomar el Congreso para considerarlo. Pero en medio esta el receso del 4 de julio (15 días), y el receso de agosto (todo el mes), lo cual dejaría muy pocos días para su aprobación antes del 30 de septiembre, cuado expira el año fiscal.

Aunque el Congreso suele sesionar en octubre, noviembre y a veces diciembre, este año habrá elecciones legislativas en noviembre para renovar la totalidad de la Cámara y un tercio del Senado. Y, como se sabe, nada tan controvertido como un TLC suele avanzar en este ambiente preelectoral.

Además esta la situación de Bush que, acosado por escándalos y la interminable guerra en Irak, cuenta con muy poco capital político como para jugársela por un tema tan sensible como el acuerdo de libre comercio con los países andinos.

En febrero, por ejemplo, tendrá que soportar audiencias en el Congreso que buscan llegar al fondo de un programa autorizado por él y que ha permitido el espionaje de ciudadanos estadounidenses desde el 2002.

Así mismo, están por comenzar las indagatorias por el caso de Jack Abramoff, el lobbista que al parecer tenía “comprados” a varios legisladores republicanos y que también salpica al presidente.

“Bush tratará de dar la pelea solo en lo fundamental, pero es poco probable que se desgaste con un TLC que toca intereses hasta de republicanos, como en el caso del azúcar”, dice la fuente.

Como se recuerda, el CAFTA, último acuerdo comercial que ratificó el Congreso de E.U. fue aprobado por un voto de diferencia en la Cámara y solo por que el propio Bush se apareció en el Capitolio a última hora para dar el empujón que le faltaba.

Ante esto, muchos han comenzado a preguntarse si vale la pena firmar un acuerdo que no será ratificado este año ni por el Congreso actual, que cambiará en noviembre.

Más aún pues existe la sensación de que Colombia negocia bajo presión y está haciendo concesiones producto del afán.

Algunos, incluso, han comentado que Uribe estaría cometiendo los mismos errores que el presidente del Perú, Alejandro Toledo, que en aras de intereses políticos y electorales, firmó un acuerdo desventajoso para el país.

Sostiene que, en el caso de Uribe, el TLC (aprobado o por aprobar y para bien o para mal) ya hace parte de su campaña de reelección.

Pero un buen sector, cercano al gobierno, se ha llenado de poderosas razones para justificar el cierre de las negociaciones previsto para esta semana.

Creen por ejemplo, que esta acuerdo con Colombia es el último que firmará E.U. en mucho tiempo dado la gran cantidad de acuerdos ratificados en los últimos años.

Insisten en que si el acuerdo no se cierra y el Congreso de E.U. pasa a manos demócratas todos se complicaría pues estos buscarían renegociar muchos puntos.

Especialmente los relacionados con derechos laborales y medio ambiente.

Y que, en todo caso, se acabarían temporalmente los beneficios de ATPADEA: el Congreso, dicen, no tendría interés en renovarlos pues le sirven de instrumento de presión para negociar ventajosamente el Tratado.

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington


 source: El Tiempo