Colombia: Sin resolver, dudas de los liberales frente al TLC
Luis Segundo Gámez / Bogotá, 19-4-07
Las respuestas de varios ministros del despacho a las 90 preguntas sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC) formuladas por los congresistas del Partido Liberal no despejaron todas las dudas de la colectividad. La jornada de encuentro se extendió durante 7 horas y media.
Los liberales no lograron respuestas convincentes del gobierno, luego de sus intervenciones en la reunión.
La senadora Piedad Córdoba fue una de las primeras que abandonó el encuentro porque a su juicio la discusión debía comenzar por el debate ideológico.
El senador Juan Manuel Galán se retiró tres horas después luego de percibir que la reunión se estaba convirtiendo en una repetición de las respuestas escuchadas en las comisiones segundas del Congreso.
“Esta es una reunión para asincerarnos y reconocer las fallas, las debilidades y las medidas que se van a implementar para saber cómo compensar a los sectores que pierden con el TLC”, dijo Galán.
El senador exigió respuestas por escrito del gobierno, una petición a la que se sumó el senador Luis Fernando Velasco, quien advirtió que las inquietudes principales no fueron resueltas.
Para el senador Velasco las respuestas concretas escasearon, especialmente las relacionadas con el alcance legal de los términos tratado y acuerdo, la posibilidad renegociar el TLC y la introducción de reservas y declaraciones interpretativas para lograr los ajustes requeridos.
Las dudas se extienden al reconocimiento de la soberanía marítima para la zona económica exclusiva, pues mientras Colombia reconoce 200 millas Estados Unidos sólo establece 12 millas.
A dichos temas se suman los de propiedad intelectual, los medicamentos y los productos remanufacturados.
Camilo Sánchez, senador de la República, pedirá libertad para votar el tratado por la imposibilidad de modificarlo en el Congreso, según se desprende de las respuestas de los ministros.
Según Sánchez, después de tres años es difícil cambiar de parecer, “yo soy partidario de globalizar la economía, pero no de entregarla” y agregó que aunque el gobierno les da la razón en algunos puntos no se puede modificar nada.
Al comienzo de la reunión la senadora Cecilia López más allá del debate ideológico planteó medidas para compensar a los sectores perdedores de lo que calificó una mala negociación y de una agenda interna confusa.
Advirtió que el momento actual, con una apreciación del peso que no da tregua, no es el indicado para profundizar la política comercial y dijo que es posible lograr algunos avances con respecto a lo negociado. El Partido tomará una posición frente al TLC antes de su congreso.
Momento adecuado
El ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, le planteó a los congresistas liberales que es el momento oportuno para poner en marcha el acuerdo comercial con Estados Unidos porque las condiciones macroeconómicas son propicias.
Dijo que uno de los rubros que se beneficiará con la aprobación será la creación de empleo. Cálculos de Planeación Nacional indican que con el TLC se generarán 418 mil empleos formales en los primeros cinco años de vigencia.
Además, indicó que el crecimiento económico crea las condiciones favorables para enfrentar el acuerdo, siempre y cuando esté basado en la inversión, la creación de puestos de trabajo y la productividad.
Según Zuluaga la productividad laboral aumentó en promedio 3,9 por ciento en 2006 y en el sector industrial lo hizo en 8,2 por ciento frente a 2005, debido en parte a la adquisición de bienes de capital.
No se puede cambiar
El ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, fue al encuentro con la firme intención de demostrar a los congresistas liberales que la negociación es buena para el país.
Agro Ingreso Seguro es el mecanismo positivo y justo para potencializar las oportunidades y ayudarle a los productores a aprovechar el acuerdo y de eso y otros aspectos queremos convencer a la bancada liberal.
Las preguntas relacionadas con la cartera de Agricultura se respondieron, se dan explicaciones y se aclaran dudas, dijo el ministro, pero reiteró que el texto del acuerdo no debe ni puede ser modificado, “eso es lo que nosotros creemos”. Otra cosa distinta es organizar un trabajo de agenda interna y de políticas domésticas que puedan ayudar a tranquilizar a esa bancada, pero de ahí a modificar el acuerdo hay una gran distancia.
“Nuestra postura es que tal como está negociado está bien y si hay una explicación que dar o implementar una política doméstica para potencializar las oportunidades y atenuar los riegos lo hacemos, pero cambiar el texto del Tratado, creo que no”
