TLC: cumbre bajo sombras

TLC: cumbre bajo sombras

19-8-07

Los tres mandatarios de los integrantes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se reúnen en Canadá entre presiones proteccionistas en sus respectivos países.

Los presidentes de Estados Unidos, George Bush, y de México, Felipe Calderón, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, se encotrarán el lunes en un balneario de Quebec.

Pero sus planes de expandir y profundizar el acuerdo comercial son objeto de ataques de activistas, sindicatos y agricultores.

Las críticas más fuertes, sin embargo, son de los demócratas de EE.UU. que se preparan para las elecciones de 2008.

Manifestaciones

El estado de ánimo es muy diferente al que primaba en los primeros años del gobierno de Bush, cuando el presidente viajó a Quebec para impulsar el Área de Libre Comercio de las Américas que se extendería de Alaska a Tierra del Fuego y competiría en tamaño con la Unión Europea.

Pero ahora hay presiones sobre el TLC, que representa US$700.000 millones en comercio e inversiones, y al que Bush ha convertido en elemento esencial de una sociedad de seguridad y prosperidad con sus dos socios.

Se espera que miles de activistas anti-globalización se reúnan durante el fin de semana, aunque la policía canadiense estableció un cordón de seguridad de 25 kilómetros alrededor de la sede de la cumbre.

Preocupación sindical

"El TLC y la forma en que se implementó el acuerdo han dañado a muchos trabajadores estadounidenses. Así que es claro que tenemos que tener una reforma amplia de nuestra estrategia comercial"
Hillary Clinton, candidata demócrata en EE.UU.

Todos los candidatos presidenciales de la oposición demócrata consideran al TLC como un acuerdo injusto para los trabajadores, y así lo expresaron la semana pasada durante una reunión con la AFL-CIO, la federación de trabajadores de EE.UU.

Hasta Hillary Clinton, cuyo esposo jugó un papel clave para que Congreso aprobara el acuerdo en 1993, expresó escepticismo sobre los beneficios que el libre comercio representa para los trabajadores.

"El TLC y la forma en que se implementó el acuerdo han dañado a muchos trabajadores estadounidenses. Así que es claro que tenemos que tener una reforma amplia de nuestra estrategia comercial", dijo la senadora ante 17.000 trabajadores congregados en el estadio Soldiers Field de Chicago.

Barack Obama, el principal rival de Clinton para la nominación presidencial demócrata, declaró que los acuerdos comerciales de EE.UU. se han inclinado contra los trabajadores porque los "cabilderos corporativos" tienen mucha influencia.

Los sindicatos estadounidenses, que tendrán una fuerte influencia en las primarias demócratas, han sostenido desde hace mucho que los acuerdos injustos con países que no tienen leyes laborales sólidas le han costado sus trabajos a los obreros de EE.UU., especialmente a los del sector de manufacturas.

Los nombres de los acuerdos

Pese a la retórica, no es probable que los demócratas desconozcan los 13 años que tiene el TLC, aunque su estrategia podría llevar a una aplicación más agresiva de los términos del tratado en EE.UU.

Y su oposición está afectando ya las posibilidades de que se implementen nuevos acuerdos.

Los acuerdos en pequeña escala con naciones latinoamericanas se encuentran en problemas porque los demócratas insisten en que los países que entren en arreglos comerciales con Washington deben adoptar leyes laborales más estrictas.

El Tratado de Libre Comercio con el Pacto Andino, que incluye a Colombia y Perú, está bloqueado por los congresistas demócratas, aunque el acuerdo con Perú podría sobrevivir si el gobierno adopta nuevas leyes laborales.

Gary Hufbauer, del Instituto Peterson para Asuntos Internacionales, reconoce que la estrategia huele a un nuevo imperialismo que significa "intimidar a América Latina", es "de mano dura", y ofrece argumentos a los gobarnantes izquierdistas de la región.

Y también tienen en la mira al Tratado de Libre Comercio de Centroamérica, que aprobó el Congreso en 2005 con sólo dos votos de diferencia.

¿Culpar a Canadá?

Aun en Canadá, que se ha beneficiado enormemente con la libre exportación de materia prima a EE.UU., hay frustración por la forma agresiva en que Washington aplica los términos del acuerdo comercial.

Un punto de fricción ha sido la exportación de maderas blandas de Canadá para el mercado inmobiliario de EE.UU.

EE.UU. sostiene que el gobierno de Canadá, propietario de gran parte del territorio maderero, da a sus empresas un subsidio injusto porque no les cobra lo suficiente por el derecho de tala.

Pese a varias decisiones tanto del TLC como de la Organización Mundial de Comercio, EE.UU. ha seguido litigando el asunto durante varios años, y es probable que ahora recurra a otra corte corte de arbitraje.

Los canadienses están preocupados por la creciente presión proteccionista en EE.UU. y su ánimo no ha mejorado después de las nuevas medidas de seguridad introducidas para regular el cruce fronterizo.

Comercio internacional

Las presiones domésticas en EE.UU. coinciden con un estancamiento en las negociaciones sobre comercio internacional, en parte porque el Congreso estadounidense ha rechazado prorrogar la autoridad del presidente Bush para concluir acuerdos comerciales.

Sin esa prórroga, los acuerdos comerciales negociados por el presidente pueden ser modificados en parte por el Congreso.

El aumento de la tensión sobre comercio e inmigración también podría debilitar la posición de EE.UU. en Latinoamérica, donde ya existe presión de ideologías rivales.

Y las presiones proteccionistas seguramente aumentarán a medida que se acercan las elecciones presidenciales estadounidenses en noviembre de 2008, especialmente debido a que algunos estados clave están situados en el industrializado medio oeste del país.

source : BBC

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