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El agro, pobreza de campesinos y riqueza para trasnacionales

CINCO LUSTROS DE cambios permanentes en el sector agrícola latinoamericano lo han consolidado a nivel mundial como uno de los principales generadores de pobreza campesina y riqueza para los agroindustriales.

EN MÉXICO LA MISERIA de la población campesina crece a la par de las utilidades de las empresas trasnacionales que operan el sector y sus asociados autóctonos, los grandes corporativos agroindustriales, que orientan su producción a los mercados de exportación, aunque ello implique consolidar la condición mexicana como nación importadora neta de alimentos.

LA CEPAL DIVULGO su estudio El nuevo patrón de desarrollo de la agricultura en América Latina y el Caribe, en el que subraya que un papel de gran importancia en el desarrollo del sector ha correspondido en la década de los noventa y en el transcurso de la actual a la inversión extranjera directa (IED), realizada a través de las trasnacionales y, fenómeno nuevo, también de algunas empresas de la región, las llamadas traslatinas.

TRES IMPORTANTES tendencias se manifiestan en este periodo: trasnacionalización; concentración de la inversión en pocos países, mercados y productores, y centralización en actividades claves como marketing, distribución, desarrollo de nuevos productos y control de calidad.

LA PRIMERA OCURRE en el contexto de una creciente integración internacional de las subsidiarias latinoamericanas de las trasnacionales del sector, que tienen una participación cada vez mayor en los flujos internacionales de comercio y tecnología y operan integrando sus herramientas de gestión a nivel regional y subregional.

RESPECTO DEL segundo punto, los flujos de inversión se han concentrado en cuatro países: México, Brasil, Argentina y Chile, en ese orden. En estos países, en promedio la IED representa el 19 por ciento de la inversión en el sector manufacturero, con un máximo de 33.5 en Chile y un mínimo de 16.5 en Brasil. Además, las empresas tienden a seleccionar los productores más competitivos a fin de garantizar el volumen necesario de materia prima de la calidad requerida.

UNO DE LOS HECHOS más salientes respecto de la participación de las trasnacionales en el sector es la introducción de innovaciones organizacionales, que han dado lugar a importantes restructuraciones en el sector primario. La ocupación de las dos puntas de la actividad agrícola (insumos y procesamiento o distribución) y la salida del Estado del financiamiento, les ha abierto un espacio para la compra de insumos y para ofrecer un paquete tecnológico completo a sus proveedores de materia prima. En este sentido, las trasnacionales que operan en el sector no sólo se beneficiaron de los aumentos de productividad en la agricultura sino que también los promovieron.

POR LO QUE TOCA A México, Cepal subraya que con los cambios promovidos el "gran resultado" ha sido el fortalecimiento del país como importador neto de alimentos. La agricultura mexicana durante las últimas décadas muestra como tendencia una pérdida persistente de participación de importantes cultivos como el de la caña de azúcar, el trigo y el algodón. Con excepción del algodón, esta misma tendencia se prolongó en el transcurso del periodo 2000-2004. Pero también muestra, por otra parte, un cierto dinamismo en la producción de maíz y en menor medida en la de frijoles y cítricos.

DENTRO DE LA producción pecuaria, el dinamismo se concentra en la producción de carne de aves y leche, aunque en los años recientes esta última ha tendido a estancarse.

EL RESULTADO ES un modesto crecimiento agropecuario del orden de 1.8 por ciento promedio anual para 2000-2004, con un crecimiento para el subsector agrícola de 1.6 y un crecimiento para el subsector pecuario de 2 por ciento. Este resultado es similar al 1.8 de la década de los ochenta e inferior al de la década de los noventa cuando alcanzó 2.3 por ciento.

LA INCLUSION DE LA agricultura en el TLCAN ha provocado desde el principio de las negociaciones con Estados Unidos una controversia profunda en México. En un extremo está la visión oficial que señala que la liberalización comercial ha ayudado a promover la transformación estructural de la economía agrícola y rural de México, y en el otro extremo están algunos sectores de académicos y grupos de la sociedad civil mexicana que sostienen que la liberalización comercial agrícola entre ambos países ha afectado negativamente la agricultura de México y ha puesto en peligro el autoabastecimiento del país.

LOS ANTECEDENTES relativos a la evolución del comercio exterior indican, en todo caso, que el balance entre exportaciones e importaciones agropecuarias en el periodo 2000-2003 sigue siendo negativo como en los años ochenta. Casi se duplicó entre 1990 y 2000, al pasar de un saldo negativo de mil 290 millones de dólares a uno de 2 mil 110 millones, expresados ambos en valores constantes de 1989-1991.

ENTRE 2000-2003 este saldo negativo no hizo más que aumentar, llegando en el último año a un déficit de 2 mil 500 millones de dólares. El valor de las exportaciones agropecuarias se expandió entre estos años a 2.8 por ciento, en tanto que el de las correspondientes importaciones lo hicieron a 3.6 en promedio anual.

POR OTRA PARTE, y de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población, los flujos migratorios netos de municipios rurales hacia los urbanos en México en el periodo 1995-2000, se estimaron en 407 mil personas. La migración neta a Estados Unidos representa un movimiento anual aproximado de 300 mil personas, de las cuales 43 por ciento es de origen rural.

AL MISMO TIEMPO, una de las coyunturas más problemáticas es en este momento la marcada migración de hombres y jóvenes del campo mexicano, propiciando un desequilibrio en la vida de los núcleos familiares y en los correspondientes procesos productivos. Son la falta de oportunidades en que viven las comunidades rurales en sus tierras y la marginación del desarrollo, las principales razones por las que se generan estos éxodos difíciles de controlar.

Las rebanadas del pastel:

LA VERSION OFICIAL señala que "se tiene un campo vigoroso, activo y generando riqueza" para los campesinos, amén que el sector agrícola "es uno de los motores de la reactivación económica por la que atraviesa el país". (Adivinen quién es el autor de la frase).


 source: La Jornada