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AVA-ASAJA advierte que el acuerdo con Marruecos podría provocar más hambre y revueltas populares

AgroDigital | 14.03.2011

AVA-ASAJA advierte que el acuerdo con Marruecos podría provocar más hambre y revueltas populares

AVA-ASAJA advierte que el acuer­­do de la UE con Ma­rrue­­cos no sólo destruirá decenas de miles de em­pleos en el sector horto­fru­­­­tí­co­la español, si­no que provocará más hambre en el rei­­­no alauí, lo que podría alentar nuevas re­vuel­tas como las que ahora sacuden el Magreb. La or­gani­za­ción agraria ha lle­gado a tal con­clusión tras ana­­­lizar tan­to del ci­ta­­do pacto –que aún tiene que ser ra­tificado por el Par­la­men­to Eu­ro­peo- co­­­mo el Plan ‘Maroc Vert’ con el que se pre­tende modernizar su agricultura. Pues bien, en tal pr­o­gra­ma y con el horizonte del año 2020, el ejecutivo marroquí quie­re elimi­nar al­re­­dedor de un mi­llón de hectáreas dedicadas al cul­ti­vo del cereal, que es deficitario pese a ocupar el 70% de la superficie agraria útil, pa­ra vol­car­se en la producción hortofrutícola des­­­ti­na­da a ser ex­­portada a la UE. “La prio­ri­dad de Marruecos no es aliviar el déficit ali­men­­tario de su po­­­bla­ción si­no mejorar su balanza co­mercial, premiar a la inversión extranjera y so­bre todo enriquecer más a la oligarquía pro­pie­taria de las tierras más fértiles y liderada por el propio Mo­hamed VI”, lamenta el pre­si­dente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

Como vienen explicando desde hace meses los funcionarios del Mi­nis­­­terio de Agri­cul­tura marroquí en los sucesivos encuentros con empresarios galos y españo­les, una de las prioridades del plan ‘Maroc Vert’ es “orientar la agricultura a las producciones más re­mu­ne­radoras”. Concretamente y en menos de una década, aspiran a multiplicar por 2,5 el valor añadido del sector, lo que su­pondría pasar a producir 4,2 millones de toneladas de olivas frente al millón actual; 3,7 mi­llo­nes de to­ne­la­das de cítricos en lugar de 1,5 y 10 mi­llo­nes de toneladas de frutas y hor­ta­lizas frente a los 4,4 mi­l­lones actuales. Y siempre según el Plan Verde, revalorizar al agro con tales cultivos –que son también los estandartes va­lencianos, murcianos y andaluces-, pasa por aprovechar la liberalización hor­to­fru­tí­cola que ofrece el nuevo acuerdo con la UE e in­cre­men­tar las exportaciones un 340%, por disparar el riego localizado en un 350% y por aumentar el uso de fertilizantes en un 78% .

En un país sometido a sequías cíclicas, con graves problemas hídricos y de éxodo ru­­­­ral y donde apenas el 13% del territorio es apto para la actividad agrícola, lo­grar pasar de una agricultura improductiva a otra de regadío e intensiva tendrá un alto coste. En este sen­ti­­do, el mi­nis­te­rio marroquí está centrando sus esfuerzos en atraer con importantes in­centi­vos estatales y fiscales a la inversión extranjera para que llegue a acuerdos de ‘par­te­na­ria­do’ con los grandes terratenientes lo­ca­les o con los propios Dominios Reales (la sociedad que articula las propiedades del monarca) y así trans­for­­mar el 20% de la superficie actual de cereales en fru­tas y hor­talizas de regadío. “Pe­se a que sufre una sequía cada tres años y se ve obligada a importar can­tidades ingentes de ce­rea­­les de la UE o EEUU, Marruecos ha apos­tado por exponerse –como ahora- a la varia­bi­li­dad de los pre­cios internacionales de los ali­mentos”, explica Aguado quien concluye que “la UE ha cam­bia­do frutas y hortalizas ma­rro­quíes para colocar sus cereales y productos trans­for­ma­dos pe­ro Mohamed VI ha cam­bia­do divisas europeas para el enriquecimiento de los suyos por más ham­bre y sed para su pue­­blo y miseria para los pequeños agricultores y tri­bus rurales que hasta aho­ra vendían sus cosechas en los mer­ca­dos locales”.

Conviene recordar a este respecto que todas las revueltas del Magreb –más allá de las legítimas aspiraciones democráticas- han tenido su origen en el brutal encare­ci­mien­­­to de los alimentos básicos. Para evitar que la oleada reformista salpicase a Ma­rrue­­­cos, el Es­tado africano se gastó en 2010, 2.363 millones de euros en subvencionar los precios del azúcar, el aceite, el trigo y los hidrocarburos; para 2011 tiene presupuestados otros 1.545 mi­llones y lan­zó una licitación para adquirir más de 0,5 millones de toneladas de ce­rea­­­­les. El reino alauí, además, tiene una larga tradición de revueltas alimentarias es­pon­tá­neas como la del pan, en 1981 en la que murieron 66 personas o la más reciente de 2007, en Sefrou.


 source: Agrodigital