Colombia: resultado electoral y TLC

Aurelio Suárez Montoya

Lo acontecido en la jornada electoral del 12 de marzo me concede la razón y, si se miran los resultados, que arrojan como uno de los aspectos más importantes el que las posiciones de “centro” o las que de alguna manera se mimetizan en el espectro político para encubrir la esencia de las políticas que defienden, cayeron en franca bancarrota. Al final de cuentas, el país cuenta hoy, por un lado con el aglutinamiento alrededor de Álvaro Uribe, de sectores que representan a los intereses de los grupos sociales más encumbrados ligados al capital internacional y así mismo con quienes están vinculados con las cúpulas más privilegiadas de la sociedad colombiana. La inclusión, por ejemplo, de Martha Lucía Ramírez antigua funcionaria de la Philip Morris, ex ministra de Comercio y de Defensa y socia de una corporación internacional en el campo de la logística directamente relacionada con el TLC, muestra a todas luces que las listas del uribismo no fueron hechas al azar ni por encanto.

De otro lado, por primera vez en muchos años, la izquierda democrática de Colombia, unificada en un Ideario Común, en el que se ratifica una clarísima oposición al TLC y en defensa de la soberanía nacional, se perfila como el bastión de todas las clases sociales, democráticas y patrióticas, que no solamente desde el Congreso sino además en la protesta pública y en la resistencia civil se la van a jugar entera contra la imposición de este Tratado.

Adicionalmente, Carlos Gaviria Díaz quien ya demostró un importante calado dentro de los grupos y organizaciones más avanzadas se constituirá en capitán de dicha resistencia. Por supuesto, que también se tratará de promover su triunfo electoral a la Presidencia de la República como la vía más directa para echar atrás el TLC. Álvaro Uribe y su séquito están en una posición débil al respecto; es la principal causa de sus desvelos y a la vez de maratónicas jornadas “explicatorias” donde las falacias, las imprecisiones, las verdades a medias y otros artificios por el estilo son las principales armas para confundir a la opinión que es en últimas lo que les interesa. Ocultan, por ejemplo, que Estados Unidos desde el primer año de vigencia del TLC enviará a nuestro país cuatro millones cuatrocientas mil toneladas de productos agropecuarios, todos ellos traídos a precios por debajo de los costos de producción, mientras los agricultores colombianos no tendrán ventajas sino en una suma cercana a ciento cincuenta mil toneladas, una proporción casi treinta veces menor. ¿No constituirá un grave atentado contra la tercera parte de la población colombiana que vive en el campo, una negociación como ésta, que Uribe adelantó en persona en lo que se llamó la fase política de la negociación y que superó aún las gabelas otorgadas por los técnicos a los gringos?

Poco a poco se va aclarando el panorama. Las distintas fuerzas sociales del país irán tomando partido para los momentos de toma de decisiones definitivas sobre el TLC. La sociedad se polariza al mismo ritmo de la realidad. Esto no sucede por un deseo particular sino porque la vida es así; sobre todo cuando los imperios deciden entrar a saco sobre las colonias y encuentran en ellas quien les patrocine sus cruzadas de anexión.

Bogotá, marzo 13 de 2006

source :

Printed from: https://www.bilaterals.org/./?colombia-resultado-electoral-y-tlc