Fin de la guerra del banano
Por Andrés Espinosa Fenwarth
El embajador de Pakistán ante la OMC, Shadid Bashir, presidió la reunión efectuada en Ginebra, Suiza, en la cual los países productores de banano de América Latina (Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela) suscribieron con la Unión Europea la ‘solución mutuamente acordada’ que le puso punto final a la ‘guerra del banano’, la disputa más antigua del sistema multilateral de comercio.
Pasaron 20 años desde que Colombia y Costa Rica iniciaron esta gesta legal contra el discriminatorio régimen de importación de banano de la Comunidad Económica Europea, que violaba cerrilmente las reglas de comercio internacional defendidas por el GATT hasta 1994, y por la OMC desde 1995. En aquel entonces, el ministro de Comercio Exterior, Juan Manuel Santos, apoyó integralmente la causa legal y comercial del banano que defendíamos en Ginebra y autorizó los fondos públicos requeridos para contratar a los mejores abogados del planeta, que en la época ejercían desde la ciudad de Washington.
Lideramos así con Costa Rica la primera disputa en la historia de un grupo de países en desarrollo contra una potencia industrializada de primer mundo, en legítima defensa de los derechos económicos que nos habían sido conculcados para proteger a las antiguas colonias europeas del África, el Caribe y el Pacífico, que a la postre resultó en la reivindicación plena de los intereses de los productores de banano de Latinoamérica.
La larga marcha del banano siguió con disputas adicionales en las que participaron Ecuador y Estados Unidos, como partes reclamantes, con el apoyo legal de los demás países productores de la región, incluida Colombia, como partes interesadas en este notable diferendo comercial.
Este “momento histórico”, como afirma el director general de la OMC, Pascal Lamy, se hizo realidad después de una seguidilla de paneles de solución de diferencias y laudos arbitrales proferidos contra el régimen de banano europeo, que se tradujo en el ‘Acuerdo de Banano de Ginebra’. Como resultado de lo anterior, la Unión Europea modificó el 30 de octubre su lista certificada de compromisos multilaterales en la OMC e incluyó un nuevo régimen de importación de banano con solo aranceles, que reduce gradualmente el arancel aplicado por tonelada al banano, inicialmente de 176 euros a 132 euros hasta el 2013, y luego a 114 euros en el 2017; este último tramo, sujeto a los inciertos resultados de las negociaciones de la menguada Ronda Doha.
En el caso de Colombia, la rebaja arancelaria seguirá escalonadamente hasta alcanzar el arancel piso, de 75 euros por tonelada de banano en el 2020, una vez sea ratificado el acuerdo bilateral con Europa.
¡Larga vida a la paz del banano!
Fuente: Portafolio
