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Brasil no debe firmar el TLC con Israel

14-07-2009

Brasil no debe firmar el TLC con Israel

Emir Sader

El TLC significa una preferencia comercial en el intercambio entre países, sea por la importancia económica que este intercambio tiene para las partes involucradas, sea por una decisión política de prioridad de asociación entre éstos. Este privilegio se da entre los países del Mercosur, entre los países del Brics, del Mercosur con la Unión Europea, entre otros ejemplos.

Brasil nunca habría firmado un TLC ni ningún acuerdo preferencial con un país como África del Sur, en la época del apartheid. Era un régimen racista, discriminatorio, que no obedecía a las determinaciones de la o­nU para acabar con la política de apartheid, que significaba que había ciudadanos de dos clases, que el país tenía verdaderos cercos que impedían la circulación de los negros en varias zonas del territorio, que no podían viajar libremente dentro y fuera del país.

Israel consiguió el derecho de tener un Estado y niega este mismo derecho a los palestinos, derecho reconocido por la o­nU, que reiteradamente decide que Israel debe terminar con la ocupación de los territorios palestinos.

Israel es una potencia de ocupación. Descuartiza el território palestino, con más de 400 kilómetros de muros, que separan palestinos de palestinos. Instala asentamientos con colonos judíos en medio de las ciudades y a lo largo de todo el territorio palestino, expropiando y derribando casas de palestinos, protegidos militarmente, de donde salen regularmente grupos extremistas para provocar a los palestinos, quemar sus plantaciones – inclusive los centenarios olivos.

Israel promueve una verdadera política de apartheid, mucho peor que las ocupaciones coloniales clásicas. Hace inviable la supervivencia cotidiana de los palestinos, para obligarlos a someterse a ser súper explotados como trabajadores de segunda categoría en Israel. O para que emigren. Los asentamientos y los muros van ahogando a los palestinos, dejándoles poco espacio para sus casas y sus tierras, Israel intenta estrangularlos.

El propio presidente Lula llamó a la masacre de Gaza por su nombre : genocidio. Uno de los ejércitos más poderosos y violentos del mundo invadió territorio palestino y frente a la mayor concentración de población del mundo, atacó, destruyó, asesinó a una población indefensa. Destruyó millares de casas, hospitales, escuelas, universidades, edificios de la o­nU, no ahorró nada. Y seis meses después nada fue reconstruido en Gaza.

A pesar de una conferencia que movilizó recursos, nada pudo entrar, ni por el corredor controlado y bloqueado criminalmente por Israel, ni tampoco, absurdamente, por el corredor controlado por Egipto. Remedios y comida se pudren en el desierto, del lado de afuera de Gaza, donde mueren diariamente niños, niñas, jóvenes, ancianos, víctimas de enfermedades, de epidemias y de otras causas, víctimas del cerco a que Gaza es sometida.

No tiene ningún sentido que Brasil privilegie el comercio con Israel, un país responsable por las peores violaciones de los derechos humanos en el mundo contemporáneo, que no obedece a decisiones básicas de la o­nU desde hace décadas, que actúa como potencia de ocupación, cometiendo diariamente violencias sistemáticas contra el pueblo palestino y su derecho inalienable de poseer un Estado soberano, de la misma forma que Israel goza hace más de medio siglo.

No basta afirmar que no serán contemplados artículos producidos en los asentamientos ilegales de colonos israelitas en los territorios palestinos. Como vamos a negociar privilegiadamente con Israel, sabiendo que los recursos que obtengan pueden perfectamente ser utilizados para pagar salarios a sus militares que oprimen diariamente a los palestinos ? Que pueden usar esos recursos para construir más muros, más asentamientos – todos ilegales y opresivos – contra los territorios palestinos, saboteando cualquier posibilidad de negociación real para que existan dos Estados, con los mismos derechos ?

Brasil no debe firmar el Tratado de Libre Comercio con Israel, aprobado por el Mercosur, pero que debe ser refrendado por cada uno de los cuatro países que lo componen. No solo no debe firmar, declarando que solo lo hará a partir del momento en que Israel retire sus tropas de ocupación de los territorios palestinos, que obedezca las decisiones de la o­nU sobre el derecho a un Estado palestino, soberano, con fronteras continuas, con el retorno de los exilados, con la retirada de los asentamientos y la destrucción de los muros.

Antes de eso, ninguna relación privilegiada con Israel. Al contrario, boicotear los productos israelíes, los intercambios culturales con este país, como fue hecho con África del Sur. Hasta que termine la ocupación genocida de Palestina y la paz sea restablecida en la región, con la justa reivindicación del Estado palestino.


 source: Rebelión