La internacionalización de la costa atlántica colombiana: un atentado ecológico y cultural

José de los Santos Zarate Díaz

El impacto de la política internacional sobre los países pobres emerge con mucha fuerza y cada vez son mayores las conexiones que relacionan sus efectos con problemas de salud, problemas sociales, ecológicos, económicos y de soberanía nacional.

Con el fin de entender estas interacciones, debemos primero entender el significado del concepto ecológico - cultural y cómo estos se relacionan colateralmente con los aspectos mencionados anteriormente.

Primero debemos establecer que los conceptos de las ciencias ecológicas - y culturales son dinámicos que ha cambiado y seguirá cambiando porque el mundo siempre está cambiando. Vivimos en un mundo dominado artificialmente por el hombre donde la demanda creciente de recursos como las materias primas, está alterando La Tierra en una forma sin precedentes. Actividades como la agricultura intensiva, la pesca industrializada, la industria contaminante, el turismo, el comercio internacional, entre otros, son agentes que causan, por lo menos, tres grandes cambios ambientales:1) transformación de los océanos y la tierra por la explotación intensiva y masiva de recursos; 2) alteración de los ciclos biogeoquímicos y ecosistemas 3) la incorporación de especies-plagas o la transformación de especies, alterando en una forma dramática los patrones de biodiversidad específica y genética.

Con base en lo anterior, los científicos han denominado al presente siglo como el de preservación del medio ambiente. En este escenario conflictivo es necesario resolver cómo enfrentamos la problemática ambiental de una forma racional y humanística.

Este argumento coloca a muchos especialistas colombianos en temas ambientales, ante la responsabilidad histórica de exigirle al gobierno de turno cuentas claras sobre el atentado ecológico y cultural que se pretende acometer. Por ejemplo, en la localidad de Dibulla Guajira, se pretende construir un muelle multipropósito con la consiguiente destrucción de los ecosistemas y desplazamiento de las comunidades indígenas y de negritudes que a través de muchos años han habitado en esta región. Debemos aceptar y reconocer que las modificaciones ambientales y culturales que se nos aproximan serán de tal magnitud que no tendremos capacidad de sobreponernos sino luchamos conjuntamente con las comunidades afectadas.

Colombia ha basado su crecimiento económico en la explotación de recursos naturales con bajo nivel de inversión en investigación y desarrollo debido a que en la gran mayoría de los casos sólo se ha trasladado conocimiento y apropiado tecnologías existentes en otros países y situaciones, en ocasiones incomparables, forzando su acomodación a nuestra situación nacional.

Los problemas ecológicos - culturales del colombiana debe y tiene que ser estudiado en Colombia y desde Colombia, y en este contexto el desarrollo científico de las Ciencias Ambientales y culturales requiere aun alto grado de desarrollo. Solo entonces, la capacidad de emprendimiento será la que este país necesita y está pidiendo a gritos, de lo contrario seguiremos tropezando, y cada vez con más frecuencia, en problema tras problema, y en un tiempo más corto que largo perderemos nuestro potencial de desarrollo.

Si el país, deja en manos de las multinacionales norteamericanas y europeas, para que administren los recursos ecológicos y culturales de la nación, esta contribuyendo a que en un futuro no muy lejano el ciego interés de estas compañías, ejerzan control no solo de los recursos sino también de la vida misma.

José de los Santos Zarate Díaz
Profesor de la Universidad Cooperativa de Colombia, facultad de
Ciencias Administrativas, Contables y Comercio Internacional
Sede Santa Marta.

source : Rebelión

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