Perú y su política de apertura comercial. Un país adicto a los TLC

22|11|2008

Perú y su política de apertura comercial. Un país adicto a los TLC

No importan las consecuencias. Para Alan García la clave del éxito está en rechazar el proteccionismo económico y eliminar las barreras arancelarias. En esta oportunidad China representa la salvación.

Por Taiana González | Desde la Redacción de APM

En un contexto de incertidumbre internacional producto de la crisis financiera que golpea al mundo, la firma de tratados se ha convertido en una posible salida para hacer frente a la inestabilidad económica. En este momento los ojos del mundo están puestos en China, quien se proyecta como una alternativa viable para afrontar la debacle. Por esa razón, Perú ha negociado un nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC), para ampliar su mercado y encontrar en el país asiático un socio estratégico.

El presidente de la República Popular China, Hu Jintao, llegó a Perú para participar de la XVI Cumbre de Líderes del APEC (Cooperación Económica Asia Pacífico) , llevada a cabo el 22 y el 23 de noviembre en Lima.

El encuentro entre Hu Jintao y su homólogo peruano Alan García, giró en torno a temas económicos globales, así como también a la reactivación de la Ronda de Doha para la liberalización mundial del comercio y a una reforma de APEC, entre otras cosas.

Los países que integran el APEC -entre los más importantes se encuentra China, Rusia y Estados Unidos- representan el 48 por ciento del comercio total y generan cerca del 60 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.

Por esta razón -y aunque no era un tema planificado dentro de la agenda oficial- las principales preocupaciones del encuentro Asia-Pacífico, inevitablemente, se centraron en el peligro de recesión en Estados Unidos y por consiguiente en la grave situación que afronta la economía global.

El jefe de Estado chino, llegó procedente de Cuba y la visita oficial a Lima, no solo estuvo signada por su participación en la Cumbre de APEC, sino que fue aprovechada para concretar un Tratado de Libre Comercio que favorezca a la ampliación de los lazos entre Perú y China.

La reunión privada entre Hu Jintao -primer mandatario chino que visita el país desde que se entablaron relaciones diplomáticas hace 37 años- y Alan García, se llevó a cabo en el Palacio de Gobierno de Lima. Allí se firmaron una decena de acuerdos de cooperación, con el fin de lograr un “ gran desarrollo para Perú y para China", según palabras del propio García.

El anuncio hecho el miércoles de las semana pasada sobre la conclusión de las negociaciones de un TLC, permite fortalecer las relaciones comerciales bilaterales. Pero sin dudas, el principal favorecido es el país asiático, que ha comenzado a ampliar su influencia en Latinoamérica.

Según declaraciones dadas a la agencia AFP por la especialista en relaciones entre China y América Latina, Isabelle Laurent-Herrera, la situación geográfica de Perú es de interés para China, que quiere hacer de este país "su cabecera de puente para su comercio".

De esta manera, el gigante asiático comienza a pisar fuerte en el tradicional “patio trasero” de Estados Unidos.

Este avance sobre “territorios estadounidenses”, es posible mediante acuerdos que le permiten a China, asegurarse el suministro de materias primas y alimentos, así como también mercados para su producción industrial. Se calcula que el comercio entre el país asiático y Latinoamérica aumentó este año en un 52 por ciento. Este dato demuestra la influencia china en la región.

Para el presidente asiático la distancia geográfica entre Beijing y Lima, no es un problema a la hora de entablar negociaciones, porque se trata de naciones unidas por una “larga tradición de amistad”.

Jintao aseguró que "siendo países en vías de desarrollo debemos enfrentar juntos el desafío del crecimiento porque hay complementariedad en nuestras economías y se contemplan amplias perspectivas de cooperación".

Las primeras negociaciones en torno al TLC comenzaron en enero de este año, y lo que se busca además de afianzar las relaciones, es elevar el nivel de intercambio de bienes, servicios e inversiones entre los Estados firmantes.

Para el jefe de Estado chino firmar el TLC “permitirá profundizar la amistad, reforzar la confianza mutua, ampliar la cooperación, y crear juntos un nuevo panorama de los lazos binacionales”.

Al sellar este acuerdo, tanto la aduana peruana como la china estarán en condiciones de exigirse mutuamente los precios reales de los materiales que se comercializan. Además, para expandir el comercio bilateral, los gobiernos han explorado las posibilidades de utilizar puertos de aguas profundas en el Perú.

En una visita realizada a China, meses atrás, el presidente peruano aseguró que entre ambos países existe un intercambio por demás interesante. Dijo: “nosotros exportamos 3.000 millones de dólares a China y queremos que nuestras exportaciones alcancen 15.000 millones de dólares para el 2015, y también, aumentar nuestras importaciones de China de 2.700 millones a no menos de 12.000 millones de dólares”.

Teniendo en cuenta estas cifras, es importante resaltar que China se ha convertido en el segundo socio comercial de Perú y puede que en el futuro se convierta en el primer destino de las exportaciones peruanas, desplazando de esa manera a Estados Unidos.

