bilaterals.org logo
bilaterals.org logo
   

Colombia: ¿Para que tanto TLC?

Colombia: ¿Para que tanto TLC?

Por HERNÁN GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, 7-8-12

La misma pregunta respondió en la revista Dinero con un excelente artículo el presidente de Analdex, señor Javier Díaz. No existe para él en Colombia una verdadera oferta exportable para firmar tantos TLC con Canadá, Europa, Estados Unidos, Corea, Costa Rica, China… “Hoy NO tenemos oferta exportable, porque no tenemos política productiva, y lo que nos han presentado como Programa de Transformación Productiva, no es tal cosa”.

Y continúa: “Debemos hacer un alto en el camino para mirar qué es lo que verdaderamente vamos a vender o si no estos acuerdos pueden resultar de una sola vía, podríamos empezar a reemplazar producción interna por productos importados, que de hecho ya lo estamos viendo, muchos han reducido su producción y prefieren importar”.

Observa Díaz acertadamente que las oportunidades podrían estar en países pequeños, como Costa Rica y Panamá, ya que competir en Asia será muchísimo más complejo, porque nosotros podemos ser muy buenos en un producto, pero a los cinco años nos copian los asiáticos y nos superan, porque la locomotora de la innovación del presidente Santos no puede funcionar bien en un país con tantísimas incompetencias institucionales y de infraestructura.

No hace mucho tiempo presentaba Díaz a Perú como ejemplo optimista de aprovechamiento de sus TLC, puesto que les aumentaron 25% sus exportaciones por medio de sus 400 productos exportables y sus 1.000 empresas exportadoras. Ha cambiado, sí, pero con muy buenas razones. Hasta aquí los comentarios basados en la publicación de Dinero.

En esta columna siempre hemos censurado la incompetencia de nuestras autoridades monetarias para lograr una tasa de cambio ligeramente competitiva o devaluada con el fin de exportar y a la par defender nuestra producción doméstica. No olvidemos que el gran desarrollo de los asiáticos se ha fundado en buena parte en sus tasas de cambio bien administradas.

La tasa de cambio apreciada o revaluada de los años recientes está convirtiendo a la economía colombiana en una estructura dependiente y de vida efímera, dedicada a la minería y a algunos servicios elementales. No hace muchos años, a Colombia venían muchísimos extranjeros en demanda de los excelentes y económicos servicios médicos de algunas de nuestras ciudades.

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía en 2001, se atemoriza por los desarrollos tecnológicos desiguales entre Colombia y Estados Unidos, los efectos nocivos sobre la agricultura, la avicultura y la ganadería colombiana de los subsidios estadounidenses y de sus barreras NO arancelarias. Teme Stiglitz, finalmente, el encarecimiento de las medicinas en Colombia por culpa de la prolongada protección en el tiempo de la propiedad intelectual firmada en dicho tratado.

A todos los enemigos del sector agrícola descritos les debemos sumar la falta de apoyo del gobierno del presidente Santos para que nuestras Fuerzas del Orden combatan las narcoguerrillas. Les debemos sumar los populismos de nuestras leyes de Víctimas y de Tierras en manos de un enigmático Ministerio de Agricultura. Conclusión: El sector agrícola se encuentra hoy expuesto a un jaque mate. Incomprensible resultaría que el sector clave para subsistir y para aprovechar nuestros TLC liderara el sepelio de nuestras locomotoras para el desarrollo.


 Fuente: El Colombiano