TLC andino: sin avances en medicamentos

Justo en momentos en que congresistas de Estados Unidos presionaron al laboratorio Roche, para que levantaran la patente de Tamiflu, para rebatir los efectos de la gripe aviar, el equipo negociador de ese país en el Tratado de Libre Comercio con los países andinos, mantiene invariable su posición en el tema de medicamentos.

Los norteamericanos insisten en la necesidad de mantener la protección de los datos de prueba durante cinco años, lo cual impide la venta de medicamentos genéricos.

Esta solicitud supera lo estipulado en la Organización Mundial del Comercio, OMC, que establece que los gobiernos deben proteger los datos contra su uso comercial ‘desleal’, pero no hace énfasis en un tiempo determinado.

Sobre este tema los andinos han ofrecido tres años, pero con la posibilidad de que se rompa la exclusividad en caso de que una pandemia ponga en riesgo la salud pública.

Otra de las exigencias de los negociadores de Estados Unidos es que se prolonguen el tiempo de explotacón de las patentes de los medicamentos cuando haya demoras burocráticas, para su aprobación, tema en el cual Colombia está dispuesta a ceder.

Los avances que se puedan realizar en este tema sólo dependerán de las flexibilidades que realicen los gobiernos de Ecuador, Perú y Colombia, las cuales no serán propiamente de carácter técnico, si no de determinaciones muy políticas.

Este tema, junto con el agropecuario, son los más espinosos de la negociación y están colocando la talanquera, para llegar a un acuerdo antes de noviembre próximo, fecha que se han puesto los negociadores de los cuatro gobiernos como límite para firmar el TLC.

Al cierre de esta edición, el jefe de negociaciones de Colombia, Hernando José Gómez, rendía informe a los empresarios, dirigentes gremiales y congresistas que participan en el cuarto de al lado, sobre los resultados de la reunión que mantuvo estos días con sus homólogos andinos y de Estados Unidos, donde se evaluó el estado de la negociación y se revisaría capítulo por capítulo, para definir las áreas donde se requiere un mayor impulso. También buscaban identificar los problemas que ameriten solución con participación directa de los jefes de negociación.

En el tema de remanufacturados lo que tiene que ver con acceso a mercados los negociadores del país norteamericano manifestaron su voluntad para manejar las sensibilidades que puedan tener los diferentes países en los productos que ellos han señalado como prioritarios en este campo.

Las diferencias entre los equipos radicaba en como manejar esas sensibilidades, pues mientras Estados Unidos piensa que se podría hacer vía arancelaria, Colombia piensa que algunas de ellas se podrían hacer por la vía de la exclusión.

En cuanto al tema de reserva cultural y televisión se revisaron detalladamente las reservas que hay en la legislacón colombiana así como las aspiraciones sobre los espacios para desarrollar políticas de apoyo y fomento al sector cultural hacia futuro.

Además, se trató de definir los intereses, prioridades y restricciones de las partes en lo referente a las industrias y actividades culturales.

En cuanto al tema textil y confecciones, Colombia presentó las listas de poco abasto, las cuales contemplan alrededor de 60 productos de alto potencial exportador que requieren de algunas flexibilidades, dada la escasez de insumos apropiados en la región, sin embargo, este tema no tuvo mucha acogida por parte del Gobierno de los Estados Unidos.

source : Portafolio, Colombia

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