La Cita de Quito no zanja los problemas de la CAN

Si bien los mandatarios de Ecuador, Perú, Colombia y Bolivia evitaron un desmembramiento total del bloque andino, las dificultades internas siguen latentes.

Al menos ese es el criterio de dos analistas en temas internacionales, quienes creen que las divergencias políticas e ideológicas de sus miembros imposibilitan un proceso real de integración.

Para el internacionalista Fernando Bustamante, los diversos proyectos políticos de cada uno no aseguran resultados concretos.

“Colombia es un aliado de EE.UU. y partidario de la apertura bilateral y procesos de globalización; el Perú va a tener otras prioridades y mantendrá una línea socialdemócrata con otros objetivos; Bolivia tiene definida su postura anti EE.UU. y la posición del Ecuador es de incertidumbre”, dice.

Por ello, Bustamante cree que incluso la declaración de que la CAN negociará en bloque un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea no está asegurada. “La CAN hace grandes declaraciones de solidaridad, pero difíciles de concretar en la práctica”.

De hecho, cuando Venezuela todavía era parte de la CAN, los cinco países miembros no fueron capaces de unirse para negociar en bloque el TLC con los EE.UU.

Y, en la actualidad, existen las advertencias que formuló el mandatario boliviano Evo Morales durante su discurso de posesión como Presidente Pro Témpore. Advirtió que guiaría el proceso de fortalecimiento siempre que los intereses comerciales no se dobleguen al de los pueblos.

Desde esta óptica, Adrián Bonilla, catedrático de la Flacso, también cree que los problemas de la CAN no han sido solucionados. A su juicio, era difícil encontrar una salida en Quito a un problema que lleva años y que no se debe a la salida de Hugo Chávez.

“La salida de Venezuela sólo visibiliza la crisis de años... en el tema comercial no funciona, en lo político tampoco fue capaz de resolver conflictos como el del Ecuador y Perú”.

Con estos antecedentes, ambos analistas opinan que la Cumbre de Quito no fue más que “renovar la intención de sostener a la CAN, pero que no hay una salida o un proyecto de renovación integral.

A pesar de ello, el canciller Francisco Carrión expresó ayer su optimismo de días mejores para la Comunidad. Es más, señaló que la UE recibió con júbilo el mensaje de unidad de los andinos.

De ahí que, desde su punto de vista, es de suma importancia el contenido de la Declaración de Quito, donde se reafirmaron los principios integracionistas de la CAN.

“Esta era la señal que se necesitaba para iniciar el diálogo con la UE”. El optimismo de los gobiernos andinos se debe a que en Quito no se disolvió la CAN.

source : El Comercio

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