El jefe negociador del equipo nacional, Manuel Chiriboga, resaltó que buscarán consensos, a partir de mañana, en 14 puntos en Washington y dejarán pendientes otros seis para la XIV y última ronda, que se realizará desde el 14 de noviembre.

Chiriboga, en declaraciones a medios de prensa nacionales, señaló que hay que apuntar a la finalización hasta el 6 de diciembre venidero.

Referido las negociaciones, aseveró que entre el martes y domingo próximo, se discutirá sobre transferencia de tecnología, marcas e indicaciones geográficas, derechos de autor y derechos conexos y observancia.

Igualmente, dijo que se realizarán encuentros adelantados sobre propiedad intelectual, tema sensible de estas pláticas.

Se busca -agregó- desarrollar un debate anticipado para tener más tiempo y poder agotar las discusiones.

Hasta el momento se cerraron las mesas de Servicios Financieros, Aduanas, Normas técnicas, Políticas de competencias, Salvaguardias, Cooperación y Comercio electrónico, lo cual significa que el acuerdo general está avanzando en un 60 por ciento.

El Ecuador espera recibir respuestas a las propuestas de los estadounidenses en tres mesas: Asuntos Ambientales, Mercado Laboral y Telecomunicaciones.

A modo de ejemplo, Chiriboga señaló que en la mesa de Ambiente, esperan una definición de biodiversidad, pues necesitan que se reconozca que ese es uno de los patrimonios que tiene el país.

Respecto al asunto de Trabajo, debe definirse los estándares laborales que regirán el convenio y en Telecomunicaciones no hay nada concreto, pues Washington reforma actualmente su legislación, añadió.

Para los negociadores nacionales, el tema más complejo es

Agricultura, en el cual Estados Unidos pide exportar con cero arancel desde el primer día de vigencia del acuerdo para productos sensibles como arroz, maíz, soya, papas, carnes, entre otros.

Este asunto mantiene dividido al Gobierno ecuatoriano, pues pese a las pretensiones del presidente Alfredo Palacio de firmar el TLC, el ministro de Agricultura, Pablo Rizzo, defiende a los agropecuarios y pequeños agricultores, que piden ser excluidos de este pacto.

Ahora, las autoridades, presionadas por grupos empresariales y el gobierno norteamericano, juegan una nueva carta; si no se firma el TLC el Ecuador perderá el mercado estadounidense, al cual destina el 40 por ciento de sus exportaciones.

Estadísticas del Banco Central revelan que las ventas crecerían en unos 84 millones de dólares, mientras en materia de empleo no se esperan grandes avances y las pérdidas en la industria farmacéuticas serán enormes.

En medio de este escenario, crece la demanda de grupos políticos y de los movimientos sociales de que este tratado sea incluido en la consulta popular que propone el presidente Alfredo Palacio.

Una encuesta de opinión realizada por un canal de la televisión nacional, reveló que el 55 por ciento de las personas desea que la firma del TLC sea consultada al pueblo.