El tratado de libre comercio de Estados Unidos y Corea del Sur (o TLC KORUS, por la manera como se lo conoce en Corea) ha sido uno de los más polémicos desde la aprobación del TLCAN, si se lo pudiera medir en términos de movilización social. Millones de personas han salido a las calles para luchar contra el acuerdo y muchos han volado cruzando el Pacífico para intentar derrotarlo.
Varios años antes de iniciar cualquier negociación, en Washington y Seúl los gobiernos de ambos países mantuvieron conversaciones en pos de un posible tratado de libre comercio. Como se supo después, Estados Unidos fijó cuatro requisitos preliminares que el gobierno coreano tendría que satisfacer como condición para iniciar las negociaciones de un TLC. Los cuatro prerrequisitos fueron:
– suspensión de las reglamentaciones relativas a los precios de los medicamentos, de manera tal que las empresas farmacéuticas estadounidenses pudieran extraer más ganancias en el mercado surcoreano (cumplido en octubre de 2005)
– moderar las reglamentaciones gubernamentales sobre emisiones de gases para los automóviles importados de Estados Unidos, de manera tal que más coches de ese origen pudieran venderse en Corea del Sur (satisfecho en noviembre de 2005)
– reanudación de las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos, que se habían suspendido en 2003 debido a los brotes de la enfermedad de las vacas locas que se registraron en EEUU (acordado en enero de 2006), y
– reducción del cupo obligatorio de días en que las salas de cine deben exhibir películas surcoreanas, de 146 días a 73 días al año, de manera tal que pudieran exhibirse más películas estadounidenses (acordado en enero de 2006).
Una vez que la administración Roh surcoreana cedió y aceptó este último requisito, los dos gobiernos anunciaron en febrero de 2006 que las negociaciones para un TLC se iniciarían en mayo de 2006 y culminarían en junio de 2007.
Las consecuencias del TLC KORUS se extienden mucho más allá que a las salas de cine, puesto que el acuerdo abriría toda la economía surcoreana a la penetración de las empresas estadounidenses. Los campesinos y trabajadores surcoreanos organizaron una resistencia tenaz contra el acuerdo, con el apoyo de actores, estudiantes, profesionales de la salud, organizaciones de consumidores, grupos ecologistas, veterinarios, abogados y otros sectores. También forjaron alianzas con los sectores opositores al acuerdo en Estados Unidos, entre ellos con la AFL-CIO, la central sindical más importante de EEUU.
La primera ronda de negociaciones tuvo lugar en EEUU del 5 al 9 de junio de 2006. Diez meses más tarde y tras ocho rondas de negociaciones formales (para no hablar de las numerosas negociaciones en pos de acuerdos parciales paralelos), el TLC se terminó de negociar en Seúl el 2 de abril de 2007, apenas algunas horas después que un conductor de taxi surcoreano se auto-inmolara en protesta contra la firma inminente del tratado.
Pero la historia no terminó ahí, sin embargo. Dos semanas más tarde, el recién elegido presidente surcoreano Lee Myung-Bak viajó a Washington para firmar el TLC. Durante su estadía en esa ciudad, ambos gobiernos firmaron el 18 de abril otro acuerdo paralelo que EEUU insistió era necesario para que el Congreso aprobara el TLC. El nuevo acuerdo paralelo fijaba reglas específicas respecto al modo en que Corea debería abrir su mercado de la manera más amplia a las importaciones de carne vacuna estadounidense, a pesar de las preocupaciones en torno a la enfermedad de las vacas locas. La adopción de este pacto secreto desencadenó en Corea lo que se conoció como la “crisis de la carne”. Estudiantes, madres y consumidores se alzaron furiosos en una serie de protestas con velas encendidas y otras acciones que en junio de 2008 ya habían provocado la renuncia de varios ministros y ponían en duda el mandato del propio presidente.
Después de varios años de una oposición sostenida al acuerdo, el TLC EE.UU.-Corea fue finalmente ratificado por los parlamentos de ambos países y entró en vigor en noviembre de 2011. Sin embargo, la oposición y las preocupaciones sobre el TLC no se han desvanecido, con muchas preocupaciones sobre las implicancias del acuerdo en lo referido al mecanismo de resolución de controversias inversionistas-Estado.
última actualización: mayo de 2012
Foto: Joe Mabel / CC BY-SA 3.0