Comercio Vuelto Loco
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Local Futures - 21 de noviembre, 2024
Comercio Vuelto Loco
La desinformación y las barreras ideológicas nos impiden cambiar la economía global que perjudica al 99% de la población. Necesitamos urgentemente llenar el vacío informativo y construir puentes. Esto es algo que todos podemos hacer: en el trabajo, en nuestras comunidades, a través de conversaciones cotidianas. He aquí cómo:
1. Destacar la conexión entre las preocupaciones sociales y ambientales.
La economía global no sólo está devorando el planeta, sino que también está empujando a la gente hacia empleos temporales e inestables. La especulación sobre los bienes básicos, como la comida y la vivienda, está disparando el coste de la vida.
Incluso las clases medias están en dificultades. Mientras tanto, a los jóvenes se les priva de una vida con sentido y propósito, mientras una epidemia de depresión y suicidio se ha apoderado del mundo. La buena noticia es que es posible reducir tanto la pobreza como la contaminación , si fortalecemos las economías locales en lugar de las corporaciones globales. Este poderoso mensaje puede unirnos a pesar de las divisiones políticas polarizadas.
2. Dejemos de echar culpas a los demás y centrémonos en los mecanismos del poder corporativo.
Se apunta con el dedo a la gente: se culpa a la naturaleza humana, al consumidor, al "otro" cultural, a los directores ejecutivos y políticos individuales. Pero el sistema político y económico actual se construyó a lo largo de generaciones. Los comerciantes globales que lo pusieron en marcha ya no están.
El sistema funciona ahora en piloto automático, con la ayuda de algoritmos. Incluso quienes trabajan dentro de este sistema siguen sin tener ni idea. En lugar de culpar a los individuos, tenemos que exponer el mecanismo central que está detrás de la expansión corporativa descarrilada: los tratados de libre comercio.
3. Hacer del comercio mundial un foco central del activismo climático.
Las emisiones del comercio mundial son invisibles en las negociaciones sobre el clima de la COP. Incluso muchos activistas climáticos las ignoran y apuntan a cambios limitados en el estilo de vida y reformas políticas fragmentadas.
Al denunciar el fenómeno del comercio enloquecido , señalamos a los mayores contaminadores, incluida la infraestructura de alto consumo energético que sustenta su dominio global. Podemos demostrar que un cambio en la dirección opuesta, hacia economías locales y regionales más fuertes, es la respuesta sistémica a la crisis climática.
4. Reevaluar las necesidades energéticas reales.
Analicemos honestamente quién consume energía y recursos y por qué. Es un mito que la energía se necesita principalmente para satisfacer las necesidades de la gente. En realidad, el camino de la globalización y la urbanización nos está empujando a un mayor uso de los recursos y a una mayor dependencia energética.
No tiene por qué ser así. Como muestra la animación, se están enviando bienes innecesariamente a todo el mundo para enriquecer a unas pocas corporaciones globales e impedir que las economías sean autosuficientes. La digitalización y la inteligencia artificial refuerzan esta tendencia. Si revertimos el "comercio enloquecido", podemos utilizar muchos menos recursos y satisfacer las necesidades reales de las personas.