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El Acuerdo Chile-Unión Europea que debemos rechazar

Por Pablo Ruiz | Agosto 2024

El Acuerdo Chile-Unión Europea que debemos rechazar

Con el apoyo del diputado Hernán Palma, se presentó en la Biblioteca del Congreso Nacional en Chile, este 24 de julio pasado, el libro «Secretos del Tratado de Libre Comercio Chile-Unión Europea», escrito por Patricio Véjar Mercado y editado por Lucía Sepúlveda Ruiz, ambos de la Coordinadora Chile Mejor Sin TLC.

El referido Acuerdo Marco Avanzado con la Unión Europea (UE) fue firmado en Bruselas por el gobierno, el 13 de diciembre de 2023, y hoy se encuentra en el parlamento chileno para la revisión del Proyecto de Ley introducido por el ejecutivo.

Sin embargo, la gran mayoría de la ciudadanía prácticamente no conoce nada de este importante acuerdo con la Unión Europea, ya que el Ministerio de Relaciones Exteriores, de Hacienda, Economía, y de Agricultura no han tenido el mayor interés en convocar a la ciudadanía o a sus organizaciones para exponer qué beneficios o pérdidas traerá este acuerdo comercial para nuestro país.

En contraste, hasta el momento, han sido las organizaciones reunidas en la Coordinadora Chile Mejor Sin TLC las que se han movilizado para conocer los detalles y alcances que tendrá este Tratado para Chile y se han pronunciado contrarios a la aprobación de este acuerdo con la Unión Europea. Entre otras cuestiones, porque favorece las mismas prácticas extractivistas, que los movimientos sociales están denunciando hace años, que producen sequías y migración de comunidades enteras que no pueden vivir sin agua o en zonas contaminadas.

En este caso, como señala la Coordinadora Chile Mejor Sin TLC, la explotación del litio destruirá grandes salares y ecosistemas de inconmensurable valor ecológico y pronostican más zonas de sacrificio, más sequía y menos alimentos. Como siempre, estos acuerdos comerciales favorecen los intereses económicos de las empresas extranjeras y afectarán a nuestra misma población, que a corto o largo plazo sufrirán las consecuencias de la depredación de los recursos naturales de nuestro país.

El tratado, entre otras cuestiones, también permitirá que las empresas europeas tengan libre acceso al Mercado Público, convirtiéndose esto en una competencia desleal con las pymes nacionales.

Asimismo, “el tratado permite a los inversores europeos demandar al Estado chileno en tribunales internacionales permanentes, que Chile debe costear cada año, sin derecho a demandar a esos inversores por daño ambiental o de otra naturaleza”, señala la Coordinadora Chile Mejor Sin TLC.

Otro asunto que preocupa a la organización es que “los artículos de ‘cooperación en gestión de crisis’ incluidos en el Tratado, involucran a Chile en las operaciones militares de la Unión Europea, y comprometen mano de obra militar para operaciones de la Unión Europea, generando un grave riesgo de involucramiento directo en las guerras en curso o futuras. La paz, la neutralidad chilena y su población quedarían en riesgo por esta alianza”, señalan.

Es muy negativo, desde ya, que el Acuerdo no explicite qué es una “gestión de crisis”, que como podemos ver en el documento titulado “El Uso de la Fuerza de la Unión Europea fuera de sus Fronteras”, publicado por el Parlamento Europeo, señala que la UE ha intervenido en el exterior en “gestión de crisis” mediante unidades llamadas “agrupaciones tácticas", que comprenden grupos de entre 30 y 1500 soldados. “Desde 2003, la PESD (Política Europea de Seguridad y Defensa) se ha llevado a cabo para ayudar tanto en la gestión de crisis militares como humanitarias. En este sentido, la UE ha intervenido de diversas maneras en conflictos en Bosnia-Herzegovina, Macedonia, el Congo, Georgia, Sudán, Irak, Indonesia, y Palestina, Gaza, así como en la frontera entre Ucrania y Moldavia”, señalan.

Es necesario recordar que muchos de estos conflictos, donde han intervenido, han sido provocados previamente por ellos mismos a través de la OTAN, del envío de armas, y de sus políticas intervencionistas de dominación y “cambio de régimen” junto a los Estados Unidos.

En la actualidad, hay que agregar que países de la Unión Europea están brindando apoyo militar a Israel y al gobierno de Ucrania en favor de la continuidad de la guerra, de la que han hecho un buen negocio, y no hay intereses en promover negociaciones de paz. Por el contrario, quienes nos proponen trabajar por la paz internacional siguen su retórica de la guerra y confrontación, entre otros, contra Rusia y China, donde si aumenta la escalada, se augura, para Chile y toda la humanidad, un escenario muy complejo y una crisis económica mundial.

Sobre este mismo asunto, el Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas envió en diciembre pasado una carta al presidente chileno Gabriel Boric donde le señalan su rechazo a la participación de Chile en las denominadas operaciones de “gestión de crisis” con la Unión Europea.

“Nuestro país debe mantener la postura histórica del Movimiento de Países No Alineados; nuestro país no debe apoyar militarmente conflictos de otros Estados; nuestro país debe estar a favor de la paz y de las negociaciones y la resolución no violenta de los conflictos internacionales. Al mismo tiempo, las Fuerzas Armadas sólo deben servir para la defensa de nuestra soberanía nacional, no para reprimir conflictos internos, ni menos para ser usadas por países extranjeros”, señala la misiva, la que le recuerda al mandatario que un gran número de países de la Unión Europea “son miembros también de la OTAN, la alianza militar que ha estado involucrada en intervenciones y asesinatos en Yugoslavia, Irak, Afganistán, Siria y Libia”.

El Acuerdo también indica que habrá cooperación en la “Lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva”, lo que resulta contradictorio, por no decir hipócrita, en consideración que existen armas nucleares de los Estados Unidos en varios países de la misma Unión Europea como Italia, Bélgica, Países Bajos y Alemania, lo que viola el artículo 2 del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares que prohíbe “recibir de nadie ningún traspaso de armas nucleares”, ya “sea directa o indirectamente”. A esto sumemos que Francia, de la UE, dispone de armas nucleares. Chile es uno de los países firmantes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

El libro «Secretos del Tratado de Libre Comercio Chile-Unión Europea» es un aporte para analizar con detención de qué se trata este Acuerdo. Hay zonas grises y puntos negativos que afectarán los intereses y soberanía de nuestro país. Ojalá que los congresistas se pongan al lado de nuestro pueblo y no de los intereses extranjeros.

El libro se puede ver/descargar en: CHILE MEJOR SIN TLC.

Pablo Ruiz es parte del Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile.


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