Declaración de Guayaquil

Frente al afán del gobierno de Lucio Gutiérrez de firmar el Tratado
de Libre Comercio con los EE.UU., las organizaciones sociales,
populares, indígenas, campesinas, gremiales, sindicales,
productivas, industriales, profesionales, barriales, juveniles, de
mujeres, iglesias comprometidas, políticas democráticas y de
izquierda, personalidades patriotas, pueblos y nacionalidades del
Ecuador reunidas en la ciudad de Guayaquil entregamos nuestro
pronunciamiento:

Estados Unidos pretende imponer una política que afianzará la
dominación a los países de América Latina y que subordina no
sólo la economía y el comercio, sino toda la vida de los pueblos a
los designios de las empresas mafiosas multinacionales y de los
llamados organismos multilaterales, como el FMI, Banco Mundial,
BID, OMC. A cambio de la falsa oferta de abrir su mercado a
algunos productos ecuatorianos, el Gobierno de los Estados
Unidos pretende controlar en su beneficio la propiedad de los
bienes tangibles (recursos, agricultura, empresas públicas) y de
los bienes intangibles (biodiversidad, propiedad intelectual,
servicios - educación, salud, seguridad social-) de nuestros
países. Busca controlar los mercados para tener un área
exclusiva que resuelva su crisis de sobreproducción, a fin de
enfrentar la competencia de los otros bloques económicos
capitalistas. Este TLC destruirá la producción nacional,
perjudicando a la gran mayoría de los ecuatorianos.

Se trata de un doble discurso: Estados Unidos nos exige total
apertura para sus productos y capitales; pero se mantiene
inflexible ante las demandas de nuestros pueblos, para eliminar la
deuda externa y los subsidios agrícolas, para garantizar la
transferencia de tecnologías, para establecer relaciones
comerciales justas y equitativas y establecer reglas de la
propiedad intelectual que privilegien las necesidades básicas de la
salud y la educación.

De aceptar este tratado, las consecuencias serán la destrucción
de nuestra producción, empezando por la agropecuaria y la pérdida
de la soberanía alimentaria; el encarecimiento y reducción de los
servicios básicos, sobre todo de la educación, la salud y la
seguridad social y la subida de precios de las medicinas; el
crecimiento del desempleo, la precarización de los derechos
laborales y la sobreexplotación de los trabajadores; el saqueo de
los recursos estratégicos, de los conocimientos ancestrales y la
biodiversidad. En general, el TLC que pretende imponer Estados
Unidos profundizará la violación de los derechos humanos e
incrementará la pobreza.

Con complicidad de gobiernos sumisos, neoliberales y
vendepatrias, como el de Lucio Gutiérrez, y en medio de una
generalizada corrupción se pretende imponer el TLC a espaldas del
pueblo, atentando a la vida de los ecuatorianos y ecuatorianas.
Convertido en "el mejor amigo de los Estados Unidos", el gobierno
ha dado fehacientes muestras de renuncia a nuestra soberanía,
consolidando la entrega de la Base de Manta a Estados Unidos e
involucrando irresponsable y criminalmente al país en el Plan
Colombia pretendiendo además instalar una nueva base en San
Lorenzo. Basta al sometimiento y al entreguismo.

En realidad no hay negociación; existe una marcada desigualdad
en todos los campos y que empieza por el carácter jurídico: para
nosotros será un tratado supraconstitucional que nos obligará a
cambiar nuestra Carta Política; pero para Estados Unidos es un
acuerdo subordinado a sus leyes.

Hemos levantado nuestra voz, hemos roto el cerco informativo y el
secreto. Hemos aprendido del dolor y de la experiencia de otros
países que ya firmaron tratados similares; hemos realizado una
vigilancia permanente del proceso de negociación-sometimiento; y,
hemos presentado innumerables propuestas alternativas, que
como era de esperarse jamás han sido escuchadas.

Frente al libre comercio impuesto por los Estados Unidos,
proponemos el comercio justo, responsable y solidario y una
integración que se base en los intereses sociales, económicos,
políticos y culturales de nuestros pueblos, empezando por
consolidar la unidad de nuestros países en la Comunidad Andina
de Naciones y la unidad Sudamérica y de América Latina. Bolívar
regresa a señalarnos el camino de la unidad y la
autodeterminación de nuestros pueblos.

Frente a esta grave situación, en toda América crece la resistencia
a los Tratados de Libre Comercio y a la recolonización
estadounidense. La mayoría de las organizaciones sociales que
se comprometieron en el Foro Social de las Américas, realizado
en Quito, a finales de julio, a convertir el 12 de octubre en un día
de lucha continental cumplieron su compromiso; en esa fecha se
produjeron grandes movilizaciones en Centroamérica,
especialmente en Costa Rica y Salvador exigiendo que los
parlamentos no ratifiquen los tratados comerciales firmados ya por
sus gobiernos con Estados Unidos; en Colombia, la Gran
Coalición Democrática, que agrupa a todas las organizaciones
sociales y políticas de oposición al gobierno, logró movilizar a más
de un millón de personas en medio de un paro nacional contra el
TLC, la reelección del presidente Uribe y el nuevo paquete
legislativo antipopular; en Bolivia decenas de miles de indígenas se
reunieron durante varios días y se manifestaron contra los intentos
del presidente Mesa de involucrar a ese país en las actuales
negociaciones de los países andinos con los Estados Unidos; en
Perú, se ha iniciado una campaña de recolección de firmas, para
exigirle al Congreso que convoque un referendo popular, para
decidir sobre la firma o el rechazo al TLC que actualmente negocia
Toledo con EE.UU.; en Ecuador, se ha iniciado con gran fuerza
una campaña que involucra a organizaciones sindicales,
campesinas, indígenas, empresariales, barriales, políticas, de
mujeres, de jóvenes y de todos los sectores sociales, que bajo el
nombre "Ecuador Decide", busca convocar una consulta popular
en la que sea la población la que tome la determinación sobre la
firma de un TLC y no el gobierno de Lucio Gutiérrez, al que
consideran carente de legitimidad.

Tenemos un derecho contemplado en la Constitución; pero el
Gobierno y algunas cámaras empresariales, bajo el pretexto de
que es un tema "complejo" y "técnico", no sólo se oponen a que
se consulte al pueblo, sino también a que se le informe. Cuando
un Tratado pone en juego no sólo la vida de las actuales, sino
también de las próximas generaciones, el pueblo tiene derecho a
conocer y a decidir.

Los ecuatorianos y ecuatorianas que amamos a nuestra Patria no
estamos representados por los que aparecen como negociadores,
ya que éstos actúan en defensa de los intereses de las
corporaciones mafiosas multinacionales y de un grupo reducido de
mercaderes, importadores y banqueros corruptos. Por ello,
demandamos, el cese inmediato de las negociaciones del TLC, la
convocatoria a la consulta popular para que el pueblo se pronuncie,
y la destitución de la Ministra de Comercio Exterior.

Convocamos a todos los patriotas, hombres y mujeres, a levantar
la bandera de nuestro Ecuador, a participar en la campaña de
recolección de un millón de firmas para exigir la consulta, a
generalizar el debate y construir una propuesta sobre el país y la
integración que queremos.

Esta batalla es decisiva: del otro lado está el poder del
imperialismo y sus secuaces. La respuesta es la más amplia
unidad social y productiva tanto en el país como en el Continente,
nuestra acción organizada y la decisión de defender la soberanía y
la autodeterminación de nuestros países.

ECUADOR DECIDE

Guayaquil, 27 de Octubre del 2004

source :

Printed from: https://www.bilaterals.org/./?declaracion-de-guayaquil