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México: Sufre cuenca lechera del municipio de Atlixco crisis por TLC: Pérez Avilés

La Jornada de Oriente - Puebla - Atlixco

México: Sufre cuenca lechera del municipio de Atlixco crisis por TLC: Pérez Avilés

Por Miguel Ángel Domínguez Ríos, Viernes, 19 de febrero de 2010

Atlixco. La cuenca lechera regional, a la que pertenece este municipio está en crisis, afirmó el investigador y sociólogo de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Ricardo Pérez Avilés. Durante una charla con este diario, expuso claramente: “y para entenderlo partimos de la importancia que tenía esta unidad productora: existe desde la época de la colonia”.

No olvidemos, agregó, que Atlixco, en este periodo histórico, quedó convertido en el granero de la Nueva España por una razón sencilla: los hacendados deciden asentarse en estas tierras y uno de los pilares de subsistencia es el ganado que trasladan desde el viejo continente. “Suponemos que desde aquel tiempo los habitantes generaron alfalfa junto con los granos y las hortalizas, ayudados por un ato importante de ganado vacuno”.

En 1907, “según los datos aparecidos en un libro, Atlixco levantaba 160 mil litros de leche y casi tres toneladas de queso. Eso indica que había en ese ramo cerca de 200 años de antigüedad y tradición”.

De ahí, contó Pérez Avilés, saltan algunas cifras registradas en los censos. “Por ejemplo, el de 1970 informa que Atlixco es el municipio número uno de Puebla precisamente en la generación de leche. Es un dato muy interesante porque refieren 8 millones de litros al año, cerca de tonelada y media de queso y aproximadamente tres toneladas de mantequilla”.

En este mismo contexto, “tenemos también a un sector ganador políticamente. En 1964 el movimiento lechero en Puebla participó activamente en el derrocamiento del entonces gobernador Antonio Nava Castillo, quien autorizó un decreto que obligaba a la pasteurización. El asunto no era oponerse tal vez a medidas sanitarias; el enojo surgió de la actitud, como siempre dictatorial, de las autoridades de hacer las cosas impuestas y sin tomar en cuenta la opinión de la gente. Y la respuesta fue contundente”.

Esa medida oficial repercutió severamente, señaló, en el sector lechero del municipio. “Al llevar su producto para ser pasteurizado en un establecimiento privado, en un lugar del centro de la ciudad, ciertas cosas comenzaron a funcionar mal. Es decir, acudían quienes quisieran o de plano la gente podía comprar esa bebida ‘bronca’; de repente, esa dependencia pretendió convertirse en una instancia oficial y buscaron quitar de las manos a los productores su mercancía para venderla al público. Algo así como tráeme todo y yo realizo el negocio”.

Eso “levantó los ánimos y alertó a ese sector que para entonces tenía un potencial respetable que llevó a Puebla a ser el sexto lugar a nivel nacional. Eso llamó la atención porque una entidad pequeña como la nuestra logró esos éxitos. Hoy las cosas cambiaron, y somos el décimo detrás de cuencas como La Laguna y Jalisco”.

–Hablamos entonces de un sector socialmente importante en Puebla y en el país...

–Claro, además con trascendencia y éxito político que echó para atrás un decreto que pretendía obligarlo a una modernización convulsiva y represiva. El asunto fue el tipo de modernidad planteado y los métodos para conseguirlo. Y en medio de todo, los lecheros de Atlixco juegan un papel fundamental junto a los campesinos.

Explica Ricardo Pérez Avilés: “lamentablemente poco tiempo después, a principio de los setentas, ocurre un distanciamiento entre ambos actores productivos. Incluso en Atlixco suceden invasiones de tierra de parte de grupos lecheros, y una de las consecuencias es que Ramón Danzós Palomino termina en la cárcel de la ciudad acusado precisamente por uno de ellos”.

Así entonces, “Atlixco de ser el primer generador de leche en Puebla en 1970 sufre un decaimiento hasta llegar al sexto lugar rebasado ampliamente por San Gregorio Atzompa y por la capital. Descendió al mismo tiempo la cantidad de ganado; y la cifra más reveladora es la siguiente: de 992 productores, terminan únicamente 722 a principio de los 90, tiempo de las políticas neoliberales”.

–Y la crisis es patente...

–Desde luego, especialmente por la conjunción de la apertura del mercado internacional. Y aunque la leche quedó salvaguardada dentro del Tratado de Libre Comercio (TLC) para el año anterior, brotó la crisis. A eso sumemos la importación, en cantidades insospechadas, de ese material. Más claro, en 1990 México era el país número uno en importar leche.

Un detalle, asentó el investigador: “nadie tenía la intensión de promover una industria nacional en la materia. Sin embargo, Atlixco conservará su valor ya que hacemos referencia a un rubro social que no puede y debe desaparecer sin hacer nada por ayudarlo. Habría que observarlos trabajar todo el tiempo y los 356 días del año. Estamos preocupados por su futuro”.

Ya para entonces, “los 8 millones de litros ordeñados al año bajan a sólo 5 millones. Después encuentran en el camino otro bache financiero nacional muy fuerte a finales de la década anterior, espacio en donde está sobre acomodada la política de libre mercado”.

Y para concluir, “el último censo agropecuario, recientemente publicado en 2007, expone que Atlixco vuelve a recuperar su trascendencia lechera; y a pesar de que no cambiamos de lugar, mantenemos en el sexto sitio, recobraron los productores los 8 millones de litros. Aunque, es importante considerar que San Gregorio Atzompa llega a los 14 millones anuales, y detrás aparecen Tecamachalco, Libres y San Pedro Cholula. Es contradictorio por un motivo: en época de crisis los niveles de generación suben; quizá muchos campesinos optaron por este sector considerado una alternativa”.


 source: La Jornada de Oriente