La Unión Europea está negociando un Tratado de Libre Comercio con seis países centroamericanos —Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá— desde mediados del año 2007. El borrador para la negociación de la UE está disponible aquí.
La lógica es clara. Tan pronto como Estados Unidos firmó el TLCAN (NAFTA, por su sigla en inglés), la Unión Europea hizo lo propio y firmó un tratado bilateral de comercio con México. Ahora que los Estados Unidos firmaron el Tratado De Libre Comercio de América Central (CAFTA, por su sigla en inglés), le sigue un tratado de la Unión Europea para los mismos países (menos República Dominicana, que es parte del grupo ACP con el cual la Unión Europea ya se vincula por el Acuerdo de Cotonou).
El Acuerdo es planteado como un “Acuerdo de Asociación” (AdA) en el que el TLC es un componente más junto con Acuerdos de Cooperación y de Diálogo Político. Además una de sus características es la de ser un acuerdo “progresivo” con lo que su implementación se va dando a lo largo del tiempo.
Sin embargo todos los análisis coinciden en remarcar que los AdA son aún peores que los TLC ya que “Los acuerdos se caracterizan por su amplitud y su carácter abierto y “en curso”, que obliga a los países firmantes a ampliar periódicamente lo acordado y a emprender en los años por venir un número indefinido de reformas jurídicas, administrativas, económicas y sociales cuyo fin es otorgar condiciones cada vez más favorables a las inversiones de las empresas europeas. Constituyen verdaderas reformas constitucionales “progresivas” que serán definidas a nivel ministerial, lejos del seguimiento que puedan hacer los parlamentos o la opinión pública de cada país."
Los Movimientos sociales de América latina han sido claros en su posición: “El Acuerdo de Asociación no es más que la continuación de los tratados de libre comercio, pues reflejan farsa y demagogia desde sus inicios. Como el DR-CAFTA, ALCA, NAFTA, todos son instrumentos del gran capital para ampliar y profundizar la pobreza, la miseria, y la explotación de quienes producimos la riqueza mediante nuestro trabajo. Como lo demuestran los efectos del DR-CAFTA que a dos años de su vigencia, ha tenido como efecto mayor importación de productos en nuestros países, incremento de precios a los productos, menores ingresos fiscales por la reducción arancelaria, que repercute en menor inversión social. Además, del bloqueo por parte de los EE.UU. a productos agrícolas centroamericanos, alegando falsas razones fitosanitarias. Asimismo se ha incrementado la inhumana deportación de nuestros compatriotas.La aplicación de los TLC y del modelo neoliberal se apoya en la criminalización y represión del movimiento indígena y campesino amparados en leyes antiterroristas que castigan las luchas sociales, primordialmente la lucha por la Madre Tierra. Por todo lo anterior decimos NO a la negociación y firma del Acuerdo de Asociación entre Centro América y la Unión Europea por ser contraria a los intereses de nuestros pueblos.”
En mayo del 2010 se llegó a un acuerdo para el TLC y en marzo del 2011 se rubricó un texto que debe ser firmado, ratificado y aplicado por los países firmantes, La Unión Europea, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.
última actualización: mayo de 2012
Fóto: Cacahuate/Wikipedia/CC BY-SA 3.0