bilaterals.org logo
bilaterals.org logo
   

Colombia inicia nueva ofensiva por TLC con E.U., después de haber firmado con Canadá

9-6-08

Colombia inicia nueva ofensiva por TLC con E.U., después de haber firmado con Canadá

El ministro de Comercio, Luis Guillermo Plata, intentará en Washington convencer a los legisladores demócratas de que levanten el freno al acuerdo con Colombia.

Plata se reunió con los secretarios del Tesoro. Henry Paulson, con el de Comercio, Carlos Gutiérrez, y tenía previstas citas hoy con asesores de los Comités de Medios y Arbitrios y Finanzas en Cámaras y Senado.

Aunque el convenio con Canadá también requiere de aprobación legislativa, y es mucho menor en tamaño que el pendiente con los estadounidenses si indica que el país está buscando otras alternativas comerciales.

"El tratado con Canadá se para por sus propios méritos, pero es indudable que puede tener un efecto colateral. Acabamos de firmar un tratado con un competidor de E.U. en muchos productos importantes como cebada, trigo, cerdo, maquinaría minera. Quizá se pellizquen al darse cuenta que mucho del comercio que hoy tenemos comenzará a desplazarse", dice Plata en conversación con PORTAFOLIO.

Un mensaje que, espera el gobierno colombiano, se ha sentido en E.U. donde la economía ya da signos de una fuerte recesión.

Aunque el intercambio comercial entre E.U. y Colombia no es trascendental para E.U., anualmente E.U. exporta casi 6.500 millones de dólares al país desde más de 9.000 empresas, que se verían afectadas si los importadores colombianos optan por socios que ofrecen mejores tarifas.

El viaje de Plata, su quinto en lo que va del año, es solo uno entre varias iniciativas que adelanta el gobierno desde que la líder de la Cámara, Nancy Pelosi, mandó el acuerdo al congelador.

En gran medida, el gobierno viene haciendo énfasis en los beneficios económicos del TLC para E.U., que se han convertido en la punta de lanza de la argumentación tanto de Colombia como de la administración Bush.

"El tema geoestratégico, el de Colombia en una región donde E.U. tiene intereses de seguridad nacional, ha dejado de pesar. Ahora la apuesta al dinero. La economía de E.U. está muy golpeada y hay que mostrar como un tratado con Colombia la ayudaría", dice una fuente diplomática.

Para lograrlo, la Embajada, apoyada por la Oficina Comercial y las firmas de cabildeo y relaciones públicas, han construido una base de datos que muestra cómo cada estado de E.U. se beneficiaría con un TLC: productos que podrían exportar y aquellos que ya pagan costosos aranceles de entrada que serían eliminados si entra en vigor el TLC.

El mismo ejercicio se viene haciendo en más de 50 distritos específicos donde el TLC tendría impacto y que son representados por legisladores demócratas que hoy por hoy se oponen.

Paralelamente, se han estado distribuyendo en el Congreso documentos con los que se busca generar presión. En uno se detallan los avances en la lucha contra la violencia sindical (casos resueltos en las cortes, decretos aprobados y leyes que se están tramitando como la de huelgas). En otro se agrupan los más de 100 editoriales pro TLC que han salido en la prensa de E.U., mientras que un tercero recoge las opiniones de líderes de Latino América y Europa pidiendo el acuerdo con Colombia.

También se viene coordinando con los diversos consulados del país una estrategia que pretende vincular a los colombianos que viven en E.U. para que se sumen al esfuerzo y se tienen preparados una serie de eventos culturales en la capital estadounidense y otras ciudades, aprovechando la celebración del próximo 20 de julio.

En Washington, el eje del esfuerzo gira ahora en torno al Senado, donde se espera que el acuerdo se mueva con más facilidad que en la Cámara. Es probable, de hecho, que en las próximos días se apruebe en esta Cámara un programa para asistir a los trabajadores que han perdido empleos por el comercio, o TAA como se le conoce en E.U. El Senado, en particular, ha indicado que movería el tratado si logran un acuerdo frente al TAA.

Pero, en general, y pese a todo, el panorama no es el mejor. En el Senado, de hecho, se mueve hasta un proyecto de ley que obligaría al nuevo presidente de E.U., que será elegido en noviembre, a declarar una moratoria comercial hasta el año 2010 y exigirá la reapertura y renegociación de todos los tratados ya existentes. Pocos piensan que será aprobado, pero es un reflejo del ánimo que existe en ciertos sectores.

"Las cosas no están fáciles. En algo se ha avanzado en las negociaciones entre republicanos y demócratas, pero no hay nada concreto", reconoce el propio Plata.

Está descartado de plano que el tratado pueda ver la "luz verde" de aquí al receso de agosto, dada la apretada agenda legislativa que existe.

En septiembre, a su regreso, tampoco habrá mucho apetito pues los legisladores estarán concentrados en sus campañas electorales.

La alternativa más viable, por lo tanto, es apuntarles a las sesiones extraordinarias que seguirían tras las elecciones del 4 de noviembre. En ese momento, y ya sin presiones electorales, podrían mover el tratado sin pagar un alto costo.

Pero esa tampoco es una apuesta certera. En principio, porque no se sabe todavía si habrá sesiones extraordinarias este año.

Además, depende mucho de quien gane la Casa Blanca. Si es Obama, y los demócratas retienen el control de ambas Cámaras, podrían inclinarse por pasarlo para evitarle al nuevo presidente un dolor de cabeza en el arranque de su administración. Si es John McCain, les convendría mantener el tratado de rehén pues sería un arma para negociar a futuro con los republicanos.
SERGIO GÓMEZ MASERI Corresponsal en Washington


 source: Portafolio