TiSA: Tratado sobre Comercio de Servicios o Tratado Internacional de Servicios.
TiSA es un nuevo acuerdo comercial sobre servicios que está en etapa de negociación. Las negociaciones tienen lugar fuera del marco de la Organización Mundial de Comercio y su Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS), aun cuando ellas fueron iniciadas por un grupo de miembros de la OMC. Si se logra llegar a acuerdo, podría eventualmente llegar a ser parte de la OMC o simplemente existir por su cuenta, pero, de cualquier manera, sus disposiciones serán ciertamente implementadas en otros acuerdos comerciales bilaterales o multilaterales.
Los países que están negociando el TiSA son: Australia, Canadá, Chile, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Estados Unidos, Hong Kong, Israel, Japón, Liechtenstein, México, Nueva Zelandia, Noruega, Pakistán, Panamá, Perú, Suiza, Taiwán, Turquía y la Unión Europea. Estos países dan cuenta de alrededor de los dos tercios del comercio global en servicios. Sin embargo, las grandes economías del mundo como China, India o Brasil no están presentes en estas negociaciones y grupos como BRICS y ASEAN no están incluidos. En septiembre de 2015, Uruguay y Paraguay se retiraron de las negociaciones del TiSA como consecuencia de la oposición popular y masiva al acuerdo.
TiSA busca la eliminación de la regulación y de la legislación nacional en relación a los servicios. Existe una fuerte asimetría entre el Norte y el Sur en las posiciones de negociación, creando distorsiones significativas en el espacio de maniobra que tienen los países para diseñar e implementar políticas nacionales sobre una amplia variedad de temas. Los “anexos sectoriales” del TiSA (capítulos clave) son: movimiento de personas, servicios financieros, telecomunicaciones, envíos, servicios aéreos, servicios postales, servicios profesionales, comercio electrónico, carga, contratación en el sector público, medio ambiente, distribución directa, subsidios, energía y servicios relacionados a la salud. Además de los “anexos sectoriales”, las partes están negociando otras “disciplinas específicas” como la reglamentación nacional, la transparencia y la ubicación. Los Estados Unidos están particularmente interesados en la liberalización de los servicios financieros, tecnologías de información y comunicación, servicios postales y en los avances en la reglamentación nacional. La Unión Europea también tiene un gran interés en la liberalización de los servicios financieros. Tanto la UE como los EEUU son centros de operación de las transnacionales líderes en estos sectores, por lo que serían los que más ganarían.
De especial preocupación son la cláusula de “status quo”, la cláusula “trinquete”, “tratamiento nacional” y el uso de las “listas negativas”. Este enfoque involucra hacer compromisos basados en listas que indican los sectores que cada participante en la negociación desea excluir de las negociaciones. Esto crea grandes distorsiones y se aparta de las disposiciones del marco multilateral de la OMC. Estas cláusulas y las listas negativas buscan garantizar la ampliación y profundización de la apertura del mercado la liberalización y la desregulación, reduciendo al mismo tiempo el papel del estado.
Wikileaks ha tenido un papel decisivo al dar a conocer los borradores de los textos del TiSA que se están negociando y ha ayudado a facilitar el análisis y a la comprensión acerca de lo que está en juego. En muchos países, los sindicatos de trabajadores están en la primera línea de la resistencia al TiSA debido a que muchas personas trabajan en el sector de servicios. Ya sean personas que trabajan en los puertos de Canadá o los hospitales de India, el TiSA es una amenaza directa que puede quitarles el trabajo.
Finalmente, las negociaciones fracasaron en 2016 y se han suspendido desde entonces porque los gobiernos de los países ricos no pudieron ponerse de acuerdo entre ellos.
con la contribución de REDES (Amigos de la Tierra, Uruguay)
última actualización: agosto de 2020
Foto: Public Eye