El gobierno que encabeza Alan García considera que esta negociación bilateral con el gigante asiático es fundamental para la producción y exportación nacional, porque el tratado facilitará la redistribución de los productos peruanos en las economías asiáticas miembros de APEC: Singapur, Tailandia, Corea del Sur, Indonesia, Japón, entre otros.

Los defensores del TLC aseguran que Perú tiene la posibilidad de colocar en el gran mercado de China productos agroindustriales y mineros; por su parte los productores chinos podrán vender en Perú sus avanzados productos electrónicos.

Sin embargo, para el líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala, la decisión tomada por García, fue “apresurada” ya que estos acuerdos comerciales podrían hacer quebrar al sector manufacturero textil.

Esta afirmación se sostiene, si se tiene en cuenta que ingresarían al país productos textiles chinos a muy bajo precio, haciendo peligrar la estabilidad de las empresas peruanas. Por esa razón, la postura del ex candidato presidencial fue respaldada por empresarios textiles peruanos, que también hicieron manifiesto su descontento.

El TLC que negociaron los mandatarios, se calcula que entrará en vigencia a más tardar en octubre de 2009, una vez que culmine la revisión legal del texto y su compilación y consolidación.

En es sentido, el viceministro de Comercio Exterior del país sudamericano, Eduardo Ferreyros, señaló que es necesario "tener en cuenta que han negociado diferentes mesas, cada una de las cuales tiene sus propios textos. Todo ello, deberá ser compilado, hacer referencias cruzadas, numeración de los capítulos, entre otros detalles", razón por la cual se demorará la implementación del mismo.

A esta altura del partido, no quedan dudas que la política del gobierno peruano, apunta directamente a la apertura del mercado, en lugar del proteccionismo. Tener en cuenta estas decisiones comerciales, sirven para comprender porqué meses atrás, Alan García le propuso a Brasil firmar un TLC.

Cabe recordar, que en el marco del Encuentro Empresarial Expoperú 2008, llevado a cabo en septiembre en San Pablo -capital financiera de Brasil-, el presidente de Perú le propuso a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, “un acuerdo bilateral en profundidad de asociación, una suerte de TLC con el Brasil, que va a permitir que así como hemos duplicado las exportaciones e importaciones en dos años, las multipliquemos por 10 veces en los próximos años".

La ministra de Transportes y Comunicaciones de Perú, Verónica Zavala , sostiene que el país ocupa un lugar geográficamente estratégico, que lo convierte en la ruta más corta para Asia, por eso necesita inversiones. Para el presidente peruano "Brasil debe convertirse en el gran inversionista del Perú", por eso le propuso a Lula un TLC, por fuera de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y del Mercado Común del Sur (Mercosur).

Es así, que no resulta una novedad el hecho de que Perú y Estados Unidos estén en tratativas para implementar un nuevo TLC.

Queda claro que al Gobierno peruano muy poco parece importarle, las advertencias que hacen los especialistas de cómo la economía estadounidense terminaría devorando la economía del país firmante de un TCL. (Ver: “El Congreso de Estados Unidos ratificaría TLC con Perú”. APM 04/09/2007)

En el marco de la XX Reunión Ministerial Conjunta del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), en Lima, la representante de la Oficina Comercial de Estados Unidos (USTR), Susan Schwab, aseguró que ambos gobiernos están trabajando aceleradamente para ultimar los detalles que permitan concretar el acuerdo bilateral en las próximas semanas.

El presidente estadounidense George W. Bush también se hizo presente en la Cumbre de APEC, y en durante el encuentro con su homólogo peruano se buscó la manera de poner en ejecución antes de fin de año el Tratado de Libre Comercio. Es importante resaltar, que el país del norte mantendrá la misma política comercial, una vez que el presidente electo, Barack Obama, asuma la conducción del país, así lo indicó Schwab.

Entonces, el Gobierno peruano considera que los acuerdos que se están firmando permitirán que la agenda de negociaciones comerciales se amplíe. De hecho para el próximo año se espera seguir con las conversaciones para lograr un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).

“Estamos cerrando algunos capítulos (en materia de negociaciones comerciales) pero se están abriendo unos nuevos", aseguró la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Mercedes Aráoz.

A modo de cierre, es necesario explicar que cuando dos o más países firman un TLC, se establecen compromisos que consisten en la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles, para “beneficiar” el intercambio de bienes entre las partes, con el objetivo de promover una competencia justa, que favorezca y cree oportunidades de inversión.

Alan García no se cansa de sostener que los TLC permiten importantes logros económicos. Sin embargo esa proliferación de acuerdos que buscan romper barreras e incrementar el consumo interno, no es bien recibido por los campesinos y el pueblo peruano en general. (Ver: “El mundo gira, gira”. APM 24/10/2008)

En ese sentido, cabe aclarar que los beneficios que presuntamente trae la implementación de políticas económicas de libre comercio, son insuficientes e incluso inexistentes, porque el paquete neoliberal que impone el presidente de Perú no modifica la precaria calidad de vida del pueblo peruano.

tgonzalez@prensamercosur.com.ar

source : Agencia Periodística del Mercosur

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