Fin del Tratado de Libre Comercio
La Jornada de Oriente | 3 de febrero de 2025
Por La Redacción
Fin del Tratado de Libre Comercio
El presidente Donald Trump cumplió su amenaza y firmó la orden ejecutiva el pasado sábado que impone aranceles de 25 por ciento a los productos mexicanos que lleguen a ese país y que entrará en vigor mañana martes y enuncia que si México responde con medidas arancelarias aumentará más las tarifas. En los hechos es el fin del libre comercio establecido desde 1994 en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte(TLCAN) y más recientemente en el denominado T–MEC, más allá de las razones esbozadas por el mandatario estadounidense asociadas, como es que los cárteles mexicanos del narcotráfico “ tienen una alianza intolerable con el gobierno de México” y la invocación a emergencia nacional por el flujo de migrantes que cruzan la frontera diariamente, como el aumento del tráfico de drogas hacia ese país.
Para México implica grandes desafíos, aunque habrá que esperar a conocer en detalle el decreto para valorar los impactos en el comercio exterior y en la propia estructura productiva, ya que las medidas se asocian a un proceso de reindustrialización de la economía estadounidense, basado en la búsqueda del regreso de sus empresas al territorio de ese país. No hay que olvidar que el proceso neoliberal implicó un proceso de mundialización, basado en la desterritorialización de las cadenas de suministros, que implicó el traslado de esas firmas a otros países, propiciando un crecimiento del comercio intrafirma en función del tipo de industrias y sus cadenas productivas.
En el caso de México, el asentamiento de empresas en el territorio nacional con miras a abastecer el mercado estadounidense generó un proceso de industrialización que permitió cierto nivel de empleo al mismo tiempo que una parte muy significativa de la población principalmente rural migraba a Estados Unidos en busca de mayores salarios y un mejor nivel de vida. Un proceso por cierto profundizador de la desigualdad y pobreza. Además, el costo ambiental de estos procesos fue devastador para gran parte de las regiones y territorios de asentamiento de las empresas, la sobrexplotación de los acuíferos y los procesos de contaminación, por decir dos, son parte de los graves resultados asociados a lo laxo en materia de legislación y en su aplicación.
Son tiempos de cambio, donde la incertidumbre será lo que prive; en el caso de México y sus entidades federativas, el empleo será el principal desafío, al mismo tiempo que habrá que reinventarse y decidir las áreas donde las apuestas nacionales son base y definitorias de cualquier política industrial y de empleo.