¡Al combate corred, costarricenses!

Ustedes tienen todo el derecho a combatir la aberración dada, por las buenas o las malas

¡Al combate corred, costarricenses!

Por
Pedro López Juiz

Me llené de regocijo y euforia ese domingo 7 de octubre cuando, en la franja que corría con noticias a lo largo de la parte inferior de la pantalla de mi televisor, la cadena noticiosa CNN, captada con mi antena de DirectTV en Ecuador, anunciaba que las encuestas daban por ganador al NO en Costa Rica. Pensé que iba a plasmarse un momento histórico no sólo para Costa Rica sino para toda América Latina. Un pueblo digno, inteligente, y valiente, vencía al Verdugo y Anti-Cristo del Siglo XXI.

Pero la victoria no se dio, por lo menos la que soñábamos todos los costarricenses y sus hermanos latinoamericanos que creemos en la justicia, la equidad, la solidaridad y la soberanía y en un mejor mañana para todos los que habitamos este continente y el planeta tierra. Se dio otra, sucia, mañosa, podrida, un feto monstruoso parido por un Bestia alimentada con mentiras, distorsiones, y rompimientos de las reglas del juego. Ahora queda esperar el “recuento voto a voto”.

Por eso digo: ¡Esto fue una Victoria Pírrica para el enemigo! Por eso le digo a ese hermoso país de pura vida: ¡No llores por ti, Costa Rica! Recuerden lo que dijo el mismo Rey Pirro al ser felicitado tras su victoria militar después del asedio de Asculum: “Sí, otra victoria así y estamos perdidos.” Ellos, los atrasa-pueblos, están perdidos, y por eso cometieron el atraco electoral que les dio esa cochina “victoria” espuria y depravada.

También recuerden que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Aquí en Ecuador el gobierno soberano de Rafael Correa Delgado tiró abajo los contratos petroleros imperantes que estaban chupando la sangre de las entrañas de la tierra ecuatoriana. Las malas lenguas pronosticaron que, sin el TLC y peor con la primera reforma al la Ley de Hidrocarburos impulsada por el Presidente Alfredo Palacio, el Ecuador se caería del planeta y desaparecería en el frío espacio oscuro del universo interminable. Pero hasta el momento el Ecuador sigue vivito y coleando sobre el globo terráqueo, dando lecciones de soberanía, justicia, y coraje al mundo entero. Un futuro presidente suyo con alma de patriota pudiera hacer lo mismo con el TLC que hizo Correa con los contratos petroleros ecuatorianos: echarlo al tacho de basura de la Historia.

No obstante, en este momento especial y crítico, no pueden los ticos bajar la guardia. Tal vez habrá un “knock-down” causado por golpes sucios por debajo de los límites, pero un “knock-down” no es un “knock-out”. A como dé lugar, tienen que detener lo que se vendrá si se “constata”, con fraude o sin fraude, la mayoría del voto del Sí y se impone el monstruoso TLC con Estados Unidos, porque lo que se viene es la McDonalización de Costa Rica. Es decir, la pérdida de identidad como país, la re-colonización de un pueblo, y la explotación y la esclavitud eternizadas bajo el manto de las leyes supranacionales de un pernicioso tratado comercial que es mucho más que eso. En verdad, es la venta de un país más al gran Imperio con la ayuda de los vasallos criollos. Por tanto, ustedes tienen todo el derecho a combatir esa aberración, a las buenas o las malas. Hay legitimidad absoluta.

Para empezar, no cabe la menor duda que todo el proceso electoral costarricense fue viciado y atropellado desde el comienzo. Era la pelea de un tigre (por el Sí) contra un burro amarrado (por el No). Es de conocimiento internacional el secreto memorando del señor Kevin Casas, Vicepresidente de la República, y el señor Fernando Sánchez, diputado del PLN, al Presidente de la República Oscar Arias y a su Ministro de la Presidencia, a través del cual se exhortaba al gobierno a perpetrar una serie de acciones no apropiadas dentro un sistema democrático. Entre las deplorables recomendaciones plasmadas en dicho documento yacían las siguientes:
 "Estimular el miedo de cuatro tipos:
Miedo a la pérdida del empleo.
Miedo al ataque a las instituciones democráticas
Miedo a la injerencia extranjera en el NO
Miedo al efecto de un triunfo del NO sobre el Gobierno."
 “La que siembre cizaña sobre los líderes, motivos, métodos, financiamiento y vínculos internacionales del NO."
 "...Hay que hacerlos [los alcaldes] responsables de la campaña en cada cantón y transmitirles, con toda crudeza, una idea muy simple: el alcalde que no gana su cantón el 7 de octubre no va a recibir un cinco del gobierno en los próximos 3 años..."
También entraron en este proceso aberrado la Presidencia de la República (al hacer campaña a favor del tratado utilizando fondos públicos para prometer y esparcir bonos de vivienda y ayudas con la finalidad de aprovechar las necesidades y debilidades de los más pobres e influenciar su voto) y los medios de comunicación (los cuales mostraron una total parcialidad a favor del Sí). La violación más egregia en contra de la normativa del referendo fue la trasgresión contra la “tregua electoral” de las 72 horas previas a la votación del 7 de octubre. En esas 72 horas cuando había prohibición de hacer propaganda por cualquiera de las dos opciones, La Nación y otros medios escritos divulgaron las infelices declaraciones de Susan Schawb, quien obviamente seguía la línea del famoso memorando de inyectar miedo en la población costarricense para ayudar al Sí. Fue tan repudiable la injerencia de la representante de comercio de la Administración Bush que la presidenta del Congreso de los EEUU, Nancy Pelosi, y el líder del Senado de los EEUU, Harry Reid, no tuvieron otra opción que desmentir dichas declaraciones provenientes de la empleada del Emperador. Pero los pronunciamientos de Pelosi y Reid fueron ocultados, silenciados y sepultados por la prensa. Mientras tanto, los medios escritos, en cambio, encontraban apropiado sacar a la luz del día una entrevista del líder de la Cámara de Comercio arguyendo que la victoria del No sería la Apocalipsis para la industria textil local. Por otro lado, el Tribunal Electoral se mantuvo distante, ciego e indiferente a todas estas trasgresiones, convirtiéndose en cómplices de la traición a la patria.

Por eso, dadas las altas posibilidades del fraude (recuerden, costarricenses, que las encuestas de opinión del 4 de octubre, es decir, tres días antes del referendo, daban ganador al No por un 55%, con 12 puntos por encima del Sí, datos confirmados por el mismo pro-estadounidense La Nación), y por todos los vicios ya fraguados al proceso electoral anteriormente descritos, aquí no hay otro camino que el de la lucha.

No cabe más que recordar una estrofa del Himno Nacional de Cuba:
Al combate corred bayameses,
que la patria os contempla orgullosa.
No temáis una muerte gloriosa
que morir por la patria ¡es vivir!
Y ahora les toca a ustedes, hermanos ticos: ¡Al combate corred, costarricenses! ¡Latinoamérica os contempla orgullosa!

